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Luis Miguel Cangalaya

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Ellos quieren publicar un artículo de investigación. Quieren, aunque el verbo no necesariamente aterrice sobre terreno firme. El camino, por lo general, es sinuoso y poco alentador, pero las necesidades académicas terminan explorando los rincones más insospechados que pudiéramos imaginar.

Hace cinco años, en estos momentos en que escribo esta columna, estaría pensando cómo visitar a papá y tentar la posibilidad de hacerlo sonreír en lo que serían –seguramente– sus últimos años. Entrábamos en estado de reposo, como muchas familias, seguramente, esperando que el día pase por aquella imagen ausente. En nuestro caso, esa imagen ausente tuvo una proyección inversa.

El cuento “El faro” de Juan José Arreola (1918-2001) trata sobre un matrimonio, Amelia y Genaro, que viven en un faro junto a otro hombre. Resulta que Amelia le es infiel a su esposo con este hombre, pero a Genaro parece no importarle. Es más, parece saber la historia entre ambos y, de alguna manera, le gusta ser, desde la otra óptica, “el amante”.

En la actualidad existe una tendencia a la posesión; es decir, a ser dueño, amo o cualquier equivalente respecto a lo posible, incluso, cuando esto no necesariamente tenga que ser material. En esa línea, existen bienes que son socialmente apreciados por las personas: son apreciados, reconocidos e, incluso, proyectados como una necesidad ante la carencia o el vacío.

Las redes sociales permitieron liberar las opiniones. Quienes vivieron encerrados en sus propias palabras durante mucho tiempo encontraron un espacio que les permitió hacerse escuchar. Sin embargo, luego, esto se salió de control. La libertad hizo que cualquiera pudiera opinar, hablar o atacar. La verdad se convirtió en un privilegio de pocos.

José Luis Rodríguez Huamaní acaba de publicar su primer poemario, idea que nació, como muchas veces sucede, en un evento poético, donde decidió que podía reunir una serie de escritos y publicarlos. Los poemas eran diversos, algunos calmados y otros intensos, fuertes, vehementes. Así nace “Vientos sin cadenas”, un poemario que se compone de 40 textos.

A los dieciocho años todavía éramos unos soñadores. Si bien estábamos muy grandes para idealizar las cosas, alguna vez algún profesor nos dijo que los sueños no tienen caducidad. Quizá entendimos mal la premisa. Lo cierto es que soñábamos con ser escritores, de esos que aparecían en los estantes de los libros piratas que visitábamos en los alrededores de la universidad.

Hace poco más de treinta años, García Márquez nos dejó una novela histórica fabulosa. El general en su laberinto (1989) recrea los últimos días de uno de los líderes más recordados de los procesos de la independencia, Simón Bolívar.

Alrededor de los años 80 apareció una creciente cantidad de mujeres escritoras, sobre todo, en narrativa.

El Fondo Editorial del Congreso del Perú acaba de publicar una recopilación de textos con el título “Perú e Italia 1821 – 2021. Dos siglos de relaciones fructíferas”, gracias al acertado trabajo de Giovanni Bonfiglio, quien en sus páginas desarrolla la inmigración italiana desde la Independencia cuando surge la república peruana.

Danilo de la Cruz lleva toda una vida dedicada a la docencia, al desarrollo de talleres de lectura, pero también ha escrito algunos textos de narrativa. En esta oportunidad, presenta dos textos electrónicos de corte infantil: “Brook es familia” (2022) y “Brook y la otra familia” (2023), donde parte de la relación entre las personas con sus mascotas.

Cuando la historia se cuenta solo desde los varones, se ha ocultado mucha información. Y, si, además, la versión hace parecer que solo ellos escribieron y pensaron, la situación es grave. Por eso, es fundamental revelar el lado que, incluso desde perspectivas ideológicas, ha sido dejado de lado premeditadamente.

El Fondo Editorial del Congreso del Perú acaba de publicar “Epitafios. Nueve moradas limeñas”, de Gladys Alvarado Jourde, un libro que registra a través de una serie de fotografías el estado en que se encuentran nueve construcciones limeñas que fueron erigidas durante la Colonia y la República.

La Universidad Católica de Santa María ha publicado un libro elaborado por los integrantes de la comisión especial encargada del estudio académico de las relaciones púbicas en el país, del Colegio Profesional de Relacionistas Públicos del Perú. Esta comisión estuvo liderada por el Dr.

El fin del mundo había sido predestinado para el 12 de diciembre de 2012 a las 12:12 p. m. La conmoción se extendió por todo el mundo por la predicción de los mayas, aunque desde mucho antes ya se había generado un clima de intranquilidad y preocupación. Por ejemplo, en el 2009 se estrenó la película que llevaba como título el año del supuesto desastre: 2012.

Henry Rivas Sucari acaba de publicar Los machos don’t cry (Vicio Perpetuo, 2023), su primer libro de cuentos, cuyos relatos fueron escritos en la época universitaria, cuando estudiaba Literatura en la UNSA. Algunos fueron publicados en revistas literarias de Arequipa y distribuidos en fotocopias a los amigos. Henry comenta: “Siempre busqué un título que logré representar los 6 cuentos.

A los diez años, papá me dijo que Huancayo era tierra de artistas y no le creí por el simple hecho de querer contradecirlo. Lo cierto era que hablar de arte siempre se convertía en una discusión muy subjetiva, y mencionar nombres era aún mucho más complejo en esas épocas en que no teníamos internet para googlear o para consultar a Chat GPT.

En una clase de Geografía en el último año del colegio, un compañero se atrevió a dibujar en la pizarra al profesor, antes de que este llegara a clases. Puso mucho empeño. Se esmeró en los trazos, miró con cuidado, calculando las sombras y los matices, y adoptó posiciones que seguramente había visto en las películas que pasaban los domingos en televisión.

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