El discurso comunista es tóxico inclusive para quien lo utiliza, como el sindicalista magisterial Pedro Castillo y sus seguidores quienes han pasado de exhibir trapos rojos y lápices a blandir machetes por Lima, como si fuera la quinta calle del bananal.
Martha Meier M.Q.
La proclamación del ex toledista Pedro Castillo, candidato del Lápiz, como presidente tras tan tramposas elecciones, supondría el triunfo de los enemigos de la democracia liberal y de nuestras instituciones republicanas. Es el arribo al poder de Sendero Luminoso con el MRTA; de hecho, más de cinco congresistas electos por Perú Libre tienen antecedentes por terrorismo.
Fidel Castro adoptó el término Socialismo del Siglo XXI para exportar su fracasada revolución por América Latina y el Caribe. Eligió de heredero a Hugo Chávez, quien destrozó Venezuela como hizo él con Cuba más de medio siglo antes.
Durante las dos últimas décadas la gran prensa peruana ha sido la mejor aliada del proyecto comunista que podría hacerse hoy del poder.
Mañana nos jugamos el futuro de la Patria, la promesa de la vida peruana –de la que hablaba el gran historiador Jorge Basadre–, y la libertad. La confrontación es entre la continuidad de la democracia encarnada por Keiko Fujimori (respaldada por diversos partidos) y el narcoterrorismo castrochavista disfrazado de política, de socialismo del siglo XXI, de profesor.
La estrategia del odio a la que recurre el candidato Pedro Castillo es oscura, perversa y destructiva. El odio es una poderosa emoción negativa que impulsa el deseo de dañar al otro. Castillo pretende que nos odiemos los unos a los otros, pero parece que más ha calado el llamado a la unidad de Keiko Fujimori, que ha logrado que los partidos democráticos apoyen su candidatura.
Pedro Castillo considera que en Venezuela hay democracia, y el sentenciado por corrupción Vladimir Cerrón en una conferencia con el tirano Maduro calificó de “palomillas” a los países integrantes del Grupo de Lima, que busca liberar del yugo narco-comunista a los del Orinoco. “Hablo en nombre de los peruanos”, dijo, mintiendo que es lo que mejor hace esa banda llamada Perú Libre.
El autor, académico y trotskista británico John Molyneux (1948) rechaza la idea de que el socialismo no pueda sobrevivir por ser contrario a la naturaleza ambiciosa y egoísta del ser humano. Molyneux se equivoca, no resiste porque es contrario a la naturaleza humana.
Señoras y señoritas de mi distrito, de mi playa, de mi toldo, de mi cole se preguntan por qué Pedro Castillo ganó en tantas regiones, como si fuera un outsider andino y no el sindicalista con maña y activa militancia partidaria. Del 2005 al 2017 el profesor (pronúnciese ‘prosor’) fue miembro del Comité de Cajamarca de Perú Posible del corrupto Alejandro Toledo.
La juventud engañada por la prostiprensa y sus fabricantes de fake news no tiene idea de lo tóxicos, criminales, corruptos, empobrecedores e inservibles que han sido los gobiernos comunistas alrededor del planeta. A la población más pobre le pasa lo mismo y es seducida por Pedro Castillo, de Perú Libre, quien pasa por humilde paisano, rondero y profesor que promete trabajar para el ‘pueblo’.
Aída “Mocha” García Naranjo ex ministra del régimen humalista sostiene en el semanario de Hildebrandt que la eventual victoria de Keiko Fujimori “no será un día de orgullo para las mujeres. Será una afrenta”.
La candidata Keiko Fujimori (K) es víctima de la persecución del fiscal José Domingo Pérez quien el pasado 11 de marzo, en plena campaña electoral, presentó acusación contra la lideresa de Fuerza Popular y solicitó treinta años y diez meses de prisión por los supuestos delitos de lavado de activos, crimen organizado, obstrucción a la justicia y falsa declaración en proceso administrativo.
“No te metas con las peruanas” es el título del vídeo de la comunicadora y artista audiovisual Carla García. Una respuesta a los comentarios machistas del fundador de Perú Libre, Vladimir Cerrón, el patrón del candidato Pedro Castillo.
El amigo de Sendero Luminoso, Pedro Castillo, demostró en el debate de Chota que le basta abrir la boca para caer en la estupidez. Sus lapsus son de no creerse: “Hemos contribuido con el terrorismo -dijo en cadena nacional- y con las grandes lacras sociales de este país”. ¿Contribuido con el terrorismo? Ya lo sabíamos, pero se agradece la sinceridad.
Aída “Mocha” García Naranjo ex ministra del régimen humalista sostiene en el semanario de Hildebrandt que la eventual victoria de Keiko Fujimori “no será un día de orgullo para las mujeres. Será una afrenta”.
Todo lo impreso no es necesariamente verdad ni quienes hablan en la tele o en la radio son los mejores en el tema. La zurdería ha convertido el opinar en una lucrativa empresa y presentan sus pareceres como si fueran hechos verificados. Esos opinantes practican el arte del engaño impunemente, confundiendo y desinformando a las audiencias.
El sindicalista, empresario y falso rondero Pedro Castillo está rodeado de terroristas de Sendero Luminoso y del MRTA. No lograron hacerse del poder por las armas y ahora quieren hacerlo por las urnas.
Veinte años de mentiras excretadas por los medios antipatriotas. Veinte años de persecución política contra el dos veces presidente aprista Alan García. Diez años difamando a la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, sin encontrarle delito alguno. Dos décadas de canallas pasan ahora factura.