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César Tello Ramírez

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La inseguridad se ha convertido en una de las mayores amenazas para la estabilidad social, política y económica del país. Desde la Asociación de Exportadores (ADEX), y otros gremios, advertimos que este fenómeno no solo genera temor y pérdida de vidas humanas, sino que también afecta directamente la inversión, el empleo y, en consecuencia, la competitividad nacional.

La red de Oficinas Comerciales del Perú en el Exterior (OCEX), a cargo de PromPerú, constituye un factor clave en la identificación de nuevos compradores a nivel mundial. Para los pequeños exportadores, en particular, representa la esperanza de contar con verdaderos promotores de la oferta peruana y articuladores con potenciales clientes internacionales.

La Expoalimentaria 2025 culminó con rotundo éxito, consolidándose como la principal plataforma de alimentos y bebidas en América Latina y reafirmando al Perú como un socio confiable y diverso en la oferta mundial de alimentos. Nuestro país no se limita a arándanos, paltas, uvas o café; su portafolio exportable es mucho más amplio y tiene presencia en cada una de nuestras regiones.

El Congreso de la República aprobó por insistencia la Ley Marco de Zonas Económicas Especiales Privadas (ZEEP). Bien implementadas, estas zonas pueden convertirse en motores de industrialización, descentralización, generación de empleo formal y atracción de inversiones sostenibles, que el país necesita con urgencia.

En sus 17 ediciones, la Expoalimentaria se ha consolidado como la feria de alimentos y bebidas más importante de América Latina. Su fortaleza no radica únicamente en la convocatoria de expositores y compradores internacionales, sino en los compromisos comerciales que impulsa, los cuales este año podrían superar los US$ 695 millones registrados el 2024.

La nueva Ley Agraria, cuya promulgación está aún pendiente, representa un paso decisivo en el objetivo de dinamizar el agro peruano y encaminarlo hacia una segunda gran ola de crecimiento.

En el 2024, Perú se consolidó como el líder mundial en la exportación de arándanos y uvas, y fue el segundo proveedor global de paltas, solo detrás de México.

Según el Centro de Comercio Internacional, el consumo mundial de café crece a un ritmo anual del 2.2% y podría alcanzar los 300 millones de sacos en el 2050. Sin embargo, detrás de esta aparente bonanza se ocultan problemas sistémicos y medioambientales que amenazan la sostenibilidad de la producción de este apreciado grano aromático.

Las micro y pequeñas empresas (MYPE) juegan un papel crucial en la generación de empleo descentralizado y poseen un enorme potencial para impulsar el crecimiento económico del país y diversificar las exportaciones. Sin embargo, su sostenibilidad a largo plazo está en riesgo si no se cierran las brechas de financiamiento y tecnología.

Durante años, la relación comercial con EE.UU. ha sido un pilar fundamental en el crecimiento exportador del Perú. Se trata de un socio estratégico y un mercado clave para nuestros productos no tradicionales, aquellos que generan mayor empleo formal y descentralizado.

Cada 28 de julio, sin excepción, el presidente del Perú se presenta ante el Congreso de la República para rendir cuentas de su gestión. En esa ceremonia, tradicionalmente se destacan logros, se anuncian nuevas medidas y se renueva el compromiso con el desarrollo del país.

El Pisco tiene sus raíces en el siglo XVI, cuando los conquistadores españoles introdujeron la uva en América del Sur. Fue en la costa peruana donde, tras adaptarse al clima y al suelo, comenzó la producción de vino y, posteriormente, la destilación de nuestra bebida bandera que hoy, paso a paso, conquista nuevos mercados en el mundo.

En un mundo que valora cada vez más los productos saludables, versátiles y con identidad, los ajíes y pimientos han alcanzado un papel protagónico. Según el Centro de Investigación de Economía y Negocios Globales de ADEX, en el 2024 las exportaciones globales de capsicum sumaron US$ 15,264 millones, registrando un crecimiento del 5.8% respecto al año anterior.

La evolución de las exportaciones peruanas no ha sido fruto del azar. Es el resultado de décadas de esfuerzo colectivo, inversión constante y una admirable capacidad de adaptación por parte de miles de empresarios y trabajadores que integran la cadena exportadora.

El Perú es mucho más que un país minero o agroindustrial; es, por excelencia, un país con una rica tradición textil. Nuestra historia se remonta miles de años atrás, como lo demuestran los mantos Paracas (siglos VII a.C. a II d.C.), elaborados con algodón y fibras de alpaca y vicuña, y decorados con complejos bordados policromos.

La logística es uno de los pilares clave para mejorar la competitividad del Perú, impactando directamente en los costos, tiempos y eficiencia del comercio exterior; sin embargo, persisten desafíos significativos en infraestructura, conectividad y digitalización que frenan su potencial.

Hablar de las agroexportaciones peruanas no es solo referirse a cifras, sino a una transformación en el campo, inversiones, generación de empleo y creación de polos de desarrollo descentralizados. En menos de dos décadas, pasamos de ser un actor de reparto en el comercio agrícola mundial a un referente global en muchos productos.

Si bien el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) proyectó un crecimiento de la economía peruana de 3.5% en este 2025, la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) estimó una variación de 2.8%.

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