John Locke teorizó la separación de las funciones y atribuciones entre varios órganos constitucionales, como garantía de la libertad y primacía del derecho sobre la voluntad del gobernante. Desde entonces, no existe la obligación de obedecer en todo al jefe de gobierno, con la única excepción, en el parlamentarismo, de los diputados del partido del primer ministro, que es jefe de gobierno.
Ernesto Álvarez Miranda
Sabemos que la ley vigente impide presentar una cuestión de confianza para reformar la Constitución, o para obligarlo a que apruebe un proyecto o impedir que el Congreso cumpla con sus atribuciones, solo sirve para impulsar proyectos directamente referidos a políticas de gobierno.
Contrariamente a lo que se cree, al ser humano no le resulta natural la libertad. Durante miles de años, la principal necesidad era la de garantizar la sobrevivencia de la tribu, a cualquier precio. Es la evolución de las relaciones económicas lo que genera la posibilidad de mejorar la calidad de vida, mediante el esfuerzo y la creatividad individual.
A diferencia de la mayoría de profesiones, en las que resulta vital utilizar las novedades que ofrece el avance de la tecnología, en el Derecho Constitucional hay que reprimir el entusiasmo inicial, propio de los aficionados, pues nuestra especialidad se sustenta en la madura comprensión de la realidad.
En 1974 se publicó “Archipiélago Gulag” de Alexander Solzhenitsyn, quien cuatro años antes ya había obtenido el Nobel de Literatura; a pesar de que fue un éxito rotundo, los dirigentes de los partidos comunistas del mundo entero negaron la existencia de los 427 campos de concentración y exterminio creados por el régimen soviético para eliminar a adversarios y disidentes; pero también hubo cente
El reconocido internacionalista Farid Kahhat expuso el domingo pasado en El Comercio su disconformidad con mi anterior columna sobre la denominada extrema derecha italiana; la discrepancia se debe a valoraciones diferentes en torno a hechos por todos conocidos.
El ser humano no nace puro e inocente como suponía Rousseau ni es un ser pernicioso que necesita ser oprimido como postulaba Hobbes; es parte de nuestra condición humana la piedad y la crueldad, la virtud y la vileza. Por eso, en los vestigios de las civilizaciones antiguas se han recogido expresiones de rechazo a la corrupción.
La Constitución nos ofrece la posibilidad de apartar del cargo al individuo que detente la Presidencia de la República usando la figura de la vacancia por incapacidad moral permanente, de acuerdo al inciso 2 artículo 113, con la única exigencia de alcanzar los 2/3 de los votos del Congreso, entendiéndose que es un instrumento extraordinario, utilizable en casos de extrema gravedad, donde los he
La crisis política de los últimos 6 años ha significado una gran tensión en el derecho constitucional, obligando a examinar minuciosamente cada artículo de la llamada “constitución orgánica”, aquella que determina las relaciones de la persona con la comunidad política, organiza al Estado, y establece las fórmulas para el equilibrio de poderes, a fin de garantizar los límites al poder.
Para desacreditar al nuevo presidente del Congreso se ha difundido que suscribió la Carta de Madrid, aquel documento que proclama el respeto al Estado de Derecho, las libertades, la propiedad y la separación de poderes.
La clave del éxito político es satisfacer las necesidades, reales o ficticias, de los electores, pero en el Perú hay que superar enormes obstáculos antes de ingresar al mercado electoral.
El proyecto de ley presentado por el Poder Ejecutivo, proponiendo un referéndum para que el electorado se pronuncie sobre si desea o no, una nueva constitución, fue felizmente archivado por la frágil mayoría de congresistas, pero esta no es una victoria definitiva.
La representación política corresponde a la evolución de la originaria intermediación de las ciudades ante las Cortes Generales, perdiéndose el antiguo mandato imperativo por la imposibilidad de consultar permanentemente con los electores.
Resulta evidente que estamos en una crisis política sin precedentes; quizás más grave que la de 1931-1933, provocada por el discutido resultado electoral, la expulsión de los diputados apristas del Congreso Constituyente y el asesinato de Sánchez Cerro.
La democracia griega fue un accidente en la historia, sobrevivió a través de los escritos al ser teorizada como la forma de gobierno que, recogiendo las necesidades de los ciudadanos expresadas a través del sufragio, requería de una élite capaz de gestionar la satisfacción del mandato popular.
La semana pasada CPI publicó una encuesta donde el Congreso ha obtenido una cifra preocupante en cuanto a su aprobación, siendo igualmente mala en Lima y en provincias.
A diferencia de muchos de los actuales congresistas, tanto los reclutados para la actividad política por sus convicciones como aquellos que llegaron por simple avaricia, Vladimir Cerrón sabía que alcanzar el gobierno a través de elecciones presidenciales no significaba obtener el poder político necesario para obligar a la sociedad a cambiar de sistema político; los años de estudio en Cuba le pe
Luego de varios intentos frustrados, incluso con medidas cautelares arbitrariamente concedidas por jueces provisionales dispuestos a resolver lo necesario para seguir ostentando un cargo de favor, tenemos un Tribunal Constitucional renovado, cumpliendo con una de las principales atribuciones que la Constitución ha asignado al Congreso.