Fuera de la caja

Durante 2023, hemos sido testigos de una cascada de propuestas, que van desde el punto de vista económico hasta el político. Es saludable el debate, sin embargo, casi todos van al mismo lugar común y no atacan el verdadero problema: la informalidad.

Por ello, es aplaudible la propuesta pensionaria que Credicorp ha presentado. Ella no sólo se enfoca en el mercado laboral formal, sino que por primera vez una institución financiera busca solucionar el tema pensionario entre los informales, quienes representan la verdadera fuerza laboral en Perú.

La propuesta presentada por Alejandro Pérez-Reyes, COO de Credicorp, es sumamente valiosa porque se pone en los zapatos de los informales. Presenta soluciones a través de la billetera digital, proponiendo que a través de un Yape o un PLIN se realicen aportes al fondo pensionario de los informales. Además, siendo muy realista, propone que por cada sol que los aportantes den en su fondo pensionario, el Estado premie este esfuerzo dando un sol adicional.

Confieso que dudé del planteamiento en el momento de escucharlo. ¿El Estado realmente lo haría? ¿O estaríamos creando un nuevo proceso de lucha similar al Fonavi, el cual obligó a miles de ciudadanos a realizar acciones de amparo y medidas legales para recuperar el dinero?

Sin embargo, Pérez-Reyes profundizó en el tema y explicó que, a diferencia del Fonavi, cuya redención de la promesa económica se daba al finalizar cierto tiempo, este pago se daría en el momento que el aportante lo hace, con lo cual el Gobierno peruano tendría menos incentivos para evadir este pago. Sería políticamente costoso incumplir.

Pérez-Reyes también fue súper claro respecto al espinoso tema de las comisiones. Recordó que son percibidas como altas y que no responden a las expectativas de los pensionistas y de los aportantes. Por ello, para arrancar de raíz este tema, propuso alinear los incentivos de los gestores con los de los afiliados en función a la rentabilidad del fondo. Es decir, que los administradores ganen dinero conforme tu fondo de pensiones gane rentabilidad.

Alrededor de 2.3 millones de aportantes ya no cuentan con fondos para su jubilación y los afiliados que mantienen el fondo han hecho retiros parciales corriendo el riesgo de no contar con una pensión mínima en el momento de su jubilación. A esta situación hemos llegado tras 29 años de funcionamiento y un crecimiento de más de 10% anual, según cifras de SBS. Pero no todo son números. Hoy, el sistema está perforado básicamente porque los aportantes consideran que reciben un mal servicio, mientras que las AFP siguen rentabilizando. Los jubilados tampoco están contentos.

Pérez-Reyes es muy realista con su propuesta. Deja en claro que el modelo actual requiere ser reformulado. No adaptado, sino reformulado de raíz para adaptarse a las necesidades y demandas de un público que lo exige a gritos. Si el sistema privado de pensiones decide resistirse al cambio, es poco lo que se podrá hacer para que sobreviva. Urge que se piense fuera de la caja.

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