¡La que se nos viene!
El presidente golpista insiste en su vía engañosa, ideológica y destructiva de llevar al Perú a la órbita socialista sudaca. Todo lo hace mal. La Salud Pública está en coma y la economía bajo cero. ¡Pero es culpa de la oposición que denuncia cada una de sus majaderías y tonterías!
Con su clásico cinismo, sostuvo el domingo: “La salud y la economía están en el centro de las prioridades, necesitamos contener la enfermedad y, al mismo tiempo, mejorar condiciones económicas y sociales de la población, pero debe ser gradual para no poner en riesgo lo avanzado”. Vamos por partes. ¿Poner en riesgo lo avanzado? Oiga usted, sanitariamente hablando, el Perú de junio 2020 está muchísimo peor que hace tres meses cuando confinó a la sociedad y paralizó el país. Las estadísticas auténticas -no esa farsa oficialista- exhiben que estamos en una coyuntura más grave. Somos el primer país en cantidad de fallecidos por diferencia frente al año anterior (mecanismo fácil para verificar el impacto del Covid) y el número de contagios sigue disparándose. No hay medicinas básicas para combatir el coronavirus ni respiradores para evitar más muertes, porque su gobierno no importó oportunamente este material fundamental. Estamos desabastecidos de oxígeno porque usted no anticipó su lógica escasez, dada la brutal demanda por la urgencia en atender a los más graves. Es decir, usted lidera a una partida de zánganos, inútiles y mendaces que han colocado al Perú al borde del colapso. ¡Y no se atreve a reconocerlo de puro pusilánime!
En cuanto a la reactivación económica, parece que usted jugara para el enemigo. La progresía marxista que lo secuestró ha aprovechado para imponerle el sello estatista a las requisitos que deberán cumplir las empresas, forzándolas a premisas compulsivas, a estatutos burocráticos y reglamentos incumplibles para que, en adelante, la actividad privada deje de ser preponderante y retorne el letal Estado empresario. Es el resultado de tener un presidente vano, ansioso por la encuesta falseada y el aplauso fácil.
“Yo sacaría una gran Ley para declarar en emergencia la inversión pública en el Perú, con la finalidad de promoverla. Consideremos que el 80% de la inversión es peruana y 20% es extranjera. Claro que hay que atraer inversión extranjera y respetarla, pero los gringos no van a salvarnos, por lo que tenemos que poner todo en valor. Nos está faltando un sentido de urgencia, se nos viene un huaico de magnitud increíble en el aspecto económico”, explicaba ayer en EXPRESO el empresario Roque Benavides. “Ya hay recesión (…) vamos a decrecer 15% (…) ¿Cómo revertirla? Soy de la idea de promocionar proyectos que continúan paralizados, como Chavimochic III; Reservorio de Palo Redondo; Proyecto Majes Sihuas II. En el ámbito minero hay muchos proyectos que podrían desarrollarse rápidamente respetándose el medio ambiente y a las comunidades. Pero necesitamos sacarlos adelante: Tía María y Conga; Pampa de Pongo, Zafranal Quellaveco, Galeno, Michiquillay, los sulfuros de Yanacocha y de la Zanja, La Granja. Todo esto podría constituir una tercera gran ola (de desarrollo nacional). ¿Lo entenderá Vizcarra?