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Willy Ramírez Chávarry

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El transporte en nuestra ciudad capital, así como en las principales ciudades de nuestro país, viene empeorando cada vez más; nuestra sociedad ahora goza de cierta bonanza económica, se han mejorado los servicios de salud, de educación y de vivienda, pero el caos vehicular va in crescendo.

Con el avance de la tecnología -inteligencia artificial y robótica- se viene incrementando nuestra ansiedad por la automatización, sentimos temor de que nuestros trabajos sean realizados por máquinas en vez de seres humanos.

Cada día nos convencemos más de que el mundo en el que vivimos va camino al colapso. Pero, esto que es muy grave, podría ser una gran oportunidad; vivimos en un período extraordinario en la historia de la humanidad: nosotros podemos cambiar el mundo, ¡comencemos!:

Actualmente, podemos darnos cuenta de que la actividad jurídica es marcada por el formalismo y seriedad, desde la formación que tenemos en las aulas universitarias cuando iniciamos el estudio de la carrera de Derecho.

A veces no están cómodo hablar de uno mismo, esta vez lo haré para dar inicio a unas ideas que han venido rondando en mi cabeza: Nací en un pequeño pueblo de Cajamarca, en el norte del Perú, donde estudié la educación inicial y la primaria; gracias al esfuerzo de mis padres y el apoyo de mi familia, pude ir a la ciudad a seguir mis estudios secundarios, en busca de una mejor educación.

Con el avance tecnológico, hemos empezado a usar dinero digital; los pagos se hacen mediante depósitos en cuenta, pagamos nuestros impuestos en línea, las compañías depositan los fondos de jubilación electrónicamente.

Nuestra clase política está tan venida a menos que hasta a los hijos de los políticos les da vergüenza mencionar la actividad u ocupación de sus padres; cuando una persona se presenta como político o nos enteramos que lo es, empezamos a mirarlo de manera distinta.

Como ciudadanos, a veces ponemos reparo en la democracia, sobretodo cuando nuestros gobernantes se sienten desconectados de la realidad, inclusive llegamos a pensar que no tiene sentido votar por personas que no nos van a representar y que van a anteponer sus intereses personales o partidarios a los intereses generales o nacionales; ante esta situación, surgen colectivos o grupos de personas qu

La palabra TECNOLOGÍA era un término pocas veces utilizado antes de la mitad del siglo XX, ello no significa que la tecnología estuvo ausente durante ese tiempo, lo que sucedía era que no se tenía consciencia de su presencia e importancia; el origen de esta palabra está registrado en la primera mitad del siglo XX tomando como base a dos palabras griegas: téchne

Desde 1955, las mujeres peruanas tienen el derecho a votar.

A menudo se dice que la ciencia no puede abordar los temas de la moralidad y los valores humanos, que la ciencia no tiene una opinión oficial sobre el bien y el mal, que puede ayudarnos a conseguir lo que valoramos, pero no nos indica qué se debe valorar. Podrá la ciencia ayudarnos a responder preguntas como: ¿Para qué vivir? ¿Por qué morir? ¿Qué es una buena vida?

Hoy en día se siguen haciendo negocios y liderando equipos de forma tradicional, a pesar que la realidad exige un cambio de rumbo; la ciencia nos ha advertido acerca del cambio climático pero la mayoría no lo considera un problema, solo los niños nos llaman la atención y nos piden responsabilidad con su futuro; la desigualdad –en todas sus formas- impera en todo el mundo.

Como alguno de ustedes, lectores, soy un afortunado. Formo parte de una familia donde la educación es un factor muy importante; cuento con dos doctorados y estoy por culminar un tercero (¡Filosofía!).

¿Quién no ha dicho alguna vez una mentira? Los estudios demuestran que todos mentimos al menos dos o tres veces en un día. Mientras leemos estas líneas, estoy seguro, ya hemos mentido; es decir, todos somos mentirosos.

Nuestro país, al igual que muchos países, viene atravesando grandes problemas: crisis del Estado, narco-terrorismo, desigualdad, desastres naturales, inmigración, etc.

¿Alguno de nosotros tendrá la idea de cómo será el futuro? Yo, no la tengo; sin embargo, haré el ejercicio de idear cómo será el comportamiento humano en el futuro.

Desde hace no más de dos décadas, los aparatos electrónicos han pasado a ser parte de nuestras vidas, no solo han cambiado lo que hacíamos, sino lo que éramos; ya nos hemos acostumbrado a estar “conectados”, enviamos mensajes de texto o correos electrónicos mientras asistimos a una reunión de trabajo, compramos en línea, revisamos nuestras redes sociales (Facebook, Twitter, Instagram, LinkedIn,

No estar de acuerdo en nada es, casi siempre, en lo único que estamos de acuerdo. La discrepancia surge por donde uno dirija la mirada: en nuestra comunidad, en las entrevistas y debates televisivos, en las redes sociales, etc.; es imposible no intervenir en una discusión, más aún si la conversación está subida de tono, las groserías han reemplazado al diálogo.

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