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Luis García Miró Elguera

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Luis García Miró Elguera

Vizcarra juega ya sus últimas cartas.

En apenas noventa días de temeridad e impericia, el presidente accidental Vizcarra ha terminado pulverizando tres décadas de sacrificio, pujanza y perseverancia del pueblo. Años que dieron paso a la más sólida, expansiva estabilidad económica que ha tenido el Perú.

Digámoslo sin tapujo. La pusilanimidad del centroderecha peruano es responsable de la crisis de la clase política nacional. Pero evoquemos. Este sector ideológico aportó al Perú a sendos, muy destacados políticos; auténticos constructores de la República a quienes el amilanamiento de sus herederos ha acabado abjurando de la manera más lamentable.

Nuevamente Perú perdería soberanía en caso el régimen Vizcarra suscriba el acuerdo Escazú promovido por las ONG a través de su centro de dominio llamado la Naciones Unidas. Es más, semejante menoscabo sobre nuestro territorio implicaría la pérdida del derecho fundamental a ejercer autonomía, independencia e imperio sobre lo que es de propiedad de los peruanos.

“Hay que cambiar el actual sistema económico” es, desde la llegada del ratero Humala al poder, el grito de guerra del socialismo. Y en general de sus socios progre, caviares. Inclusive de mucha gente que vive como el mejor de los derechistas, aunque predica como el más hepático socialista.

A propósito del anuncio formal de Vizcarra que empezará a subsidiar al transportista, hace semanas pedimos que, en vez de seguir ahondando el forado fiscal con el reparto de subsidios, para el caso del transporte público disponga que Petroperú deje de una vez por todas de seguir explotando a la ciudadanía cobrándole los combustibles más caros –además de contaminados- del planeta, y fije sus tar

Comentábamos hace unos días que, no satisfecho con atizar la ira ciudadana contra quien lo elevó a los altares, llevándolo como vicepresidente en su plancha electoral y permitiéndole consecuentemente reemplazarlo en caso de vacancia –como ocurrió-, Vizcarra se dedicó a soliviantar aún más al pueblo.

El domingo 28, manos negras intervinieron la página web de EXPRESO. Todo apunta a que el objetivo fue evitar la difusión de una noticia sobre la promesa incumplida del presidente Vizcarra, acerca que “habría 2,000 camas UCI más, para fin de este mes”. Y por otro lado, manipular los archivos del periódico. Aunque las investigaciones dirán la verdad.

La izquierda –siniestra como su sinónimo- trabaja soterradamente contra el pueblo y a favor del interés de sus dirigencias. El único objetivo de los rojos es capturar el poder y nunca volver a dejarlo. Pero que en el mundo esto es una gran utopía porque nada es eterno en este valle de lágrimas. Aunque la URSS perduró 69 nueve años, y Cuba ya pasó las deis décadas empernada al gobierno.

Advertíamos ayer que la crisis socioeconómica nacional es delicadísima porque nace de un estado de crispación desde el destape del caso Odebrecht, firma que saqueó al Perú amparada por tres gobernantes que robaron larguísimas decenas de millones de dólares dizque para hacer obra pública, por lo general, sobrevaluada e inútil. Aquello, de por sí, produjo una colosal efervescencia social.

Los motores de la maquinaria progre-marxista siguen calentándose para enfilar contra “el sistema”, tal como lo hicieron empujando a este temerario presidente Vizcarra para que cierre el Congreso. Comprobado que en este país puede perpetrarse un golpe de Estado ….

Este show velasco-castrista, montado por los trotskistas que dirige el zamarro Zamora -que tiene embobado al ingeniero presidente- ha desvestido del disfraz democrático al régimen nacido de una coyuntura de corrupción. Como es esta, que fue producto de la renuncia del Kuczynski al verse contra las cuerdas por su doble juego de autoridad e intermediador de negocios para la empresa Odebrecht.

Tras conocerse en febrero la plaga desatada en Wuhan, en materia epidemiológica el mundo actuó muy velozmente imponiendo estrictísimas cuarentenas. Acá adoptamos precauciones como la drástica, absoluta paralización del país a partir del 15 de marzo. ¡Pero esa estrategia no funcionó! Por una sencilla razón. ¡La cuarentena no bastaba!

Tras conocerse en febrero la plaga desatada en Wuhan, en materia epidemiológica el mundo actuó muy velozmente imponiendo estrictísimas cuarentenas. Acá adoptamos precauciones como la drástica, absoluta paralización del país a partir del 15 de marzo. ¡Pero esa estrategia no funcionó! Por una sencilla razón. ¡La cuarentena no bastaba!

La administración de Martín Vizcarra Cornejo ha convertido al Perú en Estado fallido, luego que resurgiera de las cenizas gracias el esfuerzo, sacrificio y la perseverancia de una ciudadanía muy afectada por el maltrato que le produjo el socialismo sudaca tras el golpe militar de Velasco Alvarado –3 de octubre de 1968-, que desembocó en crisis durante la primera gestión aprista.

En política toda coincidencia es una verdad. Más temprano que tarde –sobre todo en taimados como Vizcarra- las apariencias confirman ser realidades. En consecuencia la repetida imagen de Vizcarra apareciendo como embrión político del progre-marxismo no es casualidad. Es una verdad de acero. El alto y medio mando de su gobierno está infectado de marxistas.

“Estamos de acuerdo con todos los que se reclaman leninistas en que la violencia revolucionaria tiene que ser producto del movimiento de masas (…) No debemos condenar a sendero luminoso que es un sector revolucionario (…) Creemos que la lucha armada es el único camino para que el pueblo tome el poder (…) ¿Están dadas las condiciones para la lucha ahora? (…) Creemos que sí.

uando el río suena… Y el ruido que ha producido aquel destape que el clan Vizcarra ha promovido –y financiado, con dinero del contribuyente– un documental del terrorista Hugo Blanco, no hace sino confirmar que la correntada progre-marxista viene cargada de lodo, gracias a un temerario ingeniero que, por azar, le compitió presidir el Perú.

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