Las incoherencias y vacilaciones de Boluarte
Durante una entrevista en Exitosa, Dina Boluarte incurrió en un grave error al mencionar que el tema de la Constituyente no está cerrado “sobre la Asamblea Constituyente es el pueblo el que tiene que decidir sobre esa situación a través de un referéndum”. En primer lugar porque revela ignorancia , o mala fe, por que ignora que dicho procedimiento ya ha sido declarado ilegal por el TC. Tampoco puede ignorar que ese fue el principal aspecto que generó inestabilidad política y económica durante el pasado gobierno y que era el único tema irrenunciable de los izquierdistas extremos del gobierno de Castillo. Tampoco puede llamarnos a sorpresa la actitud de la mandataria porque es obvio que para una persona que durante casi toda su vida profesional ha defendido los postulados de la izquierda impulsadas por Perú Libre, especialmente durante los 17 meses de gobierno de Pedro Castillo , debe ser difícil cambiar radicalmente de opinión en un tema tan trascendental.
Tampoco fue una declaración al paso, porque también afirmó que (la “derecha”) no le debe de tener miedo al debate. Rematando con la frase “a veces se ele estigmatiza demasiado (a la AC). No hay que tenerle miedo al debate” . También incurrió en incoherencias porque de un lado demanda la creación de más puestos de trabajo, mayor inversión y reactivación económica y del otros asegura que el tema de la AC no está cerrado. Durante la época en que Henry Pease fue presidente del Congreso se anunció que se iba a cambiar el Régimen Económico de la Constitución, y después de largos debates y enfrentamientos, todo quedó en nada. No hubo cambios, pero paralizaron la inversión privada durante casi dos años. La transitoria inquilina de Palacio de Gobierno no puede ignorar el negativo efecto que el anuncio sobre la AC tiene en la inversión privada (80% de la inversión total y la principal generadora de empleo), sobre todo, si también afirmó que dicho proceso no se podía efectuar en un gobierno transitorio. Por lo que no puede afirmar que se generará más empleo y se reactivará el país y al mismo tiempo afirmar que el trío Referéndum- Asamblea Constituyente- nueva Constitución NO está cerrado.
En realidad Boluarte está en una campaña para construir una nueva imagen de su persona, muy distinta de la que fue durante el gobierno de Pedro Castillo: es así que se autocalificó como una provinciana de izquierda moderada. Sin embargo ella llegó a la vicepresidencia con los colores de Perú Libre, un partido marxista, leninista, mariateguista. Y ella no se alejó de dicha línea, sino basta recordar su discurso incendiario y anti empresarial en el Foro Económico Mundial, en Davos Suiza, que debió de haber espantado a los inversionistas que acudieron a la cita. Predica que el país no se polarice más, que no haya más divisiones, pero cuando estaba en el gobierno atacaba, no pocas veces, a las clases más acomodadas. Demanda más transparencia y anuncia una lucha implacable contra la corrupción, pero ¿fue esa su conducta cuando estuvo al mando del club Apurímac y cuando la denominaron “la cajera” de ‘Los Dinámicos del Centro’? El hecho que un Congreso, cómplice por conveniencias políticas, haya enterrado transitoriamente sus acusaciones, no significa que ella ahora esté inmaculada.
Y aunque hay estar conscientes que hemos sido muy afortunados de haber logrado librarnos del peligro que Castillo y su banda representaban; y que las tardías medidas adoptadas por el equipo de gobierno han logrado apaciguar al país, hay que ver cuánto dura esta tregua y cómo se desenvuelve el gobierno el próximo año, en el que hay consenso en que va a ser más difícil que este año. Por lo que hay que mantener un estrecho seguimiento de lo que Dina Boluarte y sus ministros hablen o aprueben, durante su breve plazo por Palacio de Gobierno.
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