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Vizcarra insiste en marxistizar el Perú

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Fecha Publicación: 17/06/2020 - 22:00
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Ayer Confiep entregó al Estado los primeros 90 de 237 ventiladores mecánicos que ha adquirido como muestra de la colaboración del sector privado con el país. La pregunta es sencilla: ¿por qué el régimen Vizcarra no hizo esto desde que arrancó la pandemia: comprar y traer ventiladores para salvar vidas? Pero el sector privado no solamente ha aportado respiradores mecánicos al país. Tambien ha entregado decenas de miles de mascarillas, 1,320 cilindros de oxígeno; monitores para signos vitales, etc. Es decir, ha donado al Estado lo que el gobierno de Vizcarra debió adquirir. Sobre todo si Vizcarra era consciente –desde el 19 de marzo, cuando murió el primer contagiado por Covid-19– de que se había desatado una epidemia muy peligrosa. Pero Vizcarra se durmió sobre una laureles artificiales: haber declarado cuarentena e imponer la obligatoriedad de la mascarilla y el “distanciamiento social”.

Si el Perú tuviése un verdadero gobernante, el mismo 19 de marzo el Estado habría colocado órdenes de compra para adquirir todas las medicinas, equipos técnicos, implementos, etc., fundamentales para combatir una plaga de estas caraccterísticas. Pero ahora el Estado peruano ni siquiera cuenta con suficiente paracetamol, pruebas moleculares, oxígeno, camas, respiradores, etc. Y esto no es culpa de gobernantes anteriores. Ni del sector privado. Es responsabilidad exclusiva de Martín Vizcarra Cornejo, lamentable mandatario peruano, y de su infeliz ministro de Salud, el trotskista Zamora.

A propósito de trotskismo, comunismo, marxismo, socialismo y demás degeneraciones de la izquierda –que han secuestrado el Estado a través de Humala, PPK y Vizcarra–, lo que sí ha hecho este régimen letal es importar un escuadrón de medicos y enfermeras (sic) cubanos como avanzada para exacerbar y consolidar el malestar poblacional que genera la desatención de Vizcarra a la feroz crisis sanitaria nacional. Estos “médicos”, en pleno zafarrancho sanitario, días atrás dedicaron su labor profesional –tiempo que paga usted, amable lector a razón de US$ 2,000 mensuales, más alimentos, vivienda, equipamiento, etc.– a condecorar (con el evidente alborozo de Vizcarra y el trotskista Zamora) a selectos coleguitas peruanos. ¿Con que argumento? ¡En conmemoración del nacimiento del cubano Antonio Maceo y el terrorista argentino “che” Guevara”!

De otro lado, el ministerio de Cultura –antro de dispendio del oficialismo– ha provocado la natural indignación de las FF.AA. y de quienes reprobamos el terrorismo, financiando un documental sobre el terrorista Hugo Blanco, asesino de nuestros polícias. “Propalar documentales de esta naturaleza, ofenden y atentan contra la dignidad y el respeto de millones de ciudadanos, que luchan día a día con su esfuerzo y sacrificio en mantener una patria libre y soberana; más aún se agrava esta actitud, al personificar a hombres que traicionaron al Perú, en momentos que el país entero, representado por el pueblo, Fuerzas Armadas y Policía Nacional, luchan con sacrificio y valor contra la pandemia del Covid 19 (…) manifestamos nuestra total indignación y rechazo al documental auspiciado y propalado por el Ministerio de Cultura”, ha manifestado la Asosicación de Oficiales Generales en Retiro del Perú.
Vizcarra sigilosamente viene marxistizando el país. ¿Con permiso de quién?