Hace agua

Hemos tenido autoridades regionales incapaces. De eso no cabe duda. El científico Patricio Valderrama tuiteó que en Punta Hermosa, tres barreras de 2 metros de altura hubieran detenido la dinámica del flujo del huayco, reduciendo su velocidad en 45 %.

Con esa reducción, señala el tuitero, el pobre canal de la quebrada hubiera soportado. Valderrama subraya que esas 3 barreras hubieran costado menos de 15 mil soles. Hoy los daños, nos recuerda, son millones.

La imagen de un niño rescatado gracias a la valentía de vecinos nos recuerda a la señora Evangelina Chamorro quien hace seis años casi pierde la vida en el mismo distrito nos recuerda que nada se ha avanzado y que todo lo invertido para recuperar las zonas afectadas no solucionaron nada, dado que no se hicieron las obras de prevención más importante.

Ello solo es posible porque le damos poder a los incapaces, a personas indolentes que autorizan edificaciones donde la muerte ronda, a políticos ávidos de poder y votos que permiten que personas vivan dónde el reloj corre esperando el próximo huaico. ¿Es culpa de ellos? No. Es culpa de nosotros. Ellos llegan al poder gracias a nuestros votos, y pasean tranquilos por las calles por la falta de rendición de cuentas no solo ante la justicia sino ante la ciudadanía.

La democracia hace agua cuando esto sucede. En el norte, otra vez las calles están inundadas y miles de personas damnificadas. Ante esta realidad tenemos al político más longevo (gobernador regional, alcalde de Trujillo, congresista y candidato presidencial) de la política nacional, César Acuña, haciendo la del gran bonetón y diciendo que el problema es el gobierno central.

Acuña no es un recién llegado a las lides políticas, sabe muy bien lo que hace. Evade su responsabilidad, no rinde cuentas a pesar de la importancia de su partido político y de el mismo en la toma de decisiones del norte del país.

Pero no ha sido el único político criticado. En Lima, el alcalde Rafael López de Aliaga también. A pesar de los esfuerzos que ha realizado la municipalidad metropolitana las declaraciones del burgomaestre no han sido las más acertadas.

Ciertamente lo peor no ha pasado, y quizás esta por venir. Hasta este momento, las nuevas autoridades tienen un espacio para escudarse en el hecho que son recién llegados. Ese discurso ya se agotó y los ciudadanos necesitamos obras y no excusas, dado que todo hace prever la llegada del fenómeno El Niño.

Espero sinceramente que los ciudadanos de las zonas afectadas no olviden a los que autorizaron las construcciones en zonas mortales, aquellos que se dedicaron hacer cosas decorativas en vez de descolmatación y obras de prevención.

Si dichos ciudadanos no hacen esto, dejarán el camino libre para que dichos políticos crezcan y ganen más adeptos, quienes desconociendo el comportamiento previo caen presas de los engaños marketeros de los políticos. El mal hay que cortarlo de raíz y eso implica que salga del mercado político para siempre.

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