ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

Jose Luis Patiño

Imagen

Periodista y analista económico y financiero, con más de 25 años de ejercicio profesional en diversos medios periodísticos (prensa, radio y TV), como Diario EXPRESO, RPP Noticias, Canal 7. Ganador de 4 premios nacionales de periodismo por sus investigaciones especializadas.

En medio de la desesperación de la mayoría congresal por intentar tumbarse el acuerdo de colaboración eficaz con Odebrecht, el presidente de la República, Martín Vizcarra, anunció que las recomendaciones dadas por la Comisión Tuesta para iniciar una profunda reforma política –que permita transparentar y fortalecer la democracia partidaria y representativa–, serán sometidas a “debate público” (¿

La previsible campaña de desprestigio, difamación, mentiras, desinformación y calumnias contra aquellas instituciones y personajes que vienen liderando las investigaciones para conocer la verdad en los negociados que realizaron TODOS los últimos gobiernos con bandas de empresarios mafiosos (nacionales e internacionales) confirma la complicada situación de aquellos que, sin sangre en la cara, no

En un escenario donde la mafia está siendo acorralada, la estabilidad política y la gobernabilidad puede ser un anhelo cada más lejano. De hecho, el ansiado liderazgo presidencial se expone a pruebas más duras de eficacia de impacto en acciones y resultados sobre las principales exigencias ciudadanas.

La semana pasada enfoqué mi análisis advirtiendo los perjuicios de la cotidiana “guerra santa” mediática contra los “verdaderos corruptos”, protagonizada por los más conspicuos líderes de nuestra clase política y promovida por los interesados en destruir el poco, pero valioso, avance de las investigaciones fiscales en torno al escándalo brasileño, nuestro Lava Jato peruano (el Club de la Constr

La corrupción, la pobreza, la injusticia y hasta la indiferencia nos provoca indignación, impotencia y horas de lucha multimodal para intentar revertir y atenuar estos males crónicos enquistados en nuestra sociedad.

Si bien el vómito negro de Odebrecht permitirá develar quiénes realmente movían los hilos por el lado peruano para facilitarle a la gigante brasileña el gran robo en las obras públicas, los avances de las investigaciones fiscales sobre el ‘Club de la Construcción’ revelan una crisis estructural al borde de la metástasis que exigirá una radical reforma de la inversión pública, más allá de las co

Un hito en la lucha contra la corrupción se registrará este viernes 15 de febrero, cuando en el Consulado General del Perú en Sao Paulo, representantes de la Procuraduría, el Ministerio Público y Odebrecht firmen el acuerdo de colaboración eficaz que permitirá acceder a valiosa información para que la justicia, prueba en mano, mande tras las rejas a quienes le robaron vilmente al país.

Por fin, el Congreso de la República aprobó la Ley Orgánica de la Junta Nacional de Justicia, institución que tendrá que empezar a fumigar los nidos de la corrupción al interior del Poder Judicial y del Ministerio Público, destituyendo a jueces y fiscales que se vendieron a las mafias, ratificando a los que defendieron los principios básicos de impartir justicia y designando a profesionales pro

El feroz contraataque de los “indignados” por la “revelación” del preacuerdo de colaboración eficaz con Odebrecht tiene dos aristas que es bueno analizar, para evitar ser parte de los tontos útiles de quienes buscan impedir el vómito negro de los cabecillas de la mafia brasileña, y seguir cobijados bajo el manto de la impunidad.

La titánica lucha que libra el Perú contra la corrupción de todo calibre, enquistada en la estructura del Estado, la clase política y empresarial, así como en la permisividad ciudadana, resultará siempre compleja.

La lucha contra la corrupción requiere no solo de un accionar diligente, escrupuloso, tenaz y agresivo para desenmascarar los circuitos mafiosos al interior y periferia del Estado, sino también de liderazgo, rectitud y transparencia.

La clase política –implosionada por el escándalo Lava Jato– viene agudizando las contradicciones al interior de su casta dirigencial que trata de impedir, a como dé lugar, que la justicia haga su trabajo, buscando desesperadamente hacernos creer que existe un dictador de balcón que maniata y controla los poderes, instituciones, medios de comunicación y movimientos sociales, encarrilándonos a un

PUBLICIDAD