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Ideas y cultura

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Fecha Publicación: 20/01/2023 - 22:30
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El Perú otra vez se desgarra, enluta e incendia. Las marchas piden la cabeza de la presidenta Dina Boluarte (y de paso del presidente del Congreso, José Williams). Imágenes desgarradoras se unen con análisis sobre el incierto futuro peruano. Se barajan teorías cuerdas y descabelladas. Sin embargo, entre tanto caos, aparece nuevamente un fenómeno conocido: el analista que solo ve un lado de los hechos.

Con estupefacción los peruanos residentes en el exterior escuchan la palabra guerrillero cuando se refieren al grupo terrorista Sendero Luminoso. Espantados escuchan que las fuerzas armadas están ejecutando un genocidio contra los ciudadanos que salen a protestar. Indignados se sienten cuando se justifica la toma de carreteras, aeropuertos y quema de edificios, como actos de protesta. ¿Cómo sucede esto? ¿Qué pasó?

Los opinólogos de turno que vemos en los medios internacionales suelen salir de las canteras dominadas usualmente por la izquierda. Ellos han sido moldeados a lo largo de los años por becas, pasantías y premios a la investigación que incentivan esta corriente política. La izquierda definitivamente ha hecho su trabajo, la derecha no.
¿Qué cultura ha creado la derecha? Hoy los medios recogen lo que hay, lo que encuentran es la cultura de la izquierda. La derecha invierte en lo que hasta hoy le interesa, por ejemplo, ciencia cuyo fin pueda ser rápidamente utilizable, ingeniería o estudios de mercado, pero no en obras de teatro que resalten el espíritu emprendedor, clubes para jóvenes en colegios públicos para hacer negocios, libros para niños resaltando historias emprendedoras, becas para maestros que enseñen economía, incentivos para jóvenes antropólogos para que analicen la informalidad o para psicólogos que evalúen nuestra aversión a pagar impuestos.

Ojo, ello no significa que no existan estas iniciativas. Lo que significa que son escasas, con poco presupuesto y arrinconados en la planificación anual de las grandes corporaciones. Axel Keiser lo había presagiado en el 2014 cuando escribió su magnífico libro “La Fatal Ignorancia”, en donde critica la anorexia cultural de la derecha frente al avance ideológico progresista. Cuando lo publicó, lo acusaron de alarmista, nadie tomó el toro por las astas y hoy, toda la Latinoamérica paga las consecuencias de la indiferencia.

¿No me creen? Les regalo una línea de Keiser: “En esto no hay que equivocarse: sin ideas de derecha no hay política ni economía de derecha. Así de sencillo“ . Lo que enfrentamos en el Perú es un lucha ideológica y no informativa. Y para muestra un botón. Dina Boluarte ha sido elegida en la fórmula presidencial que Pedro Castillo, sin embargo, muchas consignas dicen “yo no voté por ella“. Recordemos que no es la primera vez que vivimos una sucesión constitucional. Hace poco Martín Vizcarra, sucedió a Pedro Pablo Kuczynski, y esto no sucedió una generación atrás.

Estos días de protesta ciudadana nos debe hacer reflexionar y pensar. Los que pensamos que la derecha es la solución, ¿qué hemos hecho mal?, ¿en qué nos equivocamos?, ¿debimos ser más empáticos? (obvio) pero los invito a dar un paso más: ¿cómo no volvemos a vivir esto en cinco años más?