Miguel Ángel Rodríguez Mackay

Cada 21 de septiembre, la Organización de las Naciones Unidas (ONU) celebra el Día Internacional de la Paz. La primera vez que lo hizo fue en 1982, es decir, hace 42 años, luego de que, el 30 de noviembre del año anterior, fuera aprobado por la Asamblea General de las Naciones Unidas, que por estos días lleva adelante su septuagésimo noveno período anual de sesiones en la ciudad de Nueva York.

Del 21 al 26 de setiembre próximos, se reunirán en la sede de la Organización de las Naciones Unidas –denominada Semana de Alto Nivel–, los jefes de Estado, jefes de Gobierno, cancilleres y otros representantes de las naciones del mundo, y lo harán, como cada año, para celebrar, esta vez, el septuagésimo noveno período de sesiones de la Asamblea General de la ONU.

Hemos visto la grabación del embajador Edmundo González Urrutia –que ganó sin discusión las elecciones en Venezuela– desde su exilio en España, precisando que la resolución que reconoce la “victoria” electoral del dictador Nicolás Maduro la firmó como condición para que pudiera salir del país.

En una fecha como la de hoy, 18 de septiembre, tan especial para la historia de Chile, en que sus ciudadanos recuerdan el día de la Primera Junta Nacional de Gobierno (1810), aun cuando el 12 de febrero de 1818 es considerado el día en que fue proclamada la independencia, quisiera relievar en el marco de esta efeméride nacional chilena, a la egregia figura de Bernardo O’Higgins (1778-1842), hij

La primera vez que propuse denunciar (salir de) la Convención Americana de Derechos Humanos –vigente desde 1978–, para aplicar la pena de muerte en el Perú, fue hace más de 15 años y muchos juristas y políticos me decían que eso era imposible y que debía olvidarlo. Por la desgraciada realidad de los peruanos, hacerlo se ha convertido en una imperiosa necesidad nacional.

Augusto B. Leguía y Alberto Fujimori fueron estadistas, pues no todos los presidentes del Perú lo fueron. ABL gobernó al comienzo del siglo XX (1908-1912; y 1919-1930) y AFF, al final de la misma centuria (1990-2000). Ambos tuvieron visión geopolítica como ningún otro gobernante peruano.

Sin medias tintas ha sido el reciente pronunciamiento de más de 40 países de la Organización de las Naciones Unidas –entre ellos el Perú– exigiendo al Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE), la publicación de los resultados de las elecciones del pasado 28 de julio.

Aunque los resultados de las encuestas inmediatas al debate del último martes 10 de septiembre, entre el expresidente estadounidense, Donald Trump, y la vicepresidenta del país, Kamala Harris, dieron por ganadora a la lideresa del Partido Demócrata, objetivamente se ve muy prematuro afirmar que ganará las elecciones del próximo 5 de noviembre de 2024.

Mientras al cierre de esta columna, la salud del expresidente Alberto Fujimori (1990-2000), continúa en estado muy delicado, hoy, jueves 12 de setiembre, al cumplirse 32 años de la detención y encarcelamiento de Abimael Guzmán Reinoso (1934-2021), líder máximo del grupo terrorista, Sendero Luminoso, al que precisamente Fujimori no dio tregua hasta reducirlo en 1992, quisiera publicar, íntegrame

Fue el evento planetario de mayor impacto en el inicio del siglo XXI.

El embajador Edmundo González, ganador por goleada del proceso electoral en Venezuela, ha llegado a Madrid, y a buen recaudo, felizmente, luego de que el reino de España, acertadamente, le concediera asilo político.

La Defensoría del Pueblo y el Ilustre Colegio de Abogados de Lima han solicitado al Gobierno del Perú la convocatoria del denominado Consejo de Estado (CdE) para abordar la incontenible criminalidad. Me referiré, stricto sensu, a la exacta naturaleza constitutiva del CdE y a quiénes faltan integrarlo.

La muerte de dos estudiantes y dos profesores por obra de un adolescente que disparó contra ellos en el Instituto Apalachee, en Winder, a poca distancia de Atlanta, –además, nueve personas quedaron heridas–, vuelve a poner en debate el uso de armas en los Estados Unidos de América, y sin duda, será uno de los temas durante el primer debate, camino a la Casa Blanca, entre el expresidente, Donald

Un 6 de septiembre de 1815, como hoy, Simón Bolívar, el Libertador de Venezuela, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Bolivia, redactó la histórica Carta de Jamaica, una de las piezas jurídico-políticas más extraordinarias que guarda celosamente la explosiva etapa de la emancipación americana de España.

Una de las mayores falencias en nuestra vida internacional en los últimos lustros –lo advirtió el eminente Alberto Ulloa Sotomayor en su afamada obra Política Internacional del Perú– es que nuestro país se ha alejado de contar con una política exterior de Estado.

En el Perú, mirando nuestra penosa coyuntura nacional, está claro que la política quiere subordinar al derecho, y eso me preocupa mucho. Por esta razón, quisiera referirme al derecho como ciencia para comprender el valor de su cualidad en la vida social interna e internacional del país. Para ello, no puedo dejar de formular la pregunta siguiente: ¿Qué es el derecho?

Por supuesto que no es producto de la casualidad el hecho de que Estados Unidos de América decidió incautar el avión del dictador venezolano, Nicolás Maduro, una vez que el aparato, habiendo partido desde República Dominicana, fue a parar hasta Fort Lauderdale, en Florida.

Una acción audaz para un país periférico como el Perú, que no es una potencia intermedia ni un microestado, sino un país con enormes potencialidades históricas y geográficas (recursos) para salir del subdesarrollo, sería formular una invitación al presidente de los Estados Unidos de América, Joe Biden, para que, aprovechando su confirmada visita al Perú en noviembre de este año, con oca