Velasco y Vizcarra: destructores del Perú
uando el río suena… Y el ruido que ha producido aquel destape que el clan Vizcarra ha promovido –y financiado, con dinero del contribuyente– un documental del terrorista Hugo Blanco, no hace sino confirmar que la correntada progre-marxista viene cargada de lodo, gracias a un temerario ingeniero que, por azar, le compitió presidir el Perú. No es coincidencia, amable lector, este estrepitoso estado de zafarrancho de la Salud y la economía al que –en apenas dos años y tres meses– ha llevado al país el esperpéntico mandatario Vizcarra, con la arrolladora avanzada del comunismo convertido ahora en mandamás de trascendentes áreas del Estado. Empezando por la de Sanidad Pública, responsable directa de la muerte de –oficialmente– 7,800 peruanos. Aunque en verdad esa cifra puede ser el doble o el triple, debido a esa perseverante desinformación a la cual Vizcarra y sus cohorte progre-marxista tienen sometido al país. Asimismo debido al hecho de que Perú ocupe un ignominioso sexto lugar (de 198 naciones) en número de contagios por el Covid-19; o asimismo a que según el Banco Mundial Perú será el país más afectado económicamente en toda la región con 12% de contracción de su PBI, frente a Argentina que va a caer 6%; Bolivia, 6.9%; Chile, 6.6%, Ecuador, 7.6%, por citar unos ejemplos. La simbiosis entre imponer el marxismo y los resultados catastróficos de la Salud Pública y la Economía nacional son innatas a las crisis socioeconómicas que ha soportado nuestro país.
La última de ellas la generaría un gobernante golpista apellidado Velasco, que quebró el país con políticas idénticas al chavismo. Y la más reciente la viene engendrando un mandatario postizo apellidado Vizcarra, otro golpista culpable de clausurar antidemocráticamente el Parlamento. Recordemos. Superar esa fenomenal crisis desatada por el velascato (descomunal deuda externa; generalizada escasez, reservas negativas, mega inflación, etc.) creada por esa mismísima izquierda que ahora está haciendo de las suyas con el imberbe Vizcarra, nos costó una década. Aunque luego viniera la venganza izquierdista para desestabilizar al país, acusando de genocida al ex presidente Fujimori e implantando parámetros totalitarios de evaluación democrática medidos a partir de los dictados de una corte supranacional de justicia, como la CIDH. Citando a Vargas Llosa –auténtico promotor intelectual de la elección de mandatarios cleptómanos y corruptos como Toledo, Humala y Kuczynski–, el primer responsable de joder al Perú fue Juan Velasco Alvarado. Y quien se apresta a hacer lo mismo –en pleno siglo XXI– es el incalificable Vizcarra Cornejo. En ambos casos estos mandatarios se dejaron llevar por los cantos de sirena de una izquierda especializada en fascinar a tontos útiles y en chantajearlos con la insurrección popular si no ejecutan su programa.
Apostilla. No satisfecho con promover y financiar el documental de un terrorista como Hugo Blanco –asesino convicto y confeso de policías–, Vizcarra impulsa asimismo que semejante propaganda marxista se difunda en los colegios del Estado, asimismo “en cineclubs, microcines, teatros municipales o universitarios, centos culturales y otros espacios”. ¡Estamos gobernados por un clásico cómplice de la subversión que procura comunizar el Perú!