Roma Locata causa finita. ¡Habló el emperador! Martín Vizcarra le ha bajado el dedo al Parlamento Nacional. En adelante gobernará solo. Sin esos estorbos lacayos llamados congresistas, que dicen representar al pueblo. ¡Por fin el Perú será Libre y Soberano! Una nación liderada por un político con poderes sobrenaturales, capaz de emanciparnos de esa lacra llamada Poder Legislativo.
Luis García Miró Elguera
Gonzalo Chávarry, exfiscal de la Nación, fue condenado hace ya un año por el tribunal mediático que dirige esta progresía marxista que ahora ocupa Palacio de Gobierno sin haber obtenido un solo voto de la ciudadanía.
El turno esta vez fue del indescriptible primer ministro Del Solar, quien pretendió lucirse ante la platea haciéndole otro feo al Congreso. Nuevamente desairando a la Comisión de Constitución, que le había invitado a seguir debatiendo la reforma política planteada, precisamente, por los asesores de su jefe. La excusa ahora es que el premier tiene que atender “cuestiones de agenda”.
Cómo será de delicada la situación para que un generalmente ponderado presidente del Tribunal Constitucional, como Ernesto Blume, se haya visto inducido a dar declaraciones sobre la conducta del presidente Vizcarra –reverberada por su primer ministro Salvador del Solar y la ministra de la Mujer Gloria Montenegro– contra un poder del Estado como el Legislativo.
Gloria Montenegro, la afiebrada ministra de la Mujer –en todo caso debería serlo de la familia, si tanta propaganda hace a la “igualdad de género” esta vociferante funcionaria del oficialismo y a la vez parlamentaria de las canteras del plagiador Acuña– ha lucido obscenamente su fustán, al hacer un rabioso llamado de corte golpista a la clausura de un poder del Estado como el Legislati
La labor de zapa que viene desarrollando la progresía marxista –que tiene secuestrado al Gobierno (Poder Ejecutivo), la Fiscalía de la Nación y el Poder Judicial– por fortuna no solo es motivo de preocupación de este escriba, quien tercamente viene insistiendo en los riesgos que amenazan a la democracia y al Estado de Derecho de nuestro país.
A poco más de un mes de la muerte de Alan García -con la serenidad que engendra la perspectiva de recordar al estadista que sufrió a su manera la tragedia de ser peruano- es necesario no torcer las cosas a la sombra de las pasiones y los odios que a diario se acrecientan –y avinagran- en esta desconcertada sociedad incapaz de hallar su rumbo; de conciliar posiciones; y sobre todo, de establecer
El papelón del lunes –de un desorbitado presidente Martín Vizcarra y su microscópico primer ministro Salvador del Solar– debió generar una ola de protesta por los sectores democráticos del país. Sin embargo todos han preferido guardar vergonzante silencio, aterrorizados por la contraofensiva que aquello produciría por parte de esa claque llamada gran prensa.
Las consecuencias de los errores en política –sobre todo en la alta política que implica a las principales esferas del Estado– devienen en la comprobación de que algo estuvo mal planteado desde su origen.
El renunciante mandatario Pedro Pablo Kuczynski inauguró un proceso golpista, arremetiendo contra el Poder Legislativo para quitarle representantes a la bancada fujimorista y, producto de esa merma, fortalecer la magra presencia de su grupo político en el Parlamento. Al final del día Kuczynski acabó como todos saben. Lo sustituyó –pegado con babas– un accidental presidente Martín Vizcarra.
El alcalde metropolitano Jorge Muñoz debería denunciar al grupo El Comercio por la condenable estrategia mediática emprendida para demoler su figura, dentro de una de sus características campañas de manipulación politiquera.
Ayer comentábamos que mientras sigamos permitiendo que ONG como el caso IDL –amamantada con dinero oscuro trasegado desde el exterior– sigan inmiscuyéndose en el aparato estatal, nos volveremos cada día más colonia de la progresía marxista que, en forma ladina y peligrosísima, viene acaparando áreas estratégicas en el Estado, la política, los medios de comunicación, etc.
Va a ser un año que EXPRESO publicó un informe sobre el secretismo que rodea al mundo de las ONG en el Perú. Un sector que mueve cientos de millones de dólares cada año, pero nadie sabe cómo, cuánto, por qué, ni en qué se gasta este dineral.
Va a hacer un año que EXPRESO publicó un informe sobre el secretismo que rodea al mundo de las ONG en el Perú. Un sector que mueve cientos de millones de dólares cada año, pero nadie sabe cómo, cuánto, por qué, ni en qué se gasta este dineral.
Hay sendos mensajes detrás de la autoinculpación –por falsaria y corrompida– hecha pública por la ex alcaldesa Villarán un par de días antes de vérselas ante un juez. Pero centrémonos en dos de ellos. El primero se refiere a ese fariseo universo de inocencia, moral y transparencia que crearon los rojos alrededor de ellos. Y de todo lo que tenga relación con su manada.
A partir del caos generalizado que empezó con la gestión PPK –y viene agravándolo este veleidoso régimen Vizcarra– lo que viene ocurriendo en este país no es otra cosa que un claro golpe de Estado orquestado por la progresía marxista contra dos poderes del Estado: Legislativo y Judicial.
El cinismo de la izquierda es de vértigo. Un descaro insolente, consuetudinario, a flor de piel. Una hipocresía sesgada, mendaz y manifiesta. Una desvergüenza sostenida por babas, pero adornada con la verborrea de superioridad que solamente transmiten los caraduras socialistas.