Es una verdad de Perogrullo que la finalidad de las acciones de garantía es evitar o poner fin a una agresión contra los derechos fundamentales que la Constitución establece de manera abierta y jamás de modo taxativo, por razones obvias relativas a la necesidad de una protección integral.
Marcos Ibazeta Marino
Desde el día lunes de la presente semana viene desarrollándose en la ciudad de Pucallpa un encuentro nacional de todos los representantes de las comunidades indígenas, nativas selváticas y campesinas andinas, organizado por la Defensoría del Pueblo, con dos objetivos esenciales: que las comunidades indígenas comiencen a interactuar entre sí a través de sus representantes directos para evitar ma
Escuchando a los modernos augures fomentando el desánimo nacional cuando nos enfrentamos a grandes desafíos que nos ofrecen la posibilidad de crecer como país en todos los ámbitos, me viene a la memoria la misma cantaleta, sostenida por los mismos actores, cuando el Perú enfrentaba el dilema de abrirse o no a los tratados de libre comercio que debían negociarse con los países desarrollados.
Desde que tengo uso de razón, siempre que se producían grandes inversiones provenientes del exterior para la explotación de alguna de nuestras inmensas riquezas naturales, escuchaba la plañidera cantaleta de que “vienen a llevarse nuestra riqueza” y “ellos se enriquecen mientras nosotros cada día somos más pobres” o “vienen a robarnos impunemente e impiden nuestra industrialización”, entre otra
En el artículo 46 de la Constitución se establece como deber primordial del Estado, entre otros, promover el bienestar general, que se fundamenta en la justicia y en el desarrollo integral y equilibrado de la Nación.
Estamos en una época de movilizaciones gremiales y sociales, aunque con evidentes intentos por parte de los agitadores políticos de siempre de infiltrarse en las marchas de protesta realizadas por diversos sectores con objetivos legítimos.
A través de esta columna, hemos venido advirtiendo que la indolencia gubernamental en temas de seguridad podía provocar un desborde de las capacidades de respuesta de nuestras fuerzas del orden (llámese FFAA o PNP), generando una exacerbación social cuyo estallido no siempre traería buenos resultados.
Tanto se cuestiona la necesidad de repotenciar a nuestras Fuerzas Armadas para que nuestros soldados siempre se hallen a la vanguardia del avance tecnológico, tanto en armamento como en doctrina militar y capacidades operativas, con el único argumento de que no existe ningún riesgo de conflicto armado externo, olvidando que nuestra historia está plagada de agresiones externas no esperadas debid
En el Perú hemos olvidado que fuimos el centro del poder imperial español en esta parte del continente y, a la vez, la colectividad que se mostró como la más reacia a la independencia promovida por las otras potencias que no podían tolerar un imperio tan vasto sometido a España.
El crimen nos está desbordando con atentados que muestran un hilo conductor y un propósito perfectamente visible a estas alturas. Todo comenzó cuando llegaron los bandoleros venezolanos y colombianos vinculados a organizaciones criminales de alcance internacional con un actuar feroz y sin tener piedad de nadie.
Hoy más que nunca vemos que, en nuestro país, los gobernantes no se dedican a gobernar mostrando planes y programas, rindiendo cuentas de los resultados en cuanto a plazos y montos de inversión; tampoco se esfuerzan por la gobernabilidad y menos por el fortalecimiento de la institucionalidad.
En este caso no estamos haciendo referencia a la situación social del país, sino, literalmente, al fuego que viene consumiendo flora y fauna, incluidas vidas humanas, especialmente en la Sierra, Selva Alta y algunas zonas de Selva Baja a lo largo del país.
El actual debate económico se ha centrado en la necesidad de contar con un Estado que garantice la seguridad jurídica para propiciar una mayor generación de riqueza a través de la inversión privada. La sola inversión pública podría provocar un déficit difícil de cerrar, lo que llevaría a una inflación que podría superar el récord actual, mantenido por años en un dígito.
En esta columna publicada la semana pasada hicimos hincapié en la necesidad de que el gobierno y todo el Perú recupere su fuerza moral porque sin ella no se puede ganar jamás una guerra, ni contra un ejército enemigo, ni contra la delincuencia, ni contra la pobreza, ni contra la ignorancia o la falta de salud, entre otros muchos enemigos potenciales, pues cuando los dirigentes de un país solo s
En toda guerra, los generales cuidan de mantener en alto la moral de sus tropas, es decir, convertir la causa del conflicto en un valor que cada soldado reconoce como algo digno de defender, aun a costa de su vida, porque involucra patria, familia, patrimonio, entre otros, motivando una activación de su inquebrantable voluntad para vencer poniendo en práctica todo lo aprendido en sus entrenamie
Es famosa la frase “si vis pacem, para bellum”, es decir, si quieres la paz, prepárate para la guerra, porque históricamente, y aún en ciertos pasajes bíblicos, encontramos casos de gente honrada, pero indolente y sin ningún criterio de seguridad, que fue despojada de sus territorios y destruidas sus ciudades con saqueos y muertes incluidos, por otros grupos humanos cuyo estado de necesidad por
Si la memoria no me traiciona, en septiembre de 1996 fui invitado a participar como ponente en un evento intergubernamental, organizado por un movimiento político de centro izquierda, en Caracas.
Siempre se ha mencionado que un país que realmente desea el progreso debe invertir el mayor presupuesto en educación y justicia, pero, asegurándose que los resultados sean los idóneos para servir de soporte al desarrollo económico y social impuesto como objetivo general.