Temores y desaciertos gubernamentales en la exploración hidrocarburífera
Los vaivenes de las políticas gubernamentales en la exploración de gas y petróleo se explican con una mirada retrospectiva que se remonta desde 1998, dos años después de las últimas privatizaciones de lotes productores, y del fracaso del llamado “contrato del siglo” referido al lote 88 (Camisea), durante los últimos años del gobierno de Alberto Fujimori, con aciertos y desaciertos experimentados en simultáneo.
En julio de 1998 abortó el contrato con Shell de licencia de explotación del lote 88, donde el fujimorismo reaccionó con celeridad, trabajando un nuevo esquema que derivó en un proceso de competencia que otorgó en el primer trimestre del 2000 la buena pro del contrato de licencia de explotación del lote 88 a la argentina Pluspetrol.
Una omisión en el contrato del lote 88 fue que no se exigió ningún compromiso exploratorio para los 40 años de vigencia. El motivo: el temor del gobierno de que no hubiese interesados en el proceso de competencia si es que se ponía condicionamiento exploratorio. En simultáneo, en 1998, se firmó el Convenio Parsep con el gobierno de Canadá, para consolidar información geológica que permitiese promover la inversión en exploración en Perú, un acierto que creó una tendencia virtuosa entre el 2005 y el 2011.
El segundo gobierno de Alan García mantuvo la política implementada durante el gobierno de Alejandro Toledo, y al término de su mandato dejó 62 contratos exploratorios y 599 millones de dólares de inversión en exploración en el 2011. También tuvo una gran omisión: renegociar compromisos exploratorios en el lote 88; temió ser estigmatizado como enemigo de la inversión, tal como le ocurrió en su primer mandato.
Humala continuó la línea heredada, pero con una grave carencia: la información del Parsep se había agotado y la promoción con información geológica insuficiente fue un fracaso. Tampoco se atrevió a renegociar con Pluspetrol, el trauma de su fracaso en el proyecto minero Conga lo paralizó.
Así llegamos a la situación actual, con reservas de gas del lote 88 para 14 años, para el lote 56 de 6 años y para el lote 57, solo de 7 años; y un gobierno que propagandiza hallazgos en áreas donde ya se oficializó que recién iniciará perforaciones en marzo del 2026 y el proceso será de 24 meses.
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