ÚLTIMA HORA
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Cristina Luna

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La inflación mundial sigue trepando en medio de una guerra insensata que trae como efecto secundario una crisis energética y alimentaria cuya dimensión aún no observamos. Frente a ello la mayoría de los gobiernos han puesto sus barbas en remojo, buscando reservas estratégicas y haciendo planes a futuro.

Esta semana la política nos vuelve a jugar en contra. Hemos tenido desde pedidos de vacancia, pasando por interpelación y culminando con un fallo del Tribunal Constitucional. Todo ello ha tapado un tema muy importante para todos los peruanos: el cobre.

Hace unas semanas Josie Diez Canseco, la conocida tarotista, se convirtió protagonista de un video viral por su ritual del choclo para lograr pagar deudas, pero se olvidó darnos el tip para conseguir un buen trabajo en planilla que supere los S/ 13 mil soles.

Mientras que el presidente Pedro Castillo celebra que el Perú es el país con mayor estabilidad en una región que atraviesa cambios estructurales, no entiende que estabilidad no significa mejores perspectivas de la economía.

El flamante ministro de Economía, Óscar Graham, es el nuevo responsable de que el Perú navegue exitosamente en aguas turbulentas. El MEF indica que espera lograr una recaudación que llegue a los S/. 146 millones en el 2022, de acuerdo con la actualización del Marco Macroeconómico Multianual de enero del presente año. ¿Será eso posible?

Lo que se siembra se cosecha. Y en esa etapa se encuentra Pedro Castillo. No designar a persona idóneas en las autoridades ambientales es un GRAN error, qué se podría esperar de un gobierno que nunca hubiera levantado las banderas que él levantó o que no estuviera rodeado de tanto político y técnico caviar. Pero vayamos por partes.

Las cifras de la inflación del 2021 han reflejado lo vivido durante dicho año. El Perú registró la inflación más alta en 13 años y no fue gratuito. Ciertamente el mundo esta viviendo un periodo inflacionario, y esto afecta a las economías del mundo. No obstante, en el caso peruano esto se da además por la crisis política interna que nos sigue carcomiendo.

Es Navidad. El Perú de hoy dista mucho de lo que teníamos hace unos años. En tiempos pasados, abrir el regalo peruano era encontrar promesas de crecimiento. Hoy lejos de esperar con ansias el obsequio, aguardamos temerosos ante un presente griego. Es decir, un regalo envuelto con promesas de mejoras pero que adentro palpita el peligro.

Uno de los indicadores más esperados salió esta semana y no se trata del PBI o de la inflación. Es el Índice Global del Hambre (IGH), el cual no solo mide de manera global cómo se incrementa este flagelo sino además hace una medición global del año 2020 y una proyección de lo que sucede en el 2021. La foto, como se imaginarán no es nada buena.

No hay nada que celebrar con el retroceso de la Presidencia del Consejo de Ministros sobre el cierre de minas. El anuncio realizado Ayacucho, por parte de la premier Mirtha Vásquez es una bomba de tiempo dado que, para la población ayacuchana, la palabra de la Primera Ministra no vale nada. Y ese es el gran problema de este gobierno.

Los peruanos contratamos a Pedro Castillo para administrar una situación de emergencia nacional. Ya no tenemos el flujo de dinero de antes, tampoco somos un imán de inversiones, nuestra moneda esta debilitada y por supuesto seguimos con los mismos problemas de toda la vida en el ámbito de la salud y la educación.

El Ejecutivo plantea una serie de propuestas para subir la recaudación de impuestos que, lejos de buscar una base tributaria más amplía, propone seguir sacando agua del mismo pozo.

Van desde aplicar IGV a las plataformas que hoy usan emprendedores tales como Zoom, elevar más la tasa por el alquiler de inmuebles y retirar las exoneraciones a los seguros de vida.

Bastó que se fuera Guido Bellido del premierato y subiera Mirtha Vásquez para que el dólar haga un frenado en seco, cambie de rumbo y vuelva a estar por debajo de los S/. 4. ¿Por qué ha sucedido esto? ¿Es acaso que se concretó la anunciada conspiración para derrotar al díscolo ex premier?

Temor es lo que se siente en el mercado. No lo digo yo, si no las cifras. Septiembre ha quedado marcado por la interpelación del ministro de Trabajo, las amenazas de cuestión de confianza del premier Bellido, el alza del costo de vida y la amenaza de nacionalización de Camisea.

Pio Pantoja, presidente de la Asociación Peruana de Empresarios de la Panadería y Pastelería advirtió que muchos panaderos se vieron obligados a reducir el peso de su producto con el fin de mantener el precio con el cual llega a la mayoría de las mesas peruanas.

La inflación es un impuesto para los más pobres. Si un desayuno cuesta S/ 10, para una persona que gana S/ 100 acceder a él representa el 10% de su dinero. El mismo desayuno, para alguien con ingresos por S/ 1000, representará tan solo el 1%. Volvamos al mismo desayuno un año después.

Esta semana hemos visto asombrados cómo los argentinos han llegado al trueque callejero. Así se han visto obligados a intercambiar, por ejemplo un pantalón de niño por dos leches, dado que en el mercado de ropa de segunda mano el dinero no valdría nada, mientras que en el otro habrían pocos clientes dada la falta de liquidez en los hogares.

En la primera conferencia de prensa del gabinete liderado por el premier Guido Bellido, se dijo esta frase: “Nos están mirando hasta la pulga que camina en nuestros zapatos“, en clara alusión a la vigilancia ciudadana que se esta dando desde que el gobierno de Perú Libre ha asumido la Presidencia de la República.

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