ÚLTIMA HORA
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Raúl Mendoza

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Desde la sombra (2016) es una novela de Juan José Millás. El azar lleva al protagonista, Damián Lobo, a esconderse en un armario que estaba siendo trasladado hacia una casa. Él huía por hurto y se encontró con el armatoste.

Expresarse libremente y soltar lo que se cree o siente tiene hoy una sanción. Puede ser un mal chiste, la expresión de una idea que rompe esquemas, un sentimiento, una pregunta, un temor, una refutación… No nos referimos a la difamación, que es delito y que el Congreso, mal, busca agravar en sus penas, sino a todo aquello que nos autentifica y que nunca deberíamos esconder.

El Congreso pretende imponer cuotas de contenido a las empresas de radio y televisión. Si bien la frecuencia es una concesión, los contenidos privados son intangibles, por lo que la programación es un correlato de la libertad.

No se cómo llegó ese libro de tapa negra, el Tao Té King, que a una edad temprana es chino, más que literalmente, intelectualmente. Lao Tsé pintó el “no hacer” en Oriente, aquí lo llamamos el “libre fluir”, pero nadie fluye en Occidente, cuna del conocimiento que busca la verdad (Sócrates), el placer (Aristipo) o el éxito económico.

No solo Campbell indagó en el viaje del héroe, también lo hizo Jung, tornándolo en arquetípico de las narraciones que se remontan a Gilgamesh. No son semidioses en la mitología, pero hay un rasgo, la valentía y la proeza. Cuando Hemingway refiere en 'El viejo y el mar' que “el hombre puede ser destruido, pero no derrotado”, nos obsequia otro rasgo del héroe: el carácter.

La memoria oficial es tan soberbia como la verdad oficial, unívoca; pero no hay memoria, sino una representación mental del pasado, que es, a la vez, la conjugación de muchas memorias. Las cosas no son como las vemos, sino como las percibimos. Sin entrar a la fenomenología de Husserl o al “fenómeno” (lo que aparece) o “noúmeno” (lo que es), vamos por algo sencillo.

El título no se refiere al cambio climático, sino a la aversión que se tiene a la verdad. El abogado defenderá una causa para ganar con la truculencia de la interpretación mañosa de la ley. Ganar lleva a muchos estropicios morales, como a los blindajes parlamentarios en un juego de favores que hacen del político un mercader.

No sería un mundo angélico si todos dicen la verdad; pues la sinceridad vuelca por la boca lo que proviene del corazón, y el corazón es espinoso; ese que lleva a Hobbes y Maquiavelo a denostar de la humanidad.

Fui uno de los que libré batalla desde mis trincheras contra Pedro Castillo. Falso y nefasto personaje, rodeado de compinches y "camaradas", elegido a la sombra de un ideario totalitario, ¿cómo no estar en contra? Desde luego perdí amigos. Alguno me espetó: "No tienes empatía".

Un novelista construye un personaje complejo y evolutivo a partir de lo que ha visto y vivido; es un saber intuitivo, que toca resortes del sentimiento humano a los que no tiene acceso, sino como data la Inteligencia Artificial.

En el intento de comprobarlo, se le ordenó a la "máquina" construir un personaje; este era llano, previsible, lineal y sin comunión con el drama humano.

Entre padres e hijos transcurre más que una generación. De niño acompañaba a mi madre al correo, tardábamos media hora en llegar. Ella hacía una cola, compraba sobre y estampilla, pegaba, caminaba al buzón y vuelta a casa. Allí mismo debía contar una semana para que la carta llegue a su destino y, con suerte, la contestación llegaba en una semana adicional.

Lo primero es expresar el pesar ante la partida de Jorge Morelli. Lo leía en Expreso y en El Montonero, donde coincidíamos sin conocernos, pero leerse es una forma de tender camino, todo columnista es un pontífice (construye puentes).

Pedro Armas en La Voz de Galicia (“La clase media aspiracional”) dice que a la clase media no le interesa Marx ni la lucha de clases porque solo ve lo que aspira a tener y aspira a lo que tienen los de arriba: un auto, una casa, más ingresos, mejores disfrutes y la pana de lucir lo que bien se alcanza… Llámenlo “burgués” si quieren, pero si algo detiene a los bullangueros revolucionarios que aú

Molesta a la izquierda que propongan levantar en el Campo de Marte una estatua al policía. Enhiesto, resistiendo con su escudo. La simbología sirve en los conflictos, sirve a la moral. Algunos conciben la idea de quitar el Ojo que llora y levantar la estatua del héroe policial, quizás la de José Luis Soncco, quemado en Puno “por puneños”. Soncco no disparó una bala y se inmoló.

Lo posible, lo probable y lo preferible, quizás las tres palabras engloben todo el estudio sobre el futuro, para esos menesteres suelo ser muy malo. Vale decir, había encontrado el trabajo de los sueños y aquella tarde del verano de 2015 firmado un contrato por plazo indeterminado, uno que se extendía al infinito tras años de contratos.

Hace algunos años este columnista ganó un premio nacional de ensayo donde Fernando Belaunde Terry fue el eje para construir una visión de país más allá de las coyunturas. Belaunde, más que Riva Agüero, caminó pueblo por pueblo y consolidó un concepto claro del Perú, país perplejo en el que la política pequeña de los adversarios arruina el sueño de cualquier visionario.

Muchos migran en el peligro, otros confrontan. La familia Añaños tenía en San Miguel (Ayacucho) una pequeña chacra hasta que la llegada de Sendero Luminoso los forzó a migrar… No se fueron a Lima como todos, sino a Huamanga, allí mismo en Ayacucho, hacia el ojo de la tormenta, porque los Añaños no se corren. La visión de esta familia es increíble en un país tan perplejo.

Pablo Iglesias fundó Podemos en España, partido morado de tinte rojo, que cuando murió Fidel Castro (El País, 27 de noviembre de 2016) señaló que veía en el saurio cubano un referente de la soberanía de un país. Podemos advertía contra las “injerencias exteriores”.

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