La agencia noticiosa castrista Prensa Latina dio cuenta –oficialmente- de lo que esta columna adelantó días atrás. La semana pasada, los médicos peruanos Adriana Vega y Jesús Picrín recibieron “el reconocimiento” de la avanzada comunista, disfrazada de “colectivo médico cubano”, enviada recientemente por Cuba a nuestra nación a pedido expreso del ministro trotskista Zamora.
Luis García Miró Elguera
Vizcarra ha usado US$ 27,000 millones del Estado –no “de mi gobierno” como le gusta decir– dizque para reactivar la economía.
Ayer Confiep entregó al Estado los primeros 90 de 237 ventiladores mecánicos que ha adquirido como muestra de la colaboración del sector privado con el país. La pregunta es sencilla: ¿por qué el régimen Vizcarra no hizo esto desde que arrancó la pandemia: comprar y traer ventiladores para salvar vidas? Pero el sector privado no solamente ha aportado respiradores mecánicos al país.
El divorcio de este gobernante con el sector privado es ostensible. No hay diálogo. Es más. Lo ha marginado en todo lo que tenga que ver con esta batalla del país contra el coronavirus.
Si bien Lima tiene tres veces la población de Guayaquil, al inicio de la pandemia en la capital económica ecuatoriana la situación sencillamente se escapó de control. El 25 de marzo acumulaban 1,063 fallecidos y 25,000 contagiados; sólo ese día hubo 1,200 contagios y 29 muertes. Entre tanto acá recién el 19 de marzo hubo el primer deceso. Ecuador nos llevaba leguas.
Precisa The New York Times que con unas “robustas arcas públicas ”Vizcarra“parecía estar bien preparado para enfrentar la pandemia”.
Esta pandemia ha dado tiempo para que –salvo el improvisado presidente Vizcarra, su impresentable premier, su insufrible gabinete ministerial, las hordas oficialistas y toda la manada de ganapanes que se llena el bolsillo mensual, puntualmente, con su plata, amable lector– filosofen alrededor de lo humano y lo divino. Surgen entonces profecías de todo calibre.
La izquierda internacional está exuberante con la pandemia Covid-19. Es su flamante caballito de batalla para consolidar el reentré del comunismo reciclado, que implosionó el año 1989 tras la caída del Muro de Berlín y la Cortina de Hierro estalinista.
No necesariamente por ser joven y haberse educado en el exterior deberíamos hacer actos de fe por nuestra ministra de Economía. La juventud no siempre es sinónimo de experiencia, como tampoco haber estudiado en el exterior es homólogo de sapiencia. Y, por último, una gota de agua no la percibe un océano.
Catalogados internacionalmente como la octava nación del planeta, según cifras de infectados, y la primera en número de fallecidos por cantidad de habitantes; en medio del conmovedor escenario de muerte, enfermedad, desocupación, hambre, falta de medicinas, insuficientes camas para unidades UCI, carencia de oxígeno, ausencia de respiradores, veintena de médicos fallecidos, al igual que enfermer
Víctor Zamora, ministro de Salud Pública, es trotskista por antonomasia. Como tal, su leit motiv es aplicar la estrategia del desarrollo desigual para ahondar la revolución que acabe con el capitalismo colonial y semicolonial. Por tanto, propicia la profundización de las contradicciones sociales como fundamento político para sojuzgar a la sociedad. Este principio comunista caracteriza su ADN.
El presidente golpista insiste en su vía engañosa, ideológica y destructiva de llevar al Perú a la órbita socialista sudaca. Todo lo hace mal. La Salud Pública está en coma y la economía bajo cero. ¡Pero es culpa de la oposición que denuncia cada una de sus majaderías y tonterías!
Deberíamos ir pensando en cómo van a solventarse las graves secuelas económicas que dejará el Covid-19.
Vizcarra hace tan mal las cosas que, por donde se le mire, está destruyendo en forma sostenida al país. En el ámbito constitucional, político, social, económico, diplomático, etc. En primer lugar, manipuló contra su mentor PPK, al extremo de conspirar con el fujimorismo para que el Congreso lo designase en su reemplazo. Después traicionaría al Legislativo que lo nombrará a dedo.
Tras larga presión de los únicos medios no comprados por el gobierno, el régimen Vizcarra dispuso como gran cosa que durante apenas tres meses el presidente aporte sólo 15% de su sueldo, como pago único por los innumerables daños y perjuicios que viene causándole a los peruanos.
Dentro de ese esquema de secretismo, embuste y trampa que practica este gobierno, nadie sabe cuántos ciudadanos han recibido esos bonos –por S/ 360 y/o S/ 720- que el presidente Vizcarra ofreciera con bombos y platillos.
Kuczynski, hoy en prisión domiciliaria, puso a Vizcarra en su plancha presidencial por afán demagógico de incluir a un provinciano. La versión la dio Carlos Bruce, entonces mano derecha de la campaña de PPK. En 2015, Kuczynski era plenamente consciente de sus arrumacos con Odebrecht.
La manipulación de las noticias a través de los medios es un delito censurable que ha llegado a las redes sociales. Los primeros reciben dinero de gobiernos para servirles de cajas de resonancia, a cambio de que el Estado solvente sus alicaídas finanzas con dinero público, bajo la corruptela de la publicidad estatal.