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Mons. José Luis del Palacio

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Queridos hermanos, estamos ante el III Domingo de Adviento. La primera lectura es del libro del profeta Isaías, y nos hace un retrato de la misión de Jesús: “El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido.

Queridos hermanos: Estamos ante el II Domingo de Adviento. Estas semanas se nos anuncia la escatología. Podemos preguntarnos ¿a dónde vamos? al Reino de Dios, el Señor viene ya. ¿Qué sentido tiene nuestra vida?, ¿de qué nos sirve tener de todo, seguridades, pero sin el Espíritu Santo?

Queridos hermanos:

Estamos ante el Primer Domingo de Adviento. Empezamos un año nuevo en la vida litúrgica. ¡Año nuevo, vida nueva! Este acontecimiento nos invita a esperar en Dios.

Estamos ante el Domingo XXXIV del Tiempo Ordinario, en que celebramos la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, el último domingo de este año litúrgico. Empezamos con el Adviento la siguiente semana un nuevo año litúrgico nuevo, una vida nueva.

Queridos hermanos, estamos ante el Domingo XXXIII del Tiempo Ordinario. La Primera Lectura es del libro de los Proverbios, inicia diciendo: “Una mujer hacendosa, ¿quién la hallará?”. Esta imagen de la mujer hacendosa significa a la Iglesia, que trabaja para dar sentido a la vida. “Adquiere lana y lino, los trabaja con la destreza de sus manos”.

Queridos hermanos, estamos ante el Domingo XXXII del Tiempo Ordinario. La Primera Lectura es del libro de la Sabiduría. ¿Qué es tener sabiduría? Es tener discernimiento. ¿Cómo se adquiere discernimiento? A través de la Palabra de Dios, que nos da prudencia para convivir con los demás y nos quita las preocupaciones, nos hace ver lo más importante, que es experimentar el Espíritu de Dios.

Queridos hermanos: Este domingo celebramos la Solemnidad de Todos los Santos, que es la fiesta de todos los cristianos, porque la santidad de Dios habita en hombres débiles y pobres como nosotros.

Queridos hermanos: Estamos ante el Domingo XXX del Tiempo Ordinario. La Primera Lectura es del libro del Éxodo, donde nos habla de no abandonar al forastero ni a las viudas ni a los huérfanos. Es interesante porque dice la Escritura: “No explotarás a viudas ni a huérfanos, porque, si los explotas y ellos gritan a mí, yo los escucharé.

Queridos hermanos, estamos ante el Domingo XXIX del Tiempo Ordinario. La Primera Lectura de la Misa de hoy es del profeta Isaías, y nos dice: “Doblegaré ante él las naciones”. Dios le ha abierto las puertas a Jesús aniquilando la muerte. Como dice la Escritura repetidas veces: “Yo soy el Señor y no hay otro; fuera de mí, no hay dios”. No salva al hombre el dios dinero, no tiene eficacia.

Queridos hermanos, estamos ante el Domingo XXVIII del Tiempo Ordinario. La Primera Lectura es del profeta Isaías. Nos invita a entrar en la fiesta, en el monte, donde Dios nos va a dar manjares suculentos, buenos vinos. Está aquí profetizando que en el monte Jesús muere y abre con su muerte una fiesta para los pecadores. En este monte Jesús aniquilará la muerte para siempre.

Queridos hermanos estamos ante el Domingo XXVII del Tiempo Ordinario. ¿Qué nos dice el profeta Isaías? Nos habla de una viña, que es el pueblo de Israel, que Dios la ha cuidado, le ha plantado buenas sepas y la ha enriquecido. Como a nosotros los cristianos, que Dios nos ha dado buena formación, buenas homilías, hemos visto santos. Pero, ¿qué frutos damos?

Queridos hermanos, estamos ante el Domingo XXVI del Tiempo Ordinario. La Primera Lectura es del profeta Ezequiel, nos llama a la conversión. Nos invita a volver los ojos al Señor, porque nuestro proceder es muchas veces injusto. No pedimos perdón, no vivimos en comunión unos con otros.

Estamos ante el Domingo XXV del Tiempo Ordinario. ¿Qué nos dice la Palabra? La Primera Lectura es del profeta Isaías y dice: “Buscad al Señor mientras se le encuentra, invocadlo mientras está cerca”. Es muy importante hermanos invocar el Nombre del Señor, porque Él se está dejando encontrar a través de lo que nos está pasando, a través de la pandemia que estamos sufriendo.

Queridos hermanos, estamos ante el Domingo XXIV del Tiempo Ordinario. La Primera Lectura, del libro del Eclesiástico nos invita a quitar de nosotros la violencia y el rencor. Por eso dice: “¿Cómo puede un hombre guardar rencor a otro y pedir la salud al Señor?”.

Queridos hermanos, nos encontramos ante el Domingo XXIII del Tiempo Ordinario. ¿Qué nos dice la Palabra de Dios? El profeta Ezequiel dice: “Súbete al atalaya”. Allí donde se suben los vigilantes, los profetas, que anuncian y viven la verdad. Si yo digo al malvado: “¡Malvado, eres reo de muerte!, y no cambia de conducta, él morirá”.

La Primera Lectura es del libro del Eclesiástico, y nos invita a la humildad. Cuanto más grande quieras ser, humíllate ante el Señor y así alcanzarás gracia. Dice el Eclesiástico: “Hijo mío, en tus asuntos procede con humildad y te querrán más que al hombre generoso.

Queridos hermanos, estamos ante el Domingo XXI del Tiempo Ordinario. ¿Qué nos dice esta Palabra?

Queridos hermanos estamos ante el Domingo XX del Tiempo Ordinario. La Primera Lectura es del profeta Isaías. Nos invita a aguardar, a creer en la misericordia de Dios, que es la salvación, esa es la victoria que experimentamos todos, el perdón de nuestros pecados. Una victoria sobre nuestra impotencia de no poder amar.

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