Lecciones verdes
Bastó que se fuera Guido Bellido del premierato y subiera Mirtha Vásquez para que el dólar haga un frenado en seco, cambie de rumbo y vuelva a estar por debajo de los S/. 4. ¿Por qué ha sucedido esto? ¿Es acaso que se concretó la anunciada conspiración para derrotar al díscolo ex premier?
No. Si hay algo que es cobarde, es el dinero. Desaparece al menor indicio de problemas y reaparece cuando hay oportunidades de crecer. Bellido con su discurso confrontacional no hacía nada más que asustar al pequeño, mediano y gran inversionista.
Aquellos con deudas en dólares fueron los primeros que han sentido el impacto del proceder de Bellido. Durante su estancia en la PCM, ellos han tenido que cambiar más soles para cubrir la misma cantidad de dólares con los cuales debían pagar sus acreencias.
Las amas de casa se han visto haciendo maniobras dignas de trapecista para lograr el menú diario. El pollo y pan, productos básicos de la canasta básica, tienen insumos importados, los cuales se encarecieron. Además, la tarifa de electricidad doméstica también se ha visto incrementada por el alza del dólar. Todo ello mientras más gente se queda sin trabajo y los que aún tienen muchas veces deben aceptar cobrar menos.
Los emprendedores que tenían cuentas en moneda verde o debían adquirir insumos importados, también la han pasado muy difícil. Se vieron en la disyuntiva de trasladar el 100% al precio de venta o asumir una parte. En el primer caso se encontraron con un mercado en crisis y en la segunda con finanzas golpeadas por el COVID-19. Para los que estaban en la cuerda floja, tratando de salir adelante, el incremento en el tipo de cambio fue el último clavo de su ataúd empresarial y simplemente tuvieron que cerrar.
Aquellos que pensaron comprar una vivienda decidieron esperar mejores momentos, a menos que encuentren gangas. Los vendedores que pensaban cerrar negocios se encontraron que sus clientes no solo tuvieron que enfrentar un alza en el tipo de cambio si no además incrementos en las tasas de interés por la incertidumbre en la que vivíamos.
Pero ¿qué más pasó? Como comentamos en otra columna, Julio Velarde, presidente (al fin ratificado) del Banco Central de Reserva tuvo que salir mismo Spiderman a detener el tren descarrilado, quemando en el ínterin nuestras reservas con el fin de parar el alza del dólar, el cual afectaba ya la inflación y la canasta familiar.
Por todo ello cuando dicen que la economía y la política van por cuerdas separadas, puedo indicar que no es cierto. Hoy más que nunca se necesita que todos nos involucremos, informemos y sobre todo tomemos decisiones informadas, dado que la política nos golpea directamente el bolsillo.
La premier enfrenta altas expectativas sobre lo que puede hacer frente al Congreso o el presidente de Perú Libre, Vladimir Cerrón quien ya le puso la puntería. El costo de sus errores lo pagaremos todos, porque recordemos que hoy más que nunca no existe lonche gratis.
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