¿Por qué no invitar a Joe Biden en visita de Estado al Perú?
Una acción audaz para un país periférico como el Perú, que no es una potencia intermedia ni un microestado, sino un país con enormes potencialidades históricas y geográficas (recursos) para salir del subdesarrollo, sería formular una invitación al presidente de los Estados Unidos de América, Joe Biden, para que, aprovechando su confirmada visita al Perú en noviembre de este año, con ocasión de la reunión del Foro de Coorporación Económico Asia-Pacífico (APEC), realice una visita de Estado.
Es cierto que faltan apenas tres meses, pero si la audacia fuera decidida, no habría límites para gestionar la invitación, considerando además que el viaje a China de la presidenta, Dina Boluarte, se concretó en un tiempo similar.
Ese simple gesto de invitar a Biden, quien llegará al Perú como líder de una de las economías de APEC y no como jefe de Estado, algo que suele confundirse con una visita gubernamental, podría ser ampliamente valorado por la Casa Blanca.
Enfocar demasiada atención en China y en su presidente, Xi Jinping, quien sí vendrá en esa doble calidad –líder y jefe de Estado–, sería desaprovechar una inmejorable oportunidad para nuestra política exterior.
Además, es importante recordar que Estados Unidos es el principal inversor en el Perú, lo que a menudo se confunde con el hecho de que China es nuestro primer socio comercial, algo completamente distinto.
En el caso de que Washington no acepte la invitación, nuestro país no habrá perdido nada; al contrario, si consideramos las ocasiones anteriores en las que Washington ha evitado concretar encuentros bilaterales entre los dos presidentes, en esta circunstancia podría ser valioso para los intereses de Estados Unidos en el Perú, considerando la creciente influencia china. Además, sería también una acción audaz por parte de Estados Unidos, dado que el mandatario de China inaugurará el mega puerto de Chancay.
El mensaje peruano hacia la Casa Blanca sería una reafirmación de su compromiso con el multilateralismo en el marco de la diplomacia y las relaciones internacionales, así como con el equilibrio geopolítico en el comercio y la seguridad internacionales, lo que podría traducirse en nuevas oportunidades portuarias para el Perú, como en el prometedor espacio marítimo de Corío, en Arequipa, considerando la estratégica idea de diversificación.
Finalmente, no olvidemos que Estados Unidos es un actor clave en nuestro radio geopolítico inmediato, un valor que no debemos pasar por alto, para la proyección de nuestros intereses internacionales, más que China, que está ubicada al otro lado del mundo. Debemos cuidar nuestra posición en el globo y maximizar nuestro posicionamiento internacional.
(*) Excanciller del Perú e Internacionalista
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