La horizontalidad de las Naciones Unidas

Del 21 al 26 de setiembre próximos, se reunirán en la sede de la Organización de las Naciones Unidas –denominada Semana de Alto Nivel–, los jefes de Estado, jefes de Gobierno, cancilleres y otros representantes de las naciones del mundo, y lo harán, como cada año, para celebrar, esta vez, el septuagésimo noveno período de sesiones de la Asamblea General de la ONU. En ese marco expondrán sus posiciones sobre asuntos de interés nacional o internacional que deben ser conocidos por toda la comunidad internacional. La Asamblea General (AG), entonces, es la expresión más horizontal de la organización planetaria, surgida al final de la Segunda Guerra Mundial, en 1945. ¿Pero qué significa que sea horizontal? Pues que, al sesionar la AG, ningún país que participa en ella es más importante que el otro, es decir, no existen jerarquías. De tal manera que Estados Unidos de América, por ejemplo, jurídicamente es igual al Perú, con lo cual, cuando hay votaciones en el seno del foro, el voto de Estados Unidos no vale más ni menos que el voto de nuestro país, y esa dinámica confirma la fuerza de la única igualdad que existe en el sistema internacional: la jurídica, que se convierte en una pétrea garantía en el mundo del derecho internacional.
Ahora bien, en la AG de la ONU todos los Estados se expresarán a sus anchas, por lo que no deberá sorprender ver a Nicolás Maduro arremetiendo contra la administración de Joe Biden; a Benjamín Netanyahu, primer ministro de Israel, argumentando lo que quiera para referirse a su reacción sobre Hamás, que es parte de Palestina; o a Vladimir Putin contestando las arengas en su contra y de Rusia por parte del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski. Lo harán sin ningún temor a eventuales sanciones desde el derecho, porque en la ONU no hay Estados superiores ni Estados inferiores; además, todos tienen soberanía, cualidad intrínseca y exclusiva de los Estados, y la de Estados Unidos no es más importante que la del Perú, por supuesto.
Ahora bien, en la ONU no existe una autoridad central como sí sucede en el derecho interno. ¿Alguien conoce al presidente del planeta Tierra? No existe porque ningún Estado de la ONU es –debo insistir– jurídicamente más importante que los otros miembros del foro. Pero, más allá del derecho internacional –convertido en una garantía–, es decir, en el ámbito de las relaciones internacionales, que es la ciencia del poder mundial y de las pugnas por dicho poder, no existe la mentada igualdad jurídica, pues los Estados no lo son en términos políticos, económicos, militares, culturales, etc. Jamás Haití, que es un Estado fallido (ingobernable), será igual a Estados Unidos, la superpotencia. Así es como funciona y se mueve el mundo.

(*) Excanciller del Perú e Internacionalista

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