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Ahora, ¿quién nos salvará de esta crisis?

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Fecha Publicación: 07/06/2020 - 21:00
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Deberíamos ir pensando en cómo van a solventarse las graves secuelas económicas que dejará el Covid-19. Porque encontrándose el país en poder de unos ignaros, como esta banda de farsantes presididos por Vizcarra, lo único que viene ocurriendo es que las cuadernas de la nave peruana soportarán muy poco tiempo más la borrasca a la cual viene conduciéndonos este régimen de temerarios, incompetentes y corruptos. Sí. ¡Corruptos! Porque lo más ruin que puede sucederle a un país es que, encontrándose en plena desgracia nacional -por la amenaza contra la salud ciudadana desatada por una pandemia desconocida- su gobierno haga adquisiciones sobrevaluadas relativas a la atención sanitaria y/o adquiera bienes destinados a proteger a médicos, enfermeras, etc. que, sin embargo, no lo hacen por no reunir las especificaciones que garantizaron brindar. Sólo por citar dos ejemplos. Esto ha ocurrido, y sigue ocurriendo, mientras el presidente deja hacer y deja pasar todo tipo de corruptelas sin exigirle responsabilidad política a sus ministros encargados de los sectores culpables de semejante atentado.

Por si fuesen insuficientes los fallecidos y el luto nacional por la masificación del Covid producto del infame manejo de la epidemia desarrollado por el gobierno -llevamos tres meses confinados y las cifras nos colocan segundo en cifra de muertes por habitante, y décimo en la estadística mundial en contagios- nuestra economía ha venido cayendo por el sucesivo descontrol presupuestal y mala ejecución de multimillonarios proyectos de obra pública diseñados por Humala, luego ejecutados en calidad de cómplices por Kuczynski y Vizcarra. Y, como cereza sobre la crema, tendremos elecciones en menos de un año. Ante tamaña coyuntura, ¿cómo estructurarle un plan de salida a esta crisis económica cuyo estallido sigue encubierto por la desinformación que genera Vizcarra?
En tiempos como estos, hacen faltan mentes brillantes y personalidades decididas que acepten el reto de salvar al país ante situaciones azarosas como las que vivimos. El ejemplo más reciente lo tuvimos en 1990. Primero, Juan Carlos Hurtado Miller esbozó magistralmente -y ejecuto valientemente- una propuesta de salida casi inmediata a la inminente quiebra nacional. Enfatizamos “casi inmediata”, porque antes del segundo año el Perú ya había superado el crac. Luego vino Carlos Boloña, un académico con enorme solvencia y la cabeza perfectamente amoblada, quien introdujera normativas cartesianas como la disciplina fiscal; eliminación del subsidio; además de concebir, coordinar y ejecutar un conjunto de reformas estatales que le permitieron al Perú constituirse en estrella, como ejemplo de sacrificio y solidez macro y micro económica. Asimismo desreguló la tasa de interés y el tipo de cambio, abrió paso a la inversión extranjera, produjo la milagrosa privatización de los elefantes estatales, impulsó la libre competencia, creó Indecopi como ente defensor de los derechos de propiedad, etc.

Hoy, ¿quién se atreve a rectificar las andanzas de tres regímenes socialistoides cuyo común denominador ha sido rendirse ante la progresía marxista. Una izquierda que controla este país y amenaza acogotar a quien se le oponga, utilizando la fiscalía y la Justicia, fundamentos de toda nación copados acá por los rojos?