ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

Quién se equivocó, ¿José Santos o José Vasconcelos?: refutaciones y dúplicas más agrias

La literatura y la política se han mezclado muchas veces con finales por discutir.

Imagen
Quién se equivocó, ¿José Santos o José Vasconcelos?: refutaciones y dúplicas más agrias.
Fecha Publicación: 26/12/2025 - 12:50
Escucha esta nota

Literatura y política se mezclaron, muchas veces, en la historia. José Santos Chocano (1875-1934) estudió letras en la Universidad de San Marcos y desde joven se involucró en las conspiraciones que pusieran fin al régimen tutorial de Andrés Avelino Cáceres, por el cual sufrió prisión en el Real Felipe. Se dedicó al periodismo militante y empezó a descollar como versador elocuente. Desde la vida política se incorpora al cuerpo diplomático y empezó su recorrido por América (Guatemala, Costa Rica, Cuba, Santo Domingo, México y Estados Unidos). No fue un diplomático convencional, sino que participó activamente en la vida política: en México fue partidario de Francisco Madero, tras el asesinato de este, secundó a Venustiano Carranza y Francisco Villa.

En 1912 escribió una carta a José de la Riva Agüero, ponderando la obra de Porfirio Díaz en México, donde señalaba que su obra ferrocarrilera ha conectado el gran país, acrecentando el dinamismo mercantil y creando las bases económicas para redistribuir los beneficios, con una revolución. Sus inusuales declaraciones dan pie a entrevistas y críticas a lo que denomina la “farsa democrática”, resalta la figura iconoclasta del artista que confrontó con lo “políticamente correcto”.

Con mano de hiero

Consecuente con esa postura, se incorpora como asesor del gobernante de Guatemala, el licenciado Manuel Estrada Cabrera en 1919, quien moderniza con mano de hierro al país centroamericano. Ese año se publica un libro que marcó época en la región: Cesarismo Democrático, del historiador venezolano Laureano Vallenilla Lanz, que coincide con la postura de Chocano en que se requiere un gendarme organizador para salir del desgobierno latinoamericano. No obstante, la larga dictadura de Estrada Cabrera (1898-1920) llegó a su fin y, con ello estuvo amenazada la vida del propio José Santos Chocano. El poeta fue vilipendiado por estas cercanías, más, su espíritu controvertido lo llevó a respuestas incómodas y conflictivas contra sus adversarios.

“Apostoles y farzantes”

Retornó al Perú en época del leguiismo populista (1919-1924), publicando un libro orgánico de respuestas a sus adversarios: Idearium Tropical. Apuntes sobre las dictaduras organizadas y la gran farza democrática (1922). Opúsculo que desató una disputa de alcance continental, más aún, en 1924 ¬a propósito del centenario de la victoria de Ayacucho– el poeta argentino Leopoldo Lugones leyó un discurso laudatario de la milicia organizada: La hora de la espada. El filósofo José Vasconcelos publicó un artículo de réplica en el diario El Universal de México titulado “Poetas y bufones”, en un lenguaje crudo, censura la posición de José Santos Chocano y Lugones en relación con las autocracias regionales. En el mismo lenguaje Chocano reacciona con “Apóstoles y farsantes”. Vasconcelos llamó a Chocano “lacayo y bufón”, y de Lugones dijó: “No es un mal hombre, lo que pasa es que no es un hombre”. Chocano pone en duda la erudición filosófica de Vasconcelos: “… el ridículo autor de los estudios helénicos e indostánicos sin saber griego ni sánscrito, disfrazándose ante los ingenuos y ante los estultos con la máscara, siempre barata, de una erudición de segunda mano”, para luego calificarlo: “Farsante es el que ahora aboga por las «libertades políticas» para toda la América y no escribió siquiera palabras en periódico alguno cuando Victoriano Huerta conculcó las de su patria”.

MÁS INFORMACIÓN: Alberto Hidalgo: poeta provocador con vocación y voluntad vanguardista

Respaldo de vasconcelos

Hubo refutaciones y dúplicas más agrias. En Lima, un grupo de intelectuales, alentados por Edwin Elmore Letts, publicó un comunicado de respaldo a Vasconcelos y desaprobación a José Santos Chocano. Este envió una carta a Elmore que iniciaría con el violento párrafo:

“Aunque usted no tiene la culpa de haber sido engendrado por un traidor a su patria, tengo el derecho a creer que los chilenos han pagado a usted para insultarme, como pagaron a su padre para que denunciara las minas que defendían el Morro de Arica”.

El lenguaje del poeta es feroz:

“¡Generación de cucarachas brotadas en el estercolero de la oligarquía civilista!”.

Concluyendo de manera premonitoria el encuentro sangriento que se ocasionaría:

“…Cuando le encuentre le escupiré en la cara, para que si osa levantarme la mano destaparle los sesos”.

Esta polémica concluye con la trágica muerte de Edwin Elmore, producto del encuentro con José Santos Chocano en los pasillos de El Comercio (1925). Del insulto se pasó a los tiros. El poeta asesino, fue juzgado y amnistiado por el régimen de Leguía. Chocano, exiliado en Chile, tuvo contacto con los desterrados apristas, por los cuales sintió silenciosa simpatía, Lugones acabó admirando al fascismo italiano y Vasconcelos terminó pontificando al nazismo, como director de la revista (Signal) apologista del régimen de Hitler, alabando una “dictadura organizadora” para el predominio occidental. Quien se equivocó más: ¿Chocano o Vasconcelos?

LO MEJOR DE CULTURA: 

Una mirada a la escritura de Carolina Zamudio: sosiego y batalla de su poesía frente al mundo

Mari Carmen González, escritora española, en entrevista con Expreso: “Nunca imaginé que viajaría a Perú para escribir ‘La labradora de sueños’”

Virginia Jiménez, filóloga y docente: El amor puede ser sanador y desestabilizador

Mira más contenidos en Facebook, X, Instagram, LinkedIn, YouTube, TikTok y en nuestros canales de difusión de WhatsApp y de Telegram para recibir las noticias del momento.

MAS INFORMACION EN: