¿Cuál es el balance de la gestión de la presidenta Dina Boluarte a dos años de inicio de su gobierno? El pasado 7 de diciembre este gobierno cumplió dos años, y sorprendentemente casi no se ha difundido un análisis sobre ello. Aquí planteo una evaluación breve en algunos aspectos clave:
Enrique Valderrama
Director de la plataforma de opinión Web Punto de Encuentro. Coordinador del Centro para la Democracia Social. Activista Político.
El gran problema de la política formal en estos días –Congreso y Ejecutivo– es no interpretar los dolores de la gente y no trabajar en función de los mismos. Cuando Boluarte asumió el poder en diciembre de 2022, debió entender que le correspondía interpretar el momento social y político del Perú y ser un gobierno de transición hacia elecciones generales.
Las cosas van de mal en peor para la presidenta Boluarte. Pasada la ilusión de APEC, donde diferentes líderes mundiales le han prodigado honores, tiene hoy que afrontar la realidad cruda y dura de una gestión que no sabe a dónde ir, y de complejos reveses judiciales en el caso de su hermano Nicanor.
La presidenta Boluarte vive estos días dos realidades: la internacional, en donde la llenan de honores y elogios los líderes que participan de APEC, incluso inaugura —a distancia— el Mega Puerto de Chancay con el presidente Xi desde Palacio de Gobierno. El ministro de Malasia la llama “mujer de hierro”. Está viviendo una etapa ilusoria y festiva. Sin embargo, la resaca será algo dolorosa.
1- ¿Cómo incrementar y mejorar rápidamente el tema de la atención primaria de salud? Durante el segundo gobierno del APRA impulsamos, por ejemplo, las UBAP (Unidades Básicas de Atención Primaria), construyendo alrededor de 100 de estas infraestructuras. ¿Cuál es la estrategia ahora? Parte del problema es que aquello que requiere atención primaria satura los grandes hospitales.
Frente al sombrío panorama actual, necesitamos una organización política que conjugue una doctrina vigente, con técnicos jóvenes de ideas innovadoras, acompañados por experimentados en el manejo del Estado. Un colectivo que sea capaz de convocar operadores en todo el país, comunicar ideas fuerza de manera adecuada y con voces frescas de todas las edades.
El Gobierno de Boluarte está en un dígito de aprobación. Es bastante impopular por su nulo sentido político de transformación social.
Junto a mi buen amigo Marco Torres, empresario afincado en Tacna, tuvimos una reunión de diálogo programático-social con dirigentes del puerto de Morro Sama, en Tacna, hace dos semanas. Estuvieron presentes “marisqueros”, “pinteros”, “cortineros”, entre otros. Destacaba la presencia de los dirigentes José León y José Chafloque.
Sobre seguridad dejo algunas ideas que, desde las diversas mesas de “La Agenda Social y el APRA”, a lo largo y ancho del país, hemos venido trabajando:
Al momento de escribir esta columna, estoy de paso por las regiones de Tacna y Moquegua, visitando a mis compañeros del APRA, pero además a dirigentes sociales y gremiales, conversando sobre la problemática de sus sectores. Estuve hace pocos meses en Arequipa y en Ayacucho, y planeo antes de fin de año visitar la región Puno y Cusco.
Es evidente que cada vez más analistas, periodistas y políticos coinciden en que el trabajo del equipo especial de los fiscales Pérez y Vela ha sido deficiente. Sin embargo, en tiempos del expresidente Vizcarra, estos fiscales eran tratados como deidades.
Mientras el país literalmente se incendia sin una reacción rápida del Gobierno, queda claro que la agenda social del Perú debe tener un fuerte componente verde y ambiental ante los desafíos de estos tiempos.
En el Perú, tres temas fundamentales marcarán el debate y las decisiones de los próximos años: la generación de empleo, la seguridad ciudadana y la recuperación institucional. Sobre seguridad, abordaremos en otro momento la reforma policial y la infraestructura penitenciaria. La recuperación institucional también será tema de análisis en esta tribuna de Diario Expreso.
Asunto: Solicitud de audiencia
De nuestra mayor consideración:
Seamos claros, cuando asumió Gustavo Adrianzén la PCM -después del escándalo de las amigas de Otárola- no realizó ningún cambio en el Gabinete y esto reveló que se trataba de una gestión sin un nuevo impulso ni fuerza para hacer cambiar el rumbo de las cosas. Básicamente, el Gabinete Adrianzén es un Gabinete Otárola sin Otárola.
El gobierno de Boluarte es bastante liviano, no cuenta con gran peso específico. Ministros que no destacan por su gestión sino por protagonizar una competencia pública por quién es el escudero más incondicional de la Presidenta.
Alianza Para el Progreso (APP), un Partido-Universidad sin ideología, liderado por el clan Acuña, es, en la práctica, quien manda en el país. Controlan el Parlamento, colocando títeres como Soto y Salhuana, y con sus votos blindan a la Presidenta y minimizan todos sus desaciertos. En los últimos años, se han convertido en los escuderos de gobiernos nacionales marcados por la corrupción.
El pasado 26 de julio se presentó en la FIL el libro del Doctor en Historia Germán Peralta Rivera: “Por la libertad de conciencia”. Tuve el alto honor de ser el presentador del mismo, junto al sociólogo Raúl Arístides Haya y a la historiadora María Inés Valdivia.