Empieza la campaña

La presidenta Dina Boluarte recomendó a la ciudadanía ejercer un voto informado y responsable en las Elecciones Generales de 2026. Un sano consejo para no volver a cometer los errores que nos llevaron a tener mandatarios y congresistas impresentables en estas últimas décadas. Para evitarnos lamentos y golpes de pecho, debemos pensar con responsabilidad antes de tomar decisiones ligeras durante el acto supremo de emitir nuestro voto. Ya bastante nos hemos equivocado. El destino del país y de nosotros mismos no merece más malas decisiones.
Vivimos una etapa de grandes riesgos y desafíos. Nuestra democracia parece debilitada por la crisis que corroe a las instituciones que le dan legitimidad. El peligro ronda por todos lados, y los enemigos del sistema acechan hoy más que nunca. Expertos advierten, por ejemplo, que las economías ilegales estarían preparando condiciones para financiar, directa o indirectamente, algunas campañas presidenciales o congresales. ¿Y cuál es el objetivo? Lograr presencia política y poder real en instituciones clave del Estado, como el Ejecutivo y el Parlamento, puntos centrales para gobernar y legislar según sus intereses.
A estas economías ilegales —advirtió Pedro Yaranga, especialista en seguridad— “les encanta el desorden. Cuanto más desorden, ellos se benefician y empiezan a copar diferentes estratos de la sociedad”, dijo en declaraciones a este diario.
Tenemos 43 partidos políticos habilitados para participar en los próximos comicios. Son tantos, como nunca antes ocurrió, que urge la formación de alianzas electorales que reorganicen la participación y faciliten la elección ciudadana.
La Ley de Organizaciones Políticas establece que una alianza electoral debe estar conformada por al menos dos partidos con inscripción vigente, y su registro debe ser revisado y publicado por la Dirección Nacional de Registro. El plazo para modificar estatutos y reglamentos venció el 11 de junio, y casi la mitad de los partidos realizó estas actualizaciones, según se informó. La ley también indica que las alianzas deben alcanzar un mínimo del 6 % de votos válidos para conservar su inscripción, aumentando un 1 % por cada partido adicional que se sume a la coalición.
Con estas reglas claras, los partidos inscritos trabajan en formar alianzas que les aseguren mejores condiciones. Según la prensa, el Partido Popular Cristiano, de larga trayectoria, ya firmó una alianza con Unidad y Paz, liderado por el congresista y general (r) Roberto Chiabra. Javier Bedoya Denegri, secretario general del PPC, señaló que la fórmula presidencial será encabezada por Chiabra.
Las alianzas no son nuevas en la política peruana. Según el Observatorio para la Gobernabilidad del JNE, desde 1931 más del 60 % de los procesos presidenciales han contado con coaliciones. Desde 1990, estas se han mantenido, salvo en 2021.
Estudios de Transparencia e Ipsos señalan que las alianzas han logrado ubicarse entre las tres opciones más votadas desde 2006. Enzo Elguera, investigador, afirmó que aquellas coaliciones con propuestas comunes e integración regional han sido exitosas, mientras que las creadas solo por conveniencia han fracasado o se disolvieron antes del proceso.
Los partidos que no busquen acuerdos deben presentar propuestas viables en seguridad, educación, salud y economía. El Estado debe cumplir su rol constitucional: estimular la creación de riqueza y garantizar la libertad de empresa, sin intervencionismo.
Esperemos que los candidatos sean dignos de nuestro voto.

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