ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

César Gutierrez Peña

Imagen

La caída inesperada de Dina Boluarte y el ascenso sorpresivo de José Jerí a la Presidencia de la República ha generado una ola de anuncios apocalípticos sobre la economía peruana. Opino que es demasiado prematuro dar afirmaciones sentenciosas.

La situación del gas natural (GN) es complicada; lamentablemente, desde el Ministerio de Energía y Minas (MINEM) la minimizan para eludir responsabilidades de acción y estar sintonizados con grupos de interés y sus voceros oficiosos.

Ya es un hecho conocido que estamos próximos a un inexorable período de carencia de oferta de generación eléctrica de bajo costo, el debate está en si se producirá en el tercer trimestre del 2026 o 2027.

Los vaivenes de las políticas gubernamentales en la exploración de gas y petróleo se explican con una mirada retrospectiva que se remonta desde 1998, dos años después de las últimas privatizaciones de lotes productores, y del fracaso del llamado “contrato del siglo” referido al lote 88 (Camisea), durante los últimos años del gobierno de Alberto Fujimori, con aciertos y desaciertos experimentado

Los organizadores de la CADE 2025 han tomado la decisión de tener como invitado central al presidente argentino Javier Milei. Supongo que la expectativa es que deje alguna enseñanza de la experiencia de su programa de ajuste iniciado a fines del 2023, o pensando en términos políticos, de ser un incentivo para el elector peruano del 2026, según el pensar de la derecha nacional.

Percibo a un gobierno urgido de mostrarse como exitoso en la consecución de inversiones, y en esta línea se está hablando recurrentemente del Gasoducto Costero y la Masificación del Gas Natural (GN) en siete regiones del interior del país. Los interesados son Transportadora de Gas del Perú (TGP), en el primer caso, y Cálidda en el segundo.

Las últimas semanas estamos leyendo que la presencia económica peruana nos advierte que habrá carencias en corto y mediano plazo en el sector energético, tanto en electricidad como en gas natural (GN), que está muy relacionado con la generación eléctrica, dado que el 60 % de la producción fiscalizada de GN se destina a producir electricidad.

La reciente acusación presentada por la fiscal Diana Canchihuamán, contra 29 personas que incluye a árbitros y peritos que participaron en 17 procesos arbitrales entre la constructora Odebrecht y el Ministerio de Transportes y Comunicaciones, como concedente de 5 obras de carreteras construidas en nuestro país por la empresa brasileña, debe ser observada más allá del señalamiento de los supuest

A raíz de la crisis financiera de Petroperú, se han utilizado dos argumentos en defensa de la petrolera estatal que ameritan un análisis en un ámbito más amplio que el económico y financiero: la seguridad y la soberanía energética.

Desde el inicio de la guerra entre Ucrania y Rusia en febrero de 2022, se inició un ciclo nada favorable para las energías renovables a nivel mundial. Los principales promotores venían de los países europeos, que alentaban la generación eléctrica eólica terrestre y marina, solar y termosolar; a la vez de incentivar el hidrógeno y amoníaco verde, y la electromovilidad.

Entramos a la cuenta regresiva del último año de gobierno de Dina Boluarte, donde la frivolidad, la desvergüenza, la mendacidad y el dispendio se han institucionalizado en complicidad con el Congreso, que la ha blindado a tiempo completo; defensa de la gobernabilidad la han llamado.

La semana pasada ha sido prolífica en eventos públicos para tratar el tema del suministro de gas natural (GN) al sur de nuestro país, sin profundizar las aristas técnicas, económicas y financieras que la promesa implica, donde están involucradas empresas privadas, gobiernos regionales y el gobierno nacional.

Una innecesaria hostilidad ha mostrado el premier Eduardo Arana, a la iniciativa de la República Popular China secundada por el gobierno de Brasil sobre el proyecto de un tren bioceánico que se inicie en la costa atlántica brasileña y culmine en costa pacífica, donde el puerto de Chancay, en nuestro país, tiene todas las ventajas para ser la conexión con Asia Pacífico.

Desde el inicio del conflicto Ucrania-Rusia la tendencia energética hacia lo verde se ha desacelerado, la escasez de oferta de gas natural (GN) a bajo precio (proveniente de Rusia por gasoductos), que era el respaldo de continuidad de suministro, ha cambiado la orientación: las carboníferas han retornado, el cierre de nucleares se ha detenido, al GN le han llamado energía verde de transición y

A Mr. Trump no le gusta que le contradigan sus sentenciosas decisiones, acabamos de verlo en la reciente cumbre de la OTAN en La Haya, donde, ante la negativa soberana del jefe de Gobierno español, Pedro Sánchez, de incrementar al 5 % del PBI la cuota para defensa, le lanzó la amenaza de incrementar los aranceles al país ibérico.

Titulares en diversos medios de prensa internacional vaticinan escalada del precio del crudo y de los combustibles, debido al ataque americano-israelí a Irán.

En su discurso, Eduardo Arana, ante el pleno del Congreso para que sea aprobada su investidura como Premier, hizo promesas de compromisos de inversión para el cierre de este año, de donde me referiré al caso del gas natural (GN).

La semana pasada, la fiscal del proceso penal por el caso Gasoducto Sur Peruano (GSP) ha formulado acusación a 22 personas relacionadas al tema, que es complejo y con diversas aristas que es necesario explicarlas.

PUBLICIDAD