Enrique Valderrama

El día de hoy el déficit de vivienda en el Perú es alrededor de 1,800 mil viviendas. Dentro de ello la brecha se concentra lógicamente en los sectores socio económicos D y E. El programa “Construcción en Sitio Propio” (CSP) ha edificado en alrededor de 20 años aproximadamente medio millón de viviendas.

Todos aquellos que hemos tenido una palabra fuerte en contra del mal Gobierno de Castillo, así como también los que hemos sido duros contra la administración de Vizcarra y su política sanitaria genocida y su corrupción galopante, no podemos el día de hoy pasar por alto el mal Gobierno que está llevando a cabo Boluarte con más de siete meses al frente del Perú.

El PAP debe plantear una crítica social al Gobierno de manera abierta y fuerte y con planteamientos que respondan a la agenda social nacional. No hay que regalarle la capitalización de la insatisfacción a los radicales. Ni mucho menos podemos aparecer como defensores de este mal Gobierno y este pésimo Parlamento.

Comparto con los lectores de Diario Expreso el último editorial de nuestro portal “Punto de Encuentro”, elaborado por el profesor universitario arequipeño, radicado en Argentina, José Mario Azalde, quien lidera nuestro equipo de análisis:

Si mi familia extendida ha tenido un patriarca, ese sin duda ha sido el tío Rogelio Constante Valderrama. El tercero de un total de 8 hermanos, siempre destacó por su empeño en construir un futuro para su familia nuclear pero también para cuanto familiar acudía en búsqueda de su protección y apoyo.

La renovación en el Apra, además de los temas que he mencionado en este mismo diario sobre la agenda social, debe abordar una reflexión y planteamiento sobre la corrupción, la cual es un mal endémico que ha azotado al país a lo largo de su historia. El huracán Lava Jato y otros casos recientes han empeorado la percepción del pueblo sobre el mundo oficial/formal.

La sucesión constitucional de Boluarte, caído el golpista Castillo, fue impecable. Son por tanto absurdos los argumentos de sectores castillistas que hablan de un golpe de la Presidenta o que soñaban con una vuelta a palacio del chotano.

Ante la crisis política que vivimos actualmente es más evidente que nunca que se requiere una visión de cambio social en el marco de la profundización de las libertades. Una perspectiva que se aleje de las indefiniciones y torpezas del actual Ejecutivo y el Legislativo.

Cuando Boluarte asumía la presidencia, luego del fracaso del golpe de Estado de Castillo, tuvo ante sí la posibilidad de entender que podía encabezar una transición democrática y preparar el camino para que una conducción electa en las urnas reciba un país menos polarizado.

Hace unos días en el marco de las reuniones “La Agenda Social y el Apra”, que impulsamos con el Comité de Miraflores, que lidera Luis Fernando Lindo, tocamos la temática magisterial.

Cuando se aprecia un escenario en el que tanto Ejecutivo como Legislativo parecen estar orientados más a la sobrevivencia sin tocar temas de fondo, o indiferentes a graves peligros para la democracia que incluso ignoran por completo, cuando se confirma por sus declaraciones, leyes o decisiones nacionales que no tienen una hoja de ruta clara para el país; es cuando la reflexión colectiva debe em

Las características del informe de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), que exceden sus fines y su objeto -pronunciándose incluso sobre nuestro modelo “extractivista”- tiene dos explicaciones bastante claras: primero, un sesgo muy marcado hacia la narrativa de izquierda marxista de parte de la CIDH en los últimos 6 o 7 años, pero en segundo lugar una debilidad del gobierno de

El panorama político nacional, que dicta que no existe oposición parlamentaria para todo efecto práctico y que el gobierno de Boluarte busca más la sobrevivencia que otra cosa y que es carente de predicamento social y de velocidad de decisión, impone la necesidad de la vuelta a la política.

Hace varias décadas, el gran Luis Alberto Sánchez señaló con mucha brillantez al grupo que usufructuaba el país sin pensar en las mayorías nacionales y los denominó: la “bancocracia”.

La vuelta del APRA a la formalidad y al registro del ROP/JNE debe significar una propuesta concreta de cambio y empoderamiento popular, que represente a las mayorías, sobre todo porque la batalla institucional que hemos sostenido -y algunas malas decisiones como aceptar la tercera vicepresidencia de la mesa directiva fujimorista por parte de algunos exparlamentarios de la CPA- han hecho que el

En los últimos años la agenda social postergada en el país se ha agravado. Dentro de ello ha perdido velocidad la construcción de vivienda social en el Perú. Parte importante de lo que se avanzó fue gracias al programa "Construcción en Sitio Propio", con el que se construyeron casi medio millón de viviendas en los últimos 20 años.

El ROP (registro de organizaciones políticas) ha oficializado el retorno a la legalidad del partido de Haya de la Torre, habilitándolo para participar en las próximas contiendas electorales.

Dada la emergencia, que obviamente aumenta la necesidad de vivienda para los sectores D y E, y la desatención relativa de los últimos años al programa "Construcción en Sitio Propio” del Fondo Mi Vivienda por parte de los últimos gobiernos, las "entidades técnicas" -pequeñas empresas de construcción registradas ante el FMV, perteneciente al Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento- pla