La renovación del APRA

Ante la crisis política que vivimos actualmente es más evidente que nunca que se requiere una visión de cambio social en el marco de la profundización de las libertades. Una perspectiva que se aleje de las indefiniciones y torpezas del actual Ejecutivo y el Legislativo. Que marque distancia además de la izquierda marxista radical y de la derecha extrema, ambos con actitudes autoritarias, cuyas expresiones populistas empiezan a volverse un uso común en América Latina. La democracia social que representa el aprismo debe volver con fuerza como mensaje en el continente y como práctica política concreta y partidaria en Perú.

Pero para ello se necesita un necesario aggiornamento que más allá de cuestiones etarias o de nombres propios pasa por una nueva actitud y planteamiento alrededor de las diferentes dimensiones de la acción política. Es por ello que expondré cuatro cuestiones que son necesarias y estamos trabajando para consolidar la idea de la renovación de la estrella:

1) Un relanzamiento de la acción del Apra en los centros de construcción de pensamiento. Articulación con los cuadros que aún existen y se encuentran en posiciones de catedráticos universitarios y de profesores de escuela. El mensaje y narrativa democrática del aprismo y la acción gremial en materia educativa son cruciales para la renovación, ello permitirá además la posibilidad de captar nuevos cuadros jóvenes.

2) La articulación de un nuevo programa para la justicia social. En esto es clave la prédica que muchas bases han hecho suya de la construcción de la “agenda social”. En la cual se trata de desarrollar propuestas sobre los temas sensibles para los bolsones sociales más importantes: emprendedores, pequeños productores del campo, mineros informales, pescadores artesanales, transportistas, mujeres, familia policial y militar, etc. Pero también tiene como eje la necesidad de plantearle combate al abuso de posición de dominio a los monopolios, oligopolios y monopsonios. Cuestión que se comprueba en esquemas como el crédito financiero, medicamentos, combustibles, previsional, etc.

3)La identificación de la agenda social de cada región, provincia y distrito servirá para llevar a cabo la acción política de cada circunscripción territorial a lo largo y ancho del país. La municipalización de la acción política a modo de propuesta y planteamiento y/o crítica ante la autoridad municipal puede lograr dinamizar nuestra prédica organizacional. Lograr tener esta dinámica en 120 provincias en el mediano plazo marcará claramente un cambio respecto a los últimos años.

4) Naturalmente el impulso de nuevos voceros -de toda edad- en todo nivel es básico. La ciudadanía verá con buenos ojos a un partido histórico como el PAP si este presenta ante la opinión pública a nuevos cuadros planteando soluciones para los problemas de la gente. Se puede echar mano de los medios tradicionales, pero también de los medios alternativos y de redes sociales para que el mensaje y nuevos mensajeros se consoliden.

El desarrollo y profundización de estas ideas fuerzas y acciones -más un programa agresivo nacional de formación política de nuevos cuadros- son las que construirán una auténtica renovación intergeneracional, propositiva, programática y descentralizada del partido de Haya de la Torre. En esa tarea estamos.

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