En 2022 el Sheraton Milán San Siro da carta blanca a Michel de Yugoslavia a partir de su ciclo Territorios y Escudos y su concepto de fotografías en espejo. Con el comisario Gilles Bastianelli imaginan “el hotel dentro del hotel”, una instalación de fotografías de los hoteles, objetos, elementos decorativos, plantas impresas en espejo dorado.
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Roberto Cores
Una cosa lleva a la otra, es uno de los dichos que bisabuela Amalia usaba para comentar situaciones del más variado color y calibre.
Nada anunciaba que mi comentario del general Manuel A. Odría y su obra en Tacna nos daría esta Crónica con inesperada primicia. Lo hice conversando con Hans Gonzales y César Combina que al escucharlo dice, apuesto que no conoces esta foto. Ni de vista ni imaginada. Con apuesta me ganaban. Me explicó, es la única que conozco en que el general Odría está riendo.
El tiempo puede ser viento y pasar volando o caminar con pies de plomo si le da por sentirse buzo. Hasta el momento que dieron la noticia, muy sentida, del fallecimiento del doctor Luis Lumbreras Salcedo, había pasado sin dar señas.
Y así fue la que tuve en la inauguración de Galaxia Arte o una Revelación Metafísica, nueva serie de pintura sobre lienzo de María Gracia de Losada que en fondos aparentemente planos trabaja una cuadrícula en que puede leerse una geometría trazada con cercanía a la antigua textilería prehispánica sobre la que con gran libertad y asomando recuerdos de niñez coloca sus personajes con perfiles de
Es una buena manera de dar una idea de lo que Kimi Neff emplea para realizar su pintura que es muestra de la alegría con que acompaña su día.
Los conocimientos y enseñanzas que han recibido y tienen como conductores en su vida diaria y la asistencia que ofrecen a quienes necesitan de su intervención y calidad en el correcto uso y manejo en la canalización de las energías disponibles y existentes en su entorno que convierten en medio de recuperación de salud física y emocional, son conocimientos heredados de generación en generación q
La Medalla de Honor Daniel Hernández, máxima distinción que otorga la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú, conferida de manera póstuma a Armando Villegas López, en el 105 aniversario de la fundación de la ENSABAP, reconoce la trayectoria del artista nacido en 1926 en Pomabamba, Ancash.
Había fiesta, encuentros, recuerdos, regresos, también ausentes. Era general ese, lo dijeron, saber pertenecer y sentirse parte viva del Alma Mater que por primera vez en sus 105 años tiene, desde enero del 2021, a la primera mujer, Eva, para ser más certero en el tema, Eva López Miranda, en la Dirección General de la Escuela Nacional Superior Autónoma de Bellas Artes del Perú.
Sobre las olvidadas huellas de la garúa quedaron como rasguños soñolientos las huellas de las pisadas que no tienen rumbo ni ritmo al seguir las mías, marcadas por variados vientos del sur empujando rumbo norte hojas y platinas del este que dejan al pairo los festejos y desmanes de la fiesta que fugó al oeste con las primeras claras.
Así en diminutivo lo llamaban sus profesores y compañeros de primaria y secundaria, hoy padre de familia su tío le dice Chinito.
La tarde empieza a caer, un olor, raro a esta hora, de pasto recién cortado, viene con ese viento ligero medio fofo que en el borde del jardín apenas si mueve unas hojas que tienen más de secas que de verdes. A un costado del cercano y corto paisaje sin más gracia que el salpicado de rojo geranio, un níspero entumecido dice presente con los deslucidos amarillos en tanto fruto.
No es la tuza de lo que Paul Ramírez escribió y comparte en su novela Corazón de maíz. Es la historia y retrato de una joven que hasta en el misterio de las lagunas de Las Huaringas buscó armas para defenderse y con tenacidad sostener hasta el último minuto la batalla contra la leucemia, mal que le quitó la vida.
Son cuarenta y seis años de realidades expresadas por Maya García Miro con el manejo de distintas técnicas, materiales y formatos siguiendo el derrotero dictado por ideas y conceptos en que se reunían recuerdos infantiles, familiares y testimonios de otras edades y escenarios.
Bastó con verla, soberana en celeste y rosa sobre ese paisaje rimense con cerro, iglesia, columnas torneadas y alcancía, para saber que éramos los unos para el otro. Ella con el Niño en brazos, mirándome desde la pared de la galería Borkas, y yo, mismo rayo, preguntando el precio, que pude pagar.
Quisieron que el paseo los llevara a un destino con historia, paisajes, aventura y convirtiera para ellos, Yover Sánchez Cubas, su esposa Sarita Pérez Cubas y sus hijos, Dylan y Emma, 6 y 4 años, las Fiestas Patrias en especiales e inolvidables.
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