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La gota que rebasó el vaso

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Fecha Publicación: 10/10/2025 - 21:30
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Esta semana, dos hechos de violencia ganaron titulares en la prensa convencional y, sobre todo, en los portales de la variopinta fauna que habita las redes sociales, dando pie a las más bajas pasiones de odio y venganza. El precandidato de Avanza País, Phillip Butters, fue atacado y duramente abucheado en Puno por una pequeña turba, luego de una frustrada entrevista radial para la que había sido invitado.
Por otro lado, el concierto del popular grupo de cumbia Agua Marina fue atacado por la delincuencia en Lima, en el Círculo Militar de Chorrillos, con una ráfaga de disparos que desató el terror entre los asistentes y dejó varios heridos de cuidado, entre ellos a dos de sus integrantes.
La reacción contra Butters obedeció, según se escuchó a varios entrevistados por medios capitalinos, al malestar que se le tiene en Juliaca por sus declaraciones del año 2022, cuando calificó como “terroristas” a quienes protestaban contra el gobierno de Dina Boluarte tras la caída del golpista Pedro Castillo. Los pobladores dijeron no olvidar esas expresiones y se autoconvocaron en la emisora para expulsarlo, protegido por un fuerte contingente policial que evitó consecuencias mayores.
Esa reacción irascible de una población que transforma en odio sus experiencias pasadas impidió que el precandidato explicara sus propuestas en el programa al que había sido invitado. Los partidos y movimientos nacionales condenaron inmediatamente el hecho.
Mientras tanto, el atentado contra Agua Marina remeció profundamente la conciencia ciudadana. Ocurrió en un recinto militar donde, en teoría, uno debería sentirse seguro. Sin embargo, la delincuencia ha hecho de la extorsión una inmunda forma de vivir. Se respira inseguridad por donde se vaya.
Este atentado detonó la actividad congresal. Con ánimo de corregir la errática dirección del Ejecutivo en materia de seguridad, el Congreso votó la moción de vacancia de la expresidenta Dina Boluarte por permanente incapacidad moral. Justa o no la causal, lo cierto es que amanecimos con un nuevo presidente: José Jeri, titular del Congreso, quien asumió el cargo por mandato constitucional.
Nos toca mirar hacia adelante. Es momento de unir esfuerzos para llegar a las elecciones sin contratiempos, con la convicción democrática de que el ganador en las urnas será ungido en julio de 2026 por la voluntad de los electores, y de nadie más.
A Jeri le corresponde unir a todas las fuerzas políticas, formar un gabinete de ancha base y, sobre todo, rodearse de técnicos capaces. De lo contrario, será más de lo mismo, y se habrá perdido una oportunidad de oro para enmendar el rumbo del país.
Señor Jeri, recuerde: las oportunidades son como las flechas, nunca regresan. Es su hora para conseguir que la criminalidad sea historia. No la pierda. Busque una gobernabilidad sólida. Fortalezca a la PNP, al Ministerio Público y al Poder Judicial. Impulse la economía con generación de empleo. En este punto, podría convocar a economistas como Luis Valdivieso o Luis Carranza, quienes demostraron solvencia en el segundo gobierno de Alan García.
Arriésguese. Es ahora o nunca.

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