El Ministerio de Economía y Finanzas ha presentado el Marco MacroEconómico Multianual, y parece haber reconocido la dura realidad en la que nos encontramos.
Cristina Luna
El Perú demandaba nuevos liderazgos y ellos han llegado. Subidas en zapatos de tacos o zapatillas, empresarias de diversos sectores económicos se reúnen usualmente para hablar no solo de negocios.
Tras escuchar a Swami Sivasubramanian de AWS sobre la inteligencia artificial (IA), queda claro que el mundo se dividirá en dos. Por un lado, estarán aquellos que aprovecharán al máximo lo que la IA les ofrece, mientras que por otro lado, habrá quienes se nieguen a ver la realidad y podrían estancarse en el pasado.
El ministro de Economía, Álex Contreras, ha estado muy activo esta semana. En el Quo Vadis 2023, anunció que la presidenta de la República, Dina Boluarte, comenzará a medir a los ministros de estado por su capacidad de gestión. Contreras recordó que al cierre del 2022 se dejaron de ejecutar 18,000 millones de soles, lo que representó el 28 % del presupuesto.
La economía colaborativa ha llegado para quedarse y ha demostrado ser una tendencia en constante crecimiento en todo el mundo. En el caso de Perú, plataformas como Rappi han encontrado un terreno fértil para expandirse y ya anuncia servicios en nuevas ciudades, como Iquitos y Pucallpa.
Un informe de Llorente & Cuenca, elaborado con motivo del Día del Orgullo LGBT, revela que en el Perú la comunidad detractora en la conversación digital ha crecido y ahora representa el 50.1%. El 20.1% se encuentra en el medio y el 29.8% constituye la comunidad promotora. Esto significa que más del 70% de las personas no está a favor.
El fenómeno de El Niño Costero (FNC) es una realidad que ha afectado en reiteradas ocasiones a la economía peruana. Sus consecuencias son devastadoras, tanto para la población como para el desarrollo económico del país. Los efectos del Niño Costero ya están presentes tal como advierte la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos.
El dueño de un recién inaugurado chifa en Comas se convirtió en víctima de un ataque por parte de un delincuente. Sin mostrar remordimiento, este individuo atacó a la esposa embarazada, quien se encuentra en su séptimo mes de gestación.
Había una vez un país gobernado por un presidente incapaz que colocó en los cargos más importantes a personas igualmente incompetentes. Antes de la llegada de este presidente, el país contaba con un servicio civil de documentación rápido, eficiente y, sobre todo, honesto. Sin embargo, el presidente se fue y todo lo ganado quedó en el pasado.
Durante 2023, hemos sido testigos de una cascada de propuestas, que van desde el punto de vista económico hasta el político. Es saludable el debate, sin embargo, casi todos van al mismo lugar común y no atacan el verdadero problema: la informalidad.
El norte del país se enfrenta a una de las pruebas más duras que le ha tocado pasar. Las lluvias que inundan todo, un terremoto en la zona de frontera, el dengue, la paralización de la economía regional y ahora el anuncio de un posible fenómeno El Niño, puede paralizar hasta el inversionista con más sangre fría pero no al Estado peruano. Lamentablemente, esto último ha sucedido.
El gobierno comienza a plantear la necesidad de que los peruanos tengamos un seguro de desempleo, el cual tendría un costo de entre 1.8 % y 2 % de la remuneración y no reemplazará a la CTS. De convertirse en realidad daría una cobertura por un período de tres o cuatro meses, con un porcentaje del sueldo que venías percibiendo, entre 60 % y 70 %.
Hemos tenido autoridades regionales incapaces. De eso no cabe duda. El científico Patricio Valderrama tuiteó que en Punta Hermosa, tres barreras de 2 metros de altura hubieran detenido la dinámica del flujo del huayco, reduciendo su velocidad en 45 %.
El ministro de Economía, Alex Contreras, se muestra optimista. Anunció que “ya se siente el cambio de gestión, a pesar de ser un primer año de nuevos gobiernos subnacionales, se está logrando revertir la tendencia, estamos alcanzando niveles récords, por encima de lo que se observaba en periodos de inicio de gobiernos“.
No hay duda alguna que estamos viviendo el febrero más caluroso de la década, sin embargo la calle no está caliente tal como la izquierda nos quiere hacer ver. La encuesta de IPSOS presentada por América TV mostró dos cuadros que pasaron por agua tibia por el momento político.
Acabó enero y la inversión está paralizada. La Cámara de Comercio de Lima mide el pulso económico de la debacle y nos dió unas cifras de espanto.
El Perú otra vez se desgarra, enluta e incendia. Las marchas piden la cabeza de la presidenta Dina Boluarte (y de paso del presidente del Congreso, José Williams). Imágenes desgarradoras se unen con análisis sobre el incierto futuro peruano. Se barajan teorías cuerdas y descabelladas.
Las malas costumbres se arraigan rápidamente. No asumir la responsabilidad sobre los hechos es cómodo pero caro. No nos hace madurar. Nos hace reiterar el error. Igual pasa con el modelo económico. Nos quejamos de que el modelo no funciona, pero ¿quién lo ejecuta? Nosotros, los peruanos. Ningún marciano lo hace, lo hacemos nosotros. ¿El modelo tiene la culpa? No.