Esta semana, dos hechos de violencia ganaron titulares en la prensa convencional y, sobre todo, en los portales de la variopinta fauna que habita las redes sociales, dando pie a las más bajas pasiones de odio y venganza.
Ángel H. Romero Díaz
Presidente de la Asociación Nacional de Magistrados del Perú 1991-1992. Presidente de la Corte Superior de Lima 2007-2008. Actualmente Presidente de la Primera Sala Contenciosa Administrativa de la Corte Superior. Juez Superior 1989 hasta la actualidad.
Víctor Raúl Haya de la Torre, al asumir la Presidencia de la Asamblea Constituyente de 1978 —la que dio fin a la dictadura militar—, citando al político cubano José Martí, dejó una frase que sigue vigente para el Partido Aprista Peruano: “cuando el sufragio es ley, la revolución es el sufragio”.
El crimen no para en el país. Sigue en aumento, pese al esfuerzo que dice desplegar la Policía. No hay hora en que no nos sorprenda un nuevo asesinato en cualquier punto de la ciudad. La prensa se encarga de recordarnos que vivimos en una jungla donde la muerte por manos asesinas se ha normalizado.
Machu Picchu, una de las “Siete Maravillas del Mundo”, estuvo esta semana en el foco de interés y asombro global. No por su valor ni por su belleza, sino por una gravísima crisis derivada de la pésima gestión en su cuidado y administración.
El Congreso aprobó esta semana una reforma contra el sicariato, elevando las penas de cárcel a 30 años y hasta cadena perpetua en casos agravados. Era, en parte, lo que la ciudadanía reclamaba frente a la ola creciente de delincuencia organizada que tiene en zozobra a la población.
Nací en Chiclayo hace 74 años y este fin de semana, aprovechando el feriado, viajamos con toda mi familia para que mis hijos recordaran las veces que, de pequeños, iban a la ciudad de la amistad y, además, para que mi linda nieta Olivia fuese presentada a sus ancestros que descansan en el cementerio del Carmen: sus bisabuelos, tía abuela y tatarabuela.
La bella ciudad de Tacna, conocida también como la “Ciudad Heroica”, nos recordó esta semana dos grandes acontecimientos de nuestra historia republicana. Uno tuvo que ver con su reincorporación oficial al suelo peruano, ocurrida en 1929, después de medio siglo de ocupación chilena iniciada durante la Guerra del Pacífico.
El 13 de agosto de este año, la presidenta Dina Boluarte promulgó la Ley N.º 32419, que concede amnistía a los miembros de las Fuerzas Armadas, de la Policía Nacional del Perú y de los Comités de Autodefensa que participaron en la lucha contra el terrorismo entre los años 1980 y 2000.
El expresidente Martín Vizcarra es un personaje singular: su cinismo, a prueba de balas, es único en el país y quizá en el mundo. Nada lo sorprende, no se inmuta ante nada ni muestra el menor remordimiento, sin importar lo que digan o cómo lo llamen. Para él, todo es normal. El problema siempre está en los demás, no en él.
El 12 de marzo de este año, el pleno del Congreso de la República aprobó la creación de la comisión investigadora multipartidaria de los acuerdos de colaboración eficaz firmados entre la empresa brasileña Odebrecht y el Estado. Días después, la presidencia recayó en el congresista Alejandro Muñante, de Renovación Popular.
La empresa Petroperú sigue siendo una carga pesada para el Estado peruano. Con la experiencia acumulada, puede afirmarse que fue un error del gobierno de Alberto Fujimori no haberla privatizado, como sí hizo con la mayoría de empresas estatales.
El Ministerio Público viene enfrentando una crisis muy seria que, ensayando un símil, podría decirse que el enfermo está por ingresar a cuidados intensivos.
La presidenta Dina Boluarte recomendó a la ciudadanía ejercer un voto informado y responsable en las Elecciones Generales de 2026. Un sano consejo para no volver a cometer los errores que nos llevaron a tener mandatarios y congresistas impresentables en estas últimas décadas.
Desde hace más de diez días, el bloqueo de carreteras por parte de miembros de la Confederación Nacional de Pequeña Minería y Minería Artesanal del Perú (Confemin) ha impedido el tránsito normal de miles de buses, camiones y vehículos particulares, especialmente en el sur y, progresivamente, en el norte del país.
El diario Expreso informó que “siete suboficiales de la Policía Nacional del Perú (PNP) fueron sorprendidos bebiendo licor en plena jornada laboral, mientras debían patrullar el distrito de San Gabán, en la región Puno. El hecho ocurrió dentro de una vivienda que también funcionaba como restaurante”.
No todo tiene que ser violencia, confrontación y dolor. La crisis por la que atravesamos nos genera todo ello, y quizás sea la más grave de las últimas décadas. El lenguaje del odio crece, convirtiendo al país que habitamos en el peor escenario para crecer.
El evento sísmico ocurrido el Día del Padre, de magnitud 6.1, localizado a 30 kilómetros al suroeste del Callao, fue el de mayor intensidad entre los 398 registrados en lo que va del año, según el Instituto Geofísico del Perú (IGP).
El pasado 7 de junio, el senador colombiano Miguel Uribe Turbay fue víctima de un atentado del que resultó gravemente herido, cuando se dirigía a sus simpatizantes en vísperas de un proceso interno de su partido, el Centro Democrático, para elegir a su candidato presidencial con miras a las elecciones de mayo de 2026.