El debate entre Donald Trump y Kamala Harris no confirma nada
Aunque los resultados de las encuestas inmediatas al debate del último martes 10 de septiembre, entre el expresidente estadounidense, Donald Trump, y la vicepresidenta del país, Kamala Harris, dieron por ganadora a la lideresa del Partido Demócrata, objetivamente se ve muy prematuro afirmar que ganará las elecciones del próximo 5 de noviembre de 2024. Pareciera que Harris todavía sigue cosechando el impacto de su impensada candidatura, una vez que se produjo la renuncia del presidente Joe Biden ante la evidencia de las ventajas de Trump sobre el longevo mandatario de los Estados Unidos de América, que no tuvo más remedio que aceptar dar un paso al costado. La novedad de la figura de Harris tiene cierta lógica si consideramos que, entre los temas debatidos, estuvieron, de un lado, el asunto del asalto al Capitolio (Congreso de los Estados Unidos), y de otro, el resultado de la elección que dio por ganador a Joe Biden. Era evidente que estos temas no resultarían de lo más amigables para el exmandatario republicano, por lo que estaba decantado que Trump no ganaría muchos adictos durante el debate en el que además la regla de contar con los micrófonos apagados esta vez no sería estratégica para Trump. Aunque el debate mostró insultos de ida y vuelta al por mayor entre ambos candidatos, queda claro que Kamala Harris no llegó a mostrar un discurso compacto como era lo esperado, considerando su condición de vicepresidenta. De hecho, revisando sus intervenciones, no se puede advertir alguna confirmación acerca de contar con una prospectiva orgánica clara en su referido discurso sobre cómo concibe a Estados Unidos en este momento de su historia nacional, y eso realmente es un asunto clave para quien busca convertirse en jefe de Estado. En cuanto a Trump, no cabe la menor duda de que sigue siendo el mismo, es decir, desbocado y directo en sus insultos, y hasta llegando a los que lindan con los de naturaleza personal contra Harris y, en general, contra el proyecto demócrata, al que considera blandengue. También objetivamente, será necesario que Trump busque otro debate para poder levantar y volver a la idea dominante en la opinión pública que lo vio favorito hasta pocos días después del atentado del que se libró de morir. Todo está aún en desarrollo mirando las dos candidaturas, por lo que nadie podría adjudicarse algún tono de victoria para convertirse en el próximo inquilino de la Casa Blanca.
(*) Excanciller del Perú e Internacionalista
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