Que desconectada puede estar la clase política de las necesidades de la población. Es incomprensible que en un país con innumerables problemas se destinen tantas horas a banalidades.
Madeleine Osterling
Ojalá el CADE hubiera funcionado siempre; seríamos un país con instituciones sólidas y pobreza diminuta. Ha perdido toda fuerza y su capacidad de influir en las políticas públicas. Pocos recordarán el valiente discurso de Walter Piazza en 1972, quien mirando a los ojos al dictador Velasco, hizo una impecable y férrea defensa de la propiedad privada y la libertad de mercado.
Provoca hacer un cambio en Palacio, Boluarte debería irse no solo por su supuesta incapacidad moral permanente sino por su ligereza y falta de empatía. Sus defensores arguyen que su vacancia atentaría contra la gobernabilidad y la estabilidad democrática, pero el costo de mantenerla es cada día más alto.
Muy orgullosa del Perú y del éxito de APEC como evento; la organización ha estado impecable, a pesar de las amenazas e intentos de la Izquierda y sus operadores, de generar caos y retar al gobierno, procurando dar la imagen de un país caótico e inestable. Cada dólar de inversión privada, cada nuevo empleo formal, cada decima de mejora en el PBI es un retroceso de los enemigos del país.
Encerraditos nos veremos más bonitos. Ese es el gran plan de seguridad y liberación de vías del gobierno para garantizar que la Cumbre de APEC sea un éxito. En pocas palabras, escondernos, pero a un costo muy alto. Boluarte nos ha pedido que seamos los mejores anfitriones desde la virtualidad de nuestra casa o refugio.
El Perú está lleno de enemigos internos que solo sacan ventaja del país de la peor manera. Resulta insoportable el abuso y la agenda propia de ciertos personajes a los que les hemos permitido que acaparen el escenario político.
Patético el Primer Ministro rogando a los revoltosos que se respete APEC y que no se convoque a un paro en esas fechas; solo le faltó ponerse de rodillas. Su benévolo discurso estuvo fuera de lugar y no ha hecho más que provocar a la izquierda.
El MEF está con la espada desenvainada contra los emprendedores. Entre gallos y medianoche publicó el DS que reducía el Drawback del 3 al 1%, con entrada en vigencia a los 5 días de publicada la norma, sin ninguna consideración por los contratos de exportación negociados hasta fin de año.
Dicen luchar por los derechos y bienestar de la población, pero es una simple fachada. La Izquierda solo se ha dedicado a desnaturalizar el paro de transportistas; lo que nació como un clamor popular de gente realmente desesperada, en un país en el que cada día cuesta más sobrevivir, se contaminó.
La situación en el Perú se ha vuelto insostenible, no nos podemos dar el lujo de tener a un títere como presidente, que cree que, por su solo dicho, se va a pacificar el país. El caos no lo generan sus enemigos políticos, sino la absoluta insatisfacción de una población que se siente amenazada y desatendida.
La gente está tan acostumbrada a suplicar por ayuda, en lugar de exigirla como corresponde, que el gobernante de turno siempre piensa que sus actos en favor de la población, especialmente aquella vulnerable, son grandes concesiones, actos magnánimos con dinero público, cuando es estrictamente su obligación.
Solo mentes enfermas son capaces de odiar ciegamente al hombre que pacificó al país, al que puso fin al horror homicida de SL. Mentes consumidas por el rencor que critican y juzgan con ensañamiento, a aquellos que valoran todo lo que aportó su gobierno, a pesar de sus muchísimos errores.
Necesitan dinero para prolongar la agonía de Petroperú, y una de las formas más “creativas” de conseguirlo parecería ser la reducción del Drawback, a partir del 2025; irresponsablemente bajarlo de golpe del 3 al 0.5% para, dicen, ahorrar S/ 770 millones que seguramente se destinarán a subsidiar a este elefante blanco que se ha convertido en un cáncer para la economía de nuestro país.
Boluarte pensó que el primer acto para cerrar la gigantesca brecha de infraestructura sería crear un ministerio especialmente dedicado a ello, como si seguir engrosando el aparato público fuera la solución mágica.
Gobernar el Perú es una carrera de obstáculos, todo es complicado, un reto permanente y estamos tan acostumbrados a que nunca se cumplan las promesas que, cuando sucede, la satisfacción y el agradecimiento son inmensos.
Tengo fe que nuestro país va a despegar, no quiero perderla porque finalmente viva donde viva, mi contacto con el Perú es lo que me hace más feliz, pero de solo pensar que 60 organizaciones políticas presentarán candidatos en el 2026, tres veces el número del 2021, con el agravante que ahora también se votara para representantes al Senado, pierdo toda esperanza.
Dina Boluarte actúa con lentitud o simplemente no reacciona. Ángel Manero debió haber dejado el Midagri tras sus vergonzosas declaraciones, que ignoraron la grave inseguridad alimentaria que afecta a 17 millones de peruanos.