ÚLTIMA HORA
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Milagros Bellido Z.

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Creo que, a estas alturas, ya no cabe ninguna duda de que el APEC ha sido muy importante para la economía de nuestro país.
Tampoco cabe duda de que su organización dio la talla, tratándose de la responsabilidad de tener a dos de los principales líderes del mundo como visitantes.

Hace unos días llegué a Santiago, capital de nuestro vecino Chile.

No suelo hablar de religión, ya que me considero respetuosa de valores humanos básicos como el amor, el respeto, la justicia y la verdad, que aportan a la dignidad de toda persona. Mi vida en otros países me ha hecho ver que la religión, en ocasiones, divide más de lo que une.

Esta es una frase que, a primera vista, es muy normal. Pero si a esto le sumamos: soy mujer, SOY PERUANA y quiero ser política, cambia radicalmente. No es igual decir: “soy mujer, soy danesa y quiero ser política”. No, no es igual.

El héroe tiene 88 años, ha perdido la audición a través de los años, primero en un oído cuando era joven y detonó una granada muy cerca de él; y el otro, por el deterioro natural de los años y de haber estado expuesto durante cincuenta años al ruido estruendoso de los disparos en combate, durante los entrenamientos militares, y el rugir de los motores de los helicópteros en sus vuelos para supe

El sábado pasado en Madrid, Fabiola Yáñez, esposa del expresidente argentino Alberto Fernández, realizó una denuncia mediática sobre las supuestas agresiones físicas, emocionales y psicológicas que sufrió durante todo el período gubernamental de su esposo, e incluso antes de este.

Los latinoamericano hemos vivido, durante mas de un siglo, con los ojos puestos en Europa como cuna del desarrollo, respeto, cultura, orden y disciplina; pero ya no lo es. Hoy Europa es esa vieja pituca que se acostó con quien pudo, mantuvo a todos sus amantes y quedó arruinada económica, moral y emocionalmente. Ya no sabe quien es. No se reconoce.

En 1989, estando yo viviendo en Israel por motivos familiares, se realizaron elecciones generales en el Perú. Los candidatos finales fueron Mario Vargas Llosa, quien contaba con el total apoyo de los limeños y de la clase media baja, media alta y alta de las principales provincias de nuestro país, y Alberto Fujimori, catedrático universitario, desconocido para la mayoría de electores.

La semana pasada fue una semana de esas movidas, políticamente hablando. Se lanzaron al ruedo figuras que hace tiempo deshojan margaritas y coquetean con todos y con nadie.

Hace una semana se debatió en el Congreso la ley que precisa la aplicación del delito de lesa humanidad a nuestros héroes combatientes contra el terrorismo en el Perú.
¿Qué es lesa humanidad?

¿Qué es el honor? Según la RAE, es la cualidad moral que lleva al cumplimiento de los propios deberes respecto del prójimo y de uno mismo.

Pensé que había visto mal cuando ayer leía la entrevista al Canciller de la República Javier González-Olaechea en el diario Expreso. No estaba equivocada, esa era la cifra, 375 mil ONG operan en el Perú y únicamente 2,900 están registradas en la APCI (Agencia de Cooperación Internacional) voluntariamente.

Los caviares acabaron con la poca decencia que quedaba en la política peruana. Si hoy nos ponemos a analizar sobre la manera cómo la mentira, la deshonra, la difamación y la bajeza se han instalado en la forma de hacer política en nuestro país, llegaremos a la conclusión que Vladimiro Montesinos, únicamente se encargó de poner “la primera piedra” del monumento a la degradación democrática.

¡Ojalá fuese ésta la solución! Lamentablemente no lo es. La semana qué pasó, la mesa directiva del Congreso de la República aprobó el aumento de S/ 3,300 soles a una asignación salarial de los padres de la patria.

Nunca antes, en lo que tengo que de memoria, los comunicadores políticos, rigurosos observadores de la imagen, protocolo y etiqueta de los mandatarios hemos tenido tantísimo material de estudio. No comienza con Dina, comienza con Pedro Castillo.

Ayer, mientras revisaba los acontecimientos nacionales de la semana en los portales de los medios de comunicación, escuchaba a lo lejos los alegatos de defensa de la abogada de la congresista Rosselli Amuruz. La verdad, no conozco a fondo el caso, pero si me llamó la atención la insistencia de la abogada de separar la naturaleza política y la personal de su defendida.

Un ocho de marzo más en la vida de las mujeres peruanas. Un ocho de marzo que creo que únicamente se celebra en nuestra capital y en las clases más privilegiadas. Personalmente yo, hace un poco más de cinco años que sé que esta conmemoración existe, y hace 4 que realmente entiendo lo que significa.

Un poco de memorex. El año 2000, cuando cae el gobierno de Fujimori luego de 10 años de gobierno y escándalos de corrupción protagonizados por su principal asesor, el inefable Montesinos, la gavilla caviar se hizo dueña y señora de lo que quedaba del sistema de justicia peruano.

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