Queridos hermanos:
Mons. José Luis del Palacio
Queridos hermanos, estamos ante la fiesta de la Epifanía del Señor. Como dice la oración de inicio de la eucaristía, Epifanía significa “manifestación”, es la fiesta de la manifestación del Emanuel al mundo, para nosotros es como una segunda Navidad.
Queridos hermanos estamos en el domingo IV del Tiempo de Adviento ¿qué dice la Palabra? La primera Palabra es del profeta Miqueas: “Belén Efratá, pequeña entre los clanes de Judá, de ti voy a sacar al que ha de gobernar Israel.” Dios ha querido elegir a Belén, siendo muy pequeña, la aldea en donde nazca Jesús.
Queridos hermanos:
Queridos hermanos:
Feliz nuevo año litúrgico feliz Adviento que anuncia que la llegada del Mesías. El domingo pasado la Palabra nos decía: “mi reino no es de este mundo”. Hermanos, este mundo pasa, al igual que nosotros, por eso en la primera lectura tomada del profeta Jeremías el Señor nos invita a volver a la casa de Israel y a la casa de Judá.
Queridos hermanos estamos en el Domingo XXX del Tiempo Ordinario. Dice hoy la primera Palabra del profeta Jeremías: “Así dice el Señor: «Gritad con alegría por Jacob, regocijaos por el favor de los pueblos…»” Lo importante, hermanos, es que Jacob era un hombre débil, pobre, que ha luchado contra Dios y es él quien se ha encontrado con Dios.
Queridos hermanos estamos ante el domingo XXIX del Tiempo Ordinario. La primera Palabra, tomada del profeta Isaías, profetiza sobre Jesús: “El Señor quiso triturarlo con el sufrimiento, y entregar su vida como expiación: verá su descendencia, prolongará sus años, lo que el Señor quiere prosperará por su mano.
Queridos hermanos: Estamos ante el domingo XXVIII del Tiempo Ordinario. La primera Palabra es del libro de la Sabiduría y dice: yo supliqué y se me concedió la prudencia ¿Qué es la prudencia? En la escritura y en la Tradición de la Iglesia la prudencia es el espíritu de sabiduría.
Queridos hermanos, estamos ante el domingo XXVII del Tiempo Ordinario. La primera Palabra que nos presenta la Iglesia es del libro de Génesis. “No está bien que el hombre esté solo”. Es importante esto, hermanos, Dios creó al hombre, no para que viva en la soledad, sino para que viva en la comunión, es decir en la trascendencia para amar, y amar es morir uno a sí mismo.
Estamos ante el Domingo XXI del Tiempo Ordinario. En la primera lectura Josué se dirige a todo el pueblo y les dice: ¿a quién queréis servir, al Dios de Abraham, de Isaac y Jacob o al dios que nos ofrece el mundo? Es importante el testimonio, la confesión de fe, que nos ofrece el mundo, el de los amorreos.