Prensa canalla

Veinte años de mentiras excretadas por los medios antipatriotas. Veinte años de persecución política contra el dos veces presidente aprista Alan García. Diez años difamando a la lideresa de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, sin encontrarle delito alguno. Dos décadas de canallas pasan ahora factura. Los malos periodistas, los anárquicos en medio de la comodidad burguesa, los mastines de Velasco que dan cátedra de democracia, atacaron impenitentemente a los partidos institucionalizados, y auparon a ladrones como Susana Villarán; Pedro Pablo Kuczynski; el traidor Vizcarra y a Sagasti, gelatina morada e inútil que nos desgobierna y responsable, con Vizcarra, de la muerte de dos peruanos por minuto por el peor manejo planetario de la pandemia.
Keiko debe demostrar que el dolor, el miedo y el empobrecimiento es responsabilidad de esos y no de la economía social de mercado; que la pandemia se desbocó por no haberle dado las herramientas a los privados para contener al virus; que ella borrará las lágrimas y permitirá que los peruanos, con más ciencia que ideología, vuelvan a abrazar a sus seres queridos. Poco le importa al que sufre, el comunismo; necesita una mano buena prometiéndole que saldrá de la pena y del hambre, que tendrá agua, una vivienda digna y acceso a los servicios de salud y que la alegría volverá. Keiko no puede caer en la agenda bipolar impuesta por la inteligencia cubana: rico-pobre; liberal-comunista; patrón-esclavo. ¡No!
Pedro Castillo senderófilo y mono Tití del agente del narco castro-chavismo Vladimir Cerrón, representa todo lo contrario a Keiko, es el pasado con su lápiz. Keiko es el futuro con su apuesta por una educación con tablets y tecnología. El lápiz es el símbolo inequívoco de la falta de compromiso con la cobertura de internet y la llegada de energía a los sectores rurales; la tablet cuenta otra historia: es el progreso, la oportunidad y el acceso a los esperados servicios.
Castillo desaparecerá el Estado Nación y nuestros recursos naturales. El falso rondero es empresario y constructor; le ha ofrecido el mar peruano a Bolivia violando nuestra soberanía. Cuba, Venezuela, Nicaragua, Argentina, Bolivia y etc. meten sus narices y sus pensamiento europeo trasnochado, muerto y fracasado, productor de miseria y corrupción. En Argentina la pobreza alcanza hoy a 19 millones de personas, mientras las elites peronistas seguidoras de los dictados del Foro de Sao Paulo (hoy Cartel de Puebla) se enriquecen escandalosamente. En Venezuela, en el otrora gran país petrolero no hay gasolina, pero la fortuna de Maduro crece; el déficit de viviendas en Cuba alcanza a 800 mil familias; los ex terroristas Lula y Dilma usaron la corrupción de Odebrecht para expandir las ideas rojas por Latinoamérica. Esto no ha sido espontáneo, le costó miles de millones de dólares a nuestros países; y puede que el futuro.
Pidan perdón al Perú, canallas periodistas.

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