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Manuel Romero Caro

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Ante la muy delicada situación económica venezolana desde hace años, los socialistas del siglo XXI empezaron a difundir el éxito del modelo boliviano. Inclusive diversos líderes izquierdistas peruanos recomendaban dejar el modelo neoliberal y seguir el modelo boliviano.

Cuenta la mitología que Sísifo, que estaba en el infierno por crímenes que había cometido, logró convencer a Hades que le permitiese retornar al mundo superior para castigar a su esposa. Pero cuando estuvo de nuevo en Corinto, rehusó volver al inframundo hasta que fue devuelto a la fuerza.

Cuando los países "abandonaron, quemaron o guardaron la bandera roja de la ilusión y enarbolaron los pendones nacionalistas, regionalistas y localistas de libertad que más podrían servirles para reencauzar sus acciones de desarrollo.

A raíz de las violentas movilizaciones sociales iniciadas el 2019, el gobierno de Piñera y la derecha chilena cedieron, y se aceptaron las demandas de cambiar la Constitución a través de una Convención Constituyente.

Indudablemente las descoordinaciones entre los más altos niveles del Ejecutivo son el sello característico de este gobierno transitorio. A los anuncios públicos de Dina Boluarte sobre asuntos que ni siquiera habían pasado por el gabinete ministerial, y que no se concretan, ahora se suma el premier Otárola.

La disminución de los bloqueos, manifestaciones violentas y de muertos ha originado que un sector de la ciudadanía y de los opinólogos afirmen que el violentismo se ha agotado, y que, con excepción de Puno y Madre de Dios, el resto del país está en calma.

La semana pasada la Comisión de Trabajo del Congreso aprobó un dictamen que elimina la temporalidad de los contratos de trabajo, por lo que todos los trabajadores del sector de las exportaciones no tradicionales, en el que muchas de sus actividades tienen estacionalidad, tendrían que regirse por lo establecido en el Decreto Legislativo 728.

Luego del fracaso de la publicitada Toma de Lima, los vándalos radicales, aunados a los senderistas y otros grupos violentistas, intensificaron sus acciones en diversas ciudades del sur. Pero centrando su accionar en los dos motores de la exportación, las agroindustrias y la minería.

En el Perú estamos enfrentando un nuevo tipo de movilizaciones sociales luego del golpe de Estado de Castillo. Estas han sido planeadas con anticipación, son extremadamente violentas y atacan objetivos estratégicos con el claro objetivo de derribar al gobierno y dañar el Estado de derecho.

En los últimos días se han presentado hechos que ratifican la intervención de “ponchos rojos” de Evo Morales apoyando la violencia extrema del sur.

A raíz de las últimas movilizaciones sociales de violencia extrema y de los arrestos efectuados por las fuerzas del orden, se han encontrado diversos indicios y manifestaciones sobre el financiamiento de la minería ilegal y del narcotráfico a esas acciones.

Aquellos que creían que la “tregua” de las movilizaciones sociales que se inició pocos días antes de la navidad y que continuaría hasta el 2023 ya se deben de haber decepcionado. No solo porque desde la última semana de diciembre ya se habían reiniciado diversas movilizaciones, principalmente en Puno, sino que ya se han anunciado otras en diversas zonas.

Durante una entrevista en Exitosa, Dina Boluarte incurrió en un grave error al mencionar que el tema de la Constituyente no está cerrado “sobre la Asamblea Constituyente es el pueblo el que tiene que decidir sobre esa situación a través de un referéndum”. En primer lugar porque revela ignorancia , o mala fe, por que ignora que dicho procedimiento ya ha sido declarado ilegal por el TC.

No había que ser un gran analista político para concluir que si el rechazo al Congreso era largamente superior al de Castillo, al detener a este último habría un sector de la ciudadanía que volvería con la protesta “que se vayan todos”. Si a ello le agregamos la polarización generada por Castillo en sus 17 meses de gobierno (Lima versus provincias; ricos vs. pobres; blancos vs.

Dina Boluarte tiene que estar muy consciente de que su gobierno debe marcar claras diferencias con el desastre que fue el gobierno de Castillo, sin olvidar que la ciudadanía tiene muy fresco el hecho que ella fue parte de la cúpula del mismo, avalando con su voto y su silencio, una serie de decisiones muy cuestionables. Por lo que ella está en deuda con el país.

Mientras Castillo creía haber efectuado una audaz movida para asustar al Congreso, despertó el instinto de supervivencia de los congresistas. Por lo que todo parece indicar que el profesor mantiene intacta su capacidad para el suicidio político. Es así que ordenó difundir el acta del gabinete en la que se confirmaba oficialmente la intención de cerrar el Congreso.

Hace una semana explicábamos que el oficialismo y la oposición se encontraban en un curso de colisión, y que la disyuntiva era matar o morir. Y no nos equivocamos, ya que de los acontecimientos de la semana pasada se puede apreciar claramente que las partes en contienda están acelerando las medidas previas para poder estar en condiciones de ser los primeros en liquidar a su adversario.

La agresividad del oficialismo para tomar el poder está alcanzando sus picos más elevados. Sus principales representantes ya han aclarado públicamente que ellos ganaron las elecciones, tienen el gobierno pero no el poder. ¿Y qué harían si consiguieran el poder?

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