La realidad que vive el Perú no solo es preocupante, es desgarradora. Basta mirar con honestidad las cifras del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) para entender que estamos hipotecando el futuro de nuestra nación. Y lo más doloroso es que estamos condenando a nuestros niños y jóvenes a nacer, crecer y envejecer dentro de un ciclo de pobreza que parece no tener fin.
Liliana Humala
Yanacocha, el yacimiento de oro más grande de Sudamérica, ha operado y extraído inmensas riquezas durante décadas en la región de Cajamarca. ¿El resultado? Millones en ganancias; durante ese tiempo, toneladas de oro han salido de sus tierras, dejando tras de sí no prosperidad, sino abandono, una región hundida en pobreza.
No hay forma elegante de decirlo: la designación de Raúl Pérez Reyes como ministro de Economía y Finanzas es un insulto a la inteligencia del país. ¿Qué ha hecho este personaje para merecer el control de la economía nacional? Nada. ¿Qué dejó en su paso por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones? Un desastre monumental.
El Perú amanece hoy con el alma dividida entre dos poderosos sentimientos. Por un lado, celebramos con gozo la elección de un guía espiritual del mundo católico que invade nuestros corazones con la histórica elección del nuevo Papa: León XIV, Robert Francis Prevost Martínez, un peruano de corazón, quien durante más de diez años fue Obispo de la Diócesis de Chiclayo.
En septiembre de 2024, el Ejecutivo promulgó el Decreto Legislativo N.º 1666 con el objetivo de ordenar la gestión fiscal de los recursos humanos en el sector público. Esta norma no fue producto del azar, sino una respuesta urgente a la desorganización reinante: pagos duplicados, escalas salariales arbitrarias y beneficios sin sustento presupuestal.
La reciente operación en el distrito de Ate, donde la Policía Nacional del Perú desarticuló una peligrosa organización criminal integrada por 21 ciudadanos venezolanos, ha sido un golpe certero al crimen organizado. Esta intervención no fue casual.
La Embajada de Brasil jamás debió otorgar asilo a Nadine Heredia Alarcón, procesada, sentenciada y en fuga. ¡No es una perseguida política, es una investigada por corrupción! El asilo político no debe ser refugio para quienes traicionaron al país, sino una figura para los verdaderamente perseguidos por sus ideas. En este caso, una burla a nuestra dignidad nacional.
La presencia del papa Francisco resuena en el corazón de millones de católicos alrededor del mundo como un eco profundo y esperanzador. Con su estilo cercano y su mensaje de amor y compasión, Francisco se ha convertido en un faro de esperanza en tiempos de incertidumbre.
El Perú necesita una reestructuración radical en su aparato estatal. Durante décadas, la administración pública ha crecido de manera descontrolada, convirtiéndose en un refugio de burócratas ineficientes, plagado de corrupción y empleados improductivos, que solo ocupan una silla y firman papeles sin sentido, pero siguen cobrando mes a mes con dinero de los ciudadanos.
En un país donde la agricultura es una de las principales fuentes de empleo y generación de ingresos, resulta preocupante la falta de atención que el gobierno peruano ha demostrado hacia el sector agropecuario en los últimos años.
Los recientes eventos relacionados con las políticas migratorias del gobierno de Donald Trump, específicamente las deportaciones y el trato a los inmigrantes, han generado una amplia gama de opiniones, tanto dentro de EE. UU. como a nivel internacional.
Es obvio que, desde hace tiempo, vienen sucediendo infinidad de actos criminales, como la corrupción, el sicariato y la complicidad del más alto nivel gubernamental, los cuales todos percibimos claramente y hemos normalizado sin reacción alguna.
Considerar que ser populista, actuar como matón de los Barrancones del Callao y usurpar de manera agravada mediante la violencia es una estrategia para lograr un lugar destacado en las próximas elecciones nacionales es un gravísimo error. ¡Es un mensaje totalmente EQUIVOCADO!
Iniciamos el año 2025, pero seguimos arrastrando, como una carga pesada, los errores del pasado. Sean estas mis primeras palabras de este año para hacer un llamado a la verdadera mujer peruana, no a las falsas, a las “bambas” que se disfrazan de género y valores, pero que solo contribuyen a la decadencia.
Esta Navidad, como la anterior, es pura pantomima: los rostros de tristeza en los millones de peruanos que buscaban saciar el hambre y, por otro lado, regalos con precios módicos para cumplir con el sueño de ese niño que, sin saber los avatares de la vida, pedía que un Santa Claus no se olvidara de traer el presente.
Era el año 1987, cuando una audaz jovencita, egresada de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UPIGV, en sus primeros pininos como reportera en el diario más antiguo del Perú, recibió directivas de su jefe de Información, J. J. Ezquerre: “Anda con cuidado, siempre por la sombrita y trae tus propias noticias”.
El miércoles de esta semana, las portadas de todos los diarios tenían la imagen del conocido cínico, corrupto y genocida Vizcarra Cornejo, como si fuera noticia bomba la recepción de millones de dinero sacado de lavanderías, drogas y sicariato; lo indignante es que los gansteriles empresarios serán salvados de penas gravosas por la nefasta ley. ¡Crédulo!
Reitero mi compromiso moral con los Peruanos de Bien, despertar a los adormecidos, hablar las cosas por su nombre, no endiosar al dianche, renunciar a ser cómplice silente. Si eres testigo fortuito ante el despilfarro y desfalco al erario nacional, ¡DENÚNCIALO!