Desgobierno
La inflación mundial sigue trepando en medio de una guerra insensata que trae como efecto secundario una crisis energética y alimentaria cuya dimensión aún no observamos. Frente a ello la mayoría de los gobiernos han puesto sus barbas en remojo, buscando reservas estratégicas y haciendo planes a futuro.
Sin embargo, en estas tierras vivimos el ahora con una indignante despreocupación que colinda con la negligencia y el desprecio. Una clase maestra de lo mencionado la ha dado el premier de la República, Aníbal Torres quien no se le ocurrió mejor idea que parafrasear a María Antonieta, la última reina de Francia, al señalar que “si bien sube el precio del pollo, baja el precio del pescado“ para luego poner el parche y decir que se están tomando medidas.
¿Qué medidas se están tomando? ¿Mantener un ministro de Desarrollo Agrario con una denuncia por asesinato? ¿El titular de Transporte ya tiene una salida para el paro de transportistas? ¿Continuar acorralando al ministro de Economía con desdichados nombramientos en Petroperú? ¿Se puede llamar a esto gobierno?
La realidad nos golpea en el rostro. La capital, registra en marzo la inflación mensual más alta en 26 años. En cifra dura la variación de precios de los últimos doce meses es de 7.46% a nivel nacional, mientras que en Lima llega a 6.83%. Pero claro, aquí no pasa nada.
Lo grave es que esta cifra se da en medio del paro de transporte cuyo efecto total aún no se observa en el precio al público, pero sí en el costo mayorista. Allí los medios han recogido que ya se reporta un incremento de precios en más del doble.
Veamos qué ha subido en marzo. Según Estrategia y Negocios, en el rubro Alimentos y Bebidas no Alcohólicas el aumento fue de 3,41%, debido al alza de precios en huevos de gallina, pollo eviscerado y sus cortes, arveja verde, azúcar rubia, bonito fresco, leche evaporada y zanahoria. Si miramos el lado amable podemos contentarnos con los menores precios en frutas como papaya, mandarina, palta fuerte, uva blanca y maracuyá.
Así, reporta la web de negocios, de los 586 productos que componen la canasta familiar, 457 productos registraron alza de precios, 69 productos bajaron y los otros 60 productos mantuvieron sus valores. Es decir, el 77% de los bienes y servicios se encarecieron.
¿Qué puede hacer el gobierno ante la crisis internacional? ¿Cómo puede evitar que nuestros ya escuálidos bolsillos sigan adelgazando aún más? Teniendo en claro que no existe lonche gratis y que el dinero no llega del cielo, Castillo debe buscar inmediatas salidas y detener los conflictos sociales que paralizan el transporte, la minería y la agricultura.
Si en Palacio de Gobierno les tienta dar más bonos, deben tomar en cuenta que ayudará pero no nos sacará del entrampamiento en el que estamos metidos. Trabajar, hacer negocio, emprender nos da orgullo, pero es imposible si Palacio de Gobierno sigue desgobernando y eligiendo a los peores funcionarios posibles.
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