Madeleine Osterling

La fuerza de la naturaleza utilizó más violencia que aquellas que se le negaron a las FF. AA. y dejó mucha desolación a su paso, pero no nos engañemos, esta nueva tragedia no ha calmado las pretensiones de la Izquierda, que no renunciará a un solo milímetro de lo avanzado.

"La burocracia en los países latinoamericanos parece que se ha establecido para vejar al público" (Pío Baroja). En el Perú es un lastre insoportable, gran culpable de la informalidad, que cada día nos asfixia más como país.
1.5 M de empleados públicos al 2018 ya era escandaloso, pero como todo gobierno entra con hambre y obligado a devolver favores, este número solo ha crecido.

No podemos aceptar que se humille y maltrate al Ejército Peruano. Imperdonable la tragedia ocurrida el último domingo en el río Ilave, con el agravante que se les ordenó retroceder para no enfrentarse a la turba de manifestantes.

Mi más enérgico rechazo y protesta contra el DU No. 006-2023. Esta norma es un despropósito.

No seamos inmediatistas, adelantar las elecciones no va a solucionar nada porque ni hoy ni en un futuro cercano hay visibilidad alguna del mesías que el país necesita. Es penoso reconocerlo, pero si Dina Boluarte renunciase –como lo ha exigido Hernando de Soto, imagino por pretensiones personalísimas- tendríamos un proceso electoral muy complicado.

El adelanto de elecciones es una quimera, nunca se pondrán de acuerdo, se postergará ad infinitum. Boluarte está de espectadora, observa cómo la codicia y la falta de desprendimiento de los parlamentarios la consolida en el puesto; sin embargo, su cobardía puede pasarle una inmensa factura. Recordemos que los “suavecitos” están en la antesala del infierno de Dante.

Criticar a los políticos es un antiguo y saludable ejercicio, pero el rechazo creciente de la ciudadanía a sus autoridades es muy preocupante. La situación está cada día más álgida: nos encontramos en un callejón sin salida.

¿Boluarte se habrá mirado en el espejo de la dignidad? Su discurso de este domingo último fue absolutamente decepcionante. Era su gran oportunidad para dejar un legado histórico, parecía tener el norte claro y la firmeza suficiente para enfrentar a todos sus detractores.

Mi más absoluto rechazo a los comunicados de la UE y la ONU. Hacen pronunciamientos sesgados, entendiendo poco a nada de la situación. Se alimentan de titulares alarmistas y contenidos tendenciosos, fabricados por corresponsales que, en su mayoría, son contratados gracias al padrinazgo de algún intelectual famoso, aun cuando discrepen abiertamente de la línea editorial.

¿Qué acciones ha tomado la Sociedad de Minería como consecuencia de los actos criminales contra Antapaccay, además de victimizarse? ¿Qué ha hecho para apoyar a Proinversión y lograr la colocación de una atractiva cartera de proyectos por US$60,000M?

No tenga miedo, señora Boluarte, el Estado es la única fuente del ejercicio de la violencia (Weber) y la ley estará de su lado siempre que la cumpla. Usted asumió la responsabilidad de liderar el país, a sabiendas que a sus aliados de Izquierda les acomodaba tener al corrupto de Pedro Castillo en el poder para seguir festinando con el dinero público. Hoy en el Perú no hay lugar para tibios.

No más sonrisitas y vestidos floreados, señora Boluarte, usted tiene el gran reto de pacificar al país y de dotar de estabilidad a una sociedad convulsionada y dividida, con incluso algunos desadaptados exigiendo que corra sangre revolucionaria.

El triunfalismo y la zonas de confort son para derrotados, para perdedores; hoy más que nunca debemos estar alertas, esta crisis política está lejos de terminar y un importante primer paso sería erradicar los focos de infección comunista y radical más visibles. Tienen nombre y apellido. Me pregunto, ¿por qué Bermejo, Chávez, Bellido y Tello siguen libres?

No queremos revivir otro capítulo nefasto de nuestra historia lleno de sangre y horror. El temor es un enemigo casi imbatible y los violentos lo saben. Como bien decía el filósofo francés Michel de Montaigne: “No hay cosa a la que le tenga más miedo que al miedo”, nos hace vulnerables y generalmente es la causa de conductas que empobrecen la dignidad.

Hemos vivido una novela surrealista durante 17 meses que, como todo melodrama, está llena de miserables, traidores y mentiras.

Haciendo suyo el mamarracho de informe preparado por la OEA, Castillo llama a los líderes políticos y sociales del país a dialogar en aras de asegurar la gobernabilidad cuando en simultáneo y de manera absolutamente confrontacional, nombra a un amigo del Movadef en la DINI, a un antaurista como ministro de Defensa y a un activista como viceministro de Gobernanza Territorial, todos escuderos ide

Después de haberse victimizado ante la OEA, como abanderados de la democracia supuestamente amenazados por una oposición golpista, son ellos –una vulgar secta de aplaudidores- los que interpretan caprichosamente la Constitución para forzar escenarios absolutamente fuera de la legalidad y disolver el Congreso.

No estamos a merced de la OEA; hay que tener bien en claro que este gobierno solo trata de ganar tiempo y captar aliados en esta desfachatada victimización; este absurdo cuento de buenos y malos. Con matices diferentes, es la misma escuela de Toledo: de lustrabotas a “exitoso economista” de Harvard, relato que explotó hasta la saciedad.