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Harold Alva

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Escritor, editor y analista político. Ha publicado una veintena de libros, entre los que destacan Lima: la épica del desastre (2012) y Ciudad desierta (2014). Dirige los Seminarios Abiertos de Formación, Editorial Summa y el Festival Internacional de Poesía Primavera Poética.

Cada vez que leo el libro de un poeta, o de una poeta, no puedo disociarlo de su tradición. “El Poeta tiene una voz que misteriosamente es y no es suya”, decía Octavio Paz, en su aproximación al “yo poético”. Por eso la representación a través de un personaje con el que sugerirá, dialogará o seducirá; y por eso la necesidad de caracterizarlo.

Durante mi época escolar, papá nos cortaba el pelo tipo militar. Parecíamos cadetes. Por eso cuando me independicé una de mis primeras acciones de rebeldía fue no cortarme nunca más el pelo. A ello agregar que tampoco me peinaba. Sin embargo, cuando iba a visitar a mis padres, salía diferente.

Lo conocí en Buenos Aires en agosto de 2022, me obsequió “Ella sucede”, un poderoso libro de poemas que tiene como protagonistas a las mujeres invisibilizadas por “el orden social”.

Por mi primo Dante Alva, a quien leo desde mis años universitarios en la todavía señorial Trujillo, me enteré de una importante actividad que se realizará el 1 de marzo en el emblemático Centro Viejo: la presentación de los diez poemas de César Vallejo publicados en la revista “Cultura Infantil”, en las primeras décadas del XX: «Fosforescencia», «Transpiración vegetal», «Fusión», «Estival», «El

“¿Niño, quieres algo de mí?”, preguntó el poeta. “A Usted, señor, le admiro mucho”, respondió el niño con los ojos de asombro. El hombre sonrió, puso la mano derecha sobre su hombro, con la izquierda, le tocó el mentón y se fue. El pequeño lo vio hasta perderse.

En el video la vemos cruzar un puente, un solitario paraje cubierta por ese traje dorado que dialoga con el calor de la urbe, con la congestión vehicular que no la desconcentra de su decisión de cantarse a sí misma, bailando más allá de la ciudad, de su smog, de todo aquello que no le es ajeno, pero que deja atrás con la convicción de quien necesita revitalizarse con el agua.

Walter Wust es el fotógrafo naturalista más destacado del país; esto lo reafirma su reconocida y respetada trayectoria: con más de 500 libros y guías sobre ecología, cultura y desarrollo sostenible, una docena de enciclopedias y más de un millar de reportajes en revistas del Perú y el extranjero, se constituye como el editor más prolífico del país.

“¿Qué hago? Te preguntabas, indecisa, con este hijo/
yo pretendía iluminarte el mundo a punta de versos/ yo, el primogénito de la familia

Uno no elige la poesía: la poesía nos elige. Esa es su primera manifestación de libertad. ¿Qué necesita esa fuerza para escribirse a través de nosotros? Rebeldía. Un creador es un cazador de emociones; como tal, es un ser inconforme: sabe que nunca podrá capturarlas, sin embargo, está allí, enfrentándose a lo que no conoce, pero advierte.

Es extraño, a veces, vivir entre palabras no significa que sepamos utilizarlas para comunicarnos con las personas más cercanas. “Has aprendido a hablar desde la pantalla, la radio y el periódico”, me decía mi madre, “pero te falta hablar con tus hermanos”. Tenía razón.

Solo un hombre que ve cómo arde el tiempo desde una isla, habría podido entregarnos un libro con la contundencia de Los países de la noche, merecido ganador del I Premio Internacional de Poesía Sor Juana Inés De La Cruz (México, 2023), publicado por El Arco y la Flecha & Círculo de Poesía.

“Sí. La pintura para mí fue un reencuentro. En algún momento, muchos años atrás, la dejé por otros caminos y volví a ella, hace pocos años, como con la curiosidad de ver a un viejo amor, sin pretensiones de nada. Fue como estar de nuevo en casa”.

He perdido amigos por ser honesto en mis opiniones respecto a sus escritos. Edito desde los 19 años, veintiséis en el oficio, me han convertido en un cazador de errores, al punto que no siempre disfruto de la lectura: es como ingresar a un jardín con una podadora. Por eso cuando recibo el libro de un amigo, la conmoción es inminente.

La noche del 21 de noviembre, en la librería Gabolibros, de Villahermosa, Tabasco, México, con el escritor Vicente Gomez, tuve el honor de presentar CONVERSACIÓN CON DYLAN THOMAS, del Poeta cubano Waldo Leyva, Premio Casa de América (2010), Premio Internacional de Poesía Víctor Valera Mora (2012).

La Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, celebra su 65 aniversario con un Encuentro Iberoamericano de Trova y Poesía. Es importante reflexionar sobre la importancia que México le da a estas expresiones.

Esta mañana en ContraPoder, el escritor Gabriel Rimachi Sialer se refirió al anunciado retiro de Mario Vargas Llosa, nuestro único Nobel y acaso el novelista más grande de todos los tiempos.

Cuando le comenté a Sixto Sarmiento sobre la posibilidad de organizar un recital de poetas mujeres, ambos pronunciamos al unísono: “Cecilia Podestá”. La coincidencia fue por varias razones.

Todos tenemos buenas intenciones, el problema radica cuando atentan contra la memoria y el bienestar colectivo. Más aún si lo que recibió el ímpetu de aquellas es un espacio recuperado para la cultura.

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