Corazón de maíz
No es la tuza de lo que Paul Ramírez escribió y comparte en su novela Corazón de maíz. Es la historia y retrato de una joven que hasta en el misterio de las lagunas de Las Huaringas buscó armas para defenderse y con tenacidad sostener hasta el último minuto la batalla contra la leucemia, mal que le quitó la vida. Paul, limeño, hijo de padre cajamarquino y madre andahuaylina, con el seudónimo Kor Mai publicó esta lección de decisión y coraje, que me comenta, durante cinco años estuvo en la lista de venta de Amazon. A los 11 años, él conoció las cualidades de la decisión y con coraje las usó para regalarse su primera bicicleta comprada con sus ganancias obtenidas limpiando carros en la puerta de la iglesia de Magdalena.
Regalo que le sirve para afirmar, “no hay que prometer a los niños lo que no se podrá cumplir. Hay que educarlos con la verdad creando el carácter que da fuerza para conseguir el objetivo!. Educación, que debería ser impartida en los colegios”. Tenía 17 cuando compró el Audi del 70, carro de segunda mano que alquilaba para reunir el capital con que a los 19, en Zapallal, compraría su primer terreno y empezar su incursión en el negocio inmobiliario que hoy le da materia para la creación y apertura de un centro de formación en Pachacútec, anexo de Ventanilla.
En noviembre tiene fecha casi programada para el inicio del proyecto en que usará “como textos los aciertos y aprendizajes que construyen mi propósito de vida, servir”. Ofrecerá directrices guía para quien desee iniciarse invirtiendo en el sector inmobiliario; a los niños les ofrecerá pautas de educación para ayudarlos a conocer la importancia del ahorro, el emprendimiento, el criterio financiero que, con visión empresarial, podrán emplearlos abriendo ruta hacia un nuevo país. Remarca, “…educación, que debería ser impartida en los colegios”. Servir es la generosa actitud que logró entender y asumir siendo integrante del grupo de voluntarios Misión Compartir. Los lunes, decenas de ancianos, jóvenes y niños en condiciones de abandono, los esperan en la Plaza de San Pedro, frente a la iglesia de San Pedro, Lima Centro, y bajo el puente de la avenida Tacna sobre el Rímac, cuando llegan con alimentos para compartir.
Y no es el único grupo en que Paul es actor con su voluntad “de servir al prójimo, ocuparme del otro”. Es miembro del Voluntariado de apoyo a la Cruz Roja. Con el elenco del Grupo Cultural Illatupac participa en las representaciones que en fechas especiales realizan en conjuntos arqueológicos como Mangomarca y el de Mateo Salado. “Son ofrendas, pago a la tierra, la Pachamama. Acto ceremonial, en que uno vuelve al inicio de todo, las huacas regresan a la vida y reciben de sus hijos hoja de coca, maíz, chicha de jora, tabaco y ciertos elementos que nos conectan para integrarnos con nuestros ancestros. Hasta que el Sol es seducido por la noche danzamos con el fuego, incienso, palosanto, limpiamos el alma y el espíritu, entregamos el agradecimiento por la abundancia de estar vivo”.
Paul es el personaje tranquilo que no se inventa pedestales ni agita olas. Nos conocimos en el semanario ASI D´claro, trabajo periodístico en que concretó el augurio que tenía desde niño, “sabía que escribiría”, y lo hace. Lo refuerza su cercanía con la creación artística. Escribe poesía, tuvo la gentileza de invitarme a leerlas, con mi voz TUC, en el programa radial en que fue entrevistado. Está a gusto pintando con óleo paisajes sobre lienzo; con la fotografía, capturando troncos con volumen y formas sugerentes y las ramas delgadas que parece tejieran complicados encajes, temas de varias exposiciones que presentó en Barranco.
Ahora, reúne material para componer su segunda novela de carácter biográfico que iniciará con “…las alegrías de chiquitín jugando futbol cuando las pistas eran nuestros estadios...posiblemente remate con mis experiencias y aprendizajes en emprendimientos empresariales. Creo pueden ser útiles a quienes empiezan el camino en que honestidad, disciplina, ahorro e inversión son la base y los ingredientes necesarios para el éxito”, que le deseo en su proyecto de Pachacútec con que podrá continuar su misión de vida. Servir.
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