La Agenda Social del Perú

En el Perú, tres temas fundamentales marcarán el debate y las decisiones de los próximos años: la generación de empleo, la seguridad ciudadana y la recuperación institucional. Sobre seguridad, abordaremos en otro momento la reforma policial y la infraestructura penitenciaria. La recuperación institucional también será tema de análisis en esta tribuna de Diario Expreso.
Hoy quiero centrarme en la recuperación del empleo, un tema con dos dimensiones principales. La primera es el esquema macroeconómico: la conexión comercial con el mundo mediante los TLC que aún deben implementarse con Hong Kong, Singapur, India e Indonesia. Solo con estos cuatro mercados, se accede a 1,800 millones de personas. Es crucial también reactivar la minería moderna, con 53 mil millones de dólares en proyectos paralizados. A esto se suma la necesidad de ampliar la frontera agrícola de la agroindustria de 350 mil a un millón de hectáreas, desarrollar la pesca industrial, promover el turismo y avanzar hacia un cambio gradual de la matriz energética. No obstante, hoy no me detendré en esta dimensión.
Quisiera, más bien, destacar la importancia de una agenda social y productiva que atienda las necesidades de las mayorías nacionales, mediante un enfoque de bolsones demográficos y socio-productivos. Esta agenda social incluiría:
Facilitar crédito, capacitación, tecnología y acceso a mercados para la pequeña agricultura, que abarca a 2.2 millones de pequeños productores con menos de 10 hectáreas. Esto incluiría un “Reactiva Agro” para fomentar el crédito a los parceleros, a cambio de asociatividad o cambio de cultivos.
Retomar las compras estatales a las MIPYMES, facilitar su acceso al crédito y promover la formalización de millones de emprendedores que aún no se han formalizado o trabajan en condiciones de subsistencia.
Formalizar la minería artesanal, permitiendo la importación de maquinaria amigable con el ambiente y exonerando de impuestos a los pequeños mineros durante los primeros años, a cambio de cumplir gradualmente con estándares ambientales y laborales. Este sector incluye a más de 500 mil familias.
Prevenir los aumentos de los combustibles, que afectan a más de un millón de peruanos dedicados al transporte menor: taxis, mototaxis y motos lineales. También se deben evaluar esquemas de pensión futura mediante un fondo de retiro financiado con parte del IGV.
Apoyar a más de 100 mil familias dedicadas a la pesca artesanal, afectadas por el cambio climático, con esquemas de cría de especies mediante acuicultura.
Atender las demandas de la familia policial y militar, más de un millón de personas, mejorando especialmente los servicios de salud.
Cerrar la brecha de 2 millones de viviendas, impulsando un programa de vivienda social a nivel nacional y subnacional, enfocado en los sectores D y E, sin acceso a crédito.
Frenar los abusos de oligopolios, como los altos costos del crédito financiero, los medicamentos y las injusticias del sistema de pensiones, y resolver los monopsonios que afectan a productores de leche y fibra de alpaca.
Debatir el aumento del salario mínimo.
Discutir estos puntos es clave para la consolidación democrática y social del país y para reducir el espacio a discursos demagógicos. Esta es la gran agenda social que debemos debatir. En el APRA, la hemos construido con conferencias mensuales en todo el país durante los últimos 22 meses.

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