Epitafios. Nueve moradas limeñas
El Fondo Editorial del Congreso del Perú acaba de publicar “Epitafios. Nueve moradas limeñas”, de Gladys Alvarado Jourde, un libro que registra a través de una serie de fotografías el estado en que se encuentran nueve construcciones limeñas que fueron erigidas durante la Colonia y la República. Estos edificios fueron la Casa de la Columna, la Casa Coca, la Casa Mujica, el edificio El Buque, la Quinta Heeren, el Hospital Real de San Andrés, el Molino de Santa Clara, la Quinta del Rincón del Prado y el Hospicio Manrique. Todos ellos, debido al despoblamiento a partir de los años cincuenta, fueron deshabitados poco a poco hasta quedar en un abandono total.
Cuenta la historia que las élites que habían habitado dichos lugares se desplazaron hacia el sur, con dirección a Miraflores, Barranco, Chorrillos y San Isidro. Por ello, estas casonas que quedaron deshabitadas fueron ocupadas por las personas que migraron del campo al Centro de Lima, quienes tenían la necesidad de encontrar un espacio donde pudieran asentarse y vivir. Sin embargo, no todos los espacios fueron ocupados y muchos de ellos quedaron abandonados para siempre, tal como lo retrata Gladys Alvarado a través de la fotografía a color, lo cual permite dejar testimonio de la situación real y con una cercanía más notoria del desamparo. Cabe indicar que la autora realizó las fotografías entre los años 2009 y 2018. De esa fecha hasta hoy, algunas de esas edificaciones han sido objeto de remodelación, gracias al Programa para la Recuperación del Centro Histórico de Lima (Prolima).
La presentación del libro se realizó en la última Feria del Libro Ricardo Palma. En dicho acto estuvo presente Milagros Salazar, editora general del FEC, quien resaltó la dedicación de cada uno de los que participaron en la elaboración del libro. También participó el crítico de arte Jorge Villacorta y el arquitecto Reynaldo Ledgard, quien afirmó que “son imágenes de deterioro y abandono, fragmentos de edificios y habitaciones en trance de inminente desintegración”. Además, tanto Villacorta como Ledgard destacaron la capacidad de la autora para mostrar, a través de la fotografía, la lamentable situación en la que se encuentra gran parte del patrimonio arquitectónico de la ciudad, una situación de abandono, despreocupación y poco interés por conservar nuestra historia.
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