Hace falta una nueva política pública para resolver de una vez para siempre el conflicto entre las comunidades y las empresas. Se trata de un marco para hacer posible el libre contrato entre las comunidades y las empresas. Esa política de Estado debe rodear el libre contrato de cuatro garantías -agua, propiedad, participación y consulta-.
Jorge Morelli
El conflicto actual entre el Ejecutivo y el Legislativo –que ha ocupado toda la semana– debería entablarse con mayor fuerza aun en el campo de batalla correcto, en torno al tema fundamental de la reforma, que es la bicameralidad y el equilibrio de poderes, y no el de la inmunidad parlamentaria, que es irrelevante para corregir las fallas de nuestra democracia de baja gobernabilidad.
El interés de China en el Perú es medular para llegar al Brasil, que es el mercado grande. En el mediano plazo, llegará desde Paita a Yurimaguas por carretera y por el Amazonas hasta Manaos, el centro industrial del norte de Brasil. También llegará al Brasil, según Martín Vizcarra y Evo Morales, por el sur en tren desde Ilo y Bolivia, a través del Mato Grosso, hasta Sao Paulo.
Una sentencia de Hernando de Soto, citada muchas veces en esta columna, explica que el problema de la economía del siglo XXI son los papeles sin bienes en los países desarrollados y los bienes sin papeles en el resto del mundo.
Las consecuencias son, de un lado, el colapso recurrente de burbujas globales y, de otro, economías emergentes atrapadas en el pantano del ingreso medio.
La iniciativa del presidente de China, Xi Jinping, llamada The Belt and Road o Ruta de la Seda, según el antiguo nombre del camino de hace más de 1,500 años entre Europa y China -que Marco Polo recorrió en 1295 desde Venecia a Constantinopla, a Ormuz y, a través del desierto de Gobi hasta Pekín para volver por mar a través de Malasia y la India hasta Africa y el Mediterráneo-, es hoy un poderos
En la mesa de juego mundial se sientan las potencias globales a apostar por los recursos naturales del planeta que cada uno necesita para sí en el siglo XXI. En esa mesa hoy, el cobre, el litio y el oro son más importantes que en el pasado. Los autos eléctricos del siglo XXI requieren el doble de cobre, y sus baterías serán de litio.
El martes 30 de abril circuló en las redes el video de un feroz episodio entre un coronel cubano y un sargento venezolano que se negaba a cumplir sus órdenes. En un instante, el sargento levanta el fusil y le dispara a la cara al cubano, matándolo en el acto. No está claro si se trata de fake news, bien podría serlo. No importa.
Así encabeza una agencia de noticias mundial la primicia de que el Perú se une a la iniciativa de la Ruta de la Seda, impulsada por el presidente de China, Xi Jinping, para construir la infraestructura de conectividad física –puertos, vías férreas, carreteras– y virtual –telecomunicaciones– globales para el siglo XXI. Las “advertencias” vienen de EE.UU., según la agencia.
“Dejo mi cadáver a mis adversarios como una muestra de desprecio, porque ya cumplí la misión que me impuse”. Esta es una de las sentencias más duras que haya escrito ser humano alguno, sin precedentes que yo conozca en la historia de la humanidad. La sentencia perseguirá a sus adversarios mientras vivan.
Con el paso del tiempo, nuestros antiguos adversarios políticos terminan por ser los únicos que recuerdan los mismos años. Son nuestros enemigos íntimos.
Estamos atrapados en la órbita del agujero negro. Desmanejamos las reformas, Las Bambas, la educación del sexo, nos enredamos contando dos gallinas –como dicen los colombianos– protestando porque no se respeta el debido proceso de la justicia cuando lo que tenemos delante es el Terror, que apunta a capturar el poder.
La tragedia de Venezuela comenzó mucho antes del chavismo. Así lo dicen las cifras, que muestran un deterioro progresivo, incesante, de su economía desde mucho antes de la aparición de Chávez y Maduro en escena. Es una comprobación desagradable, pero cierta y no se la puede esconder debajo de la alfombra.
Es tal la confusión generada por el Estado en Las Bambas que el titular de una agencia de noticias de primer orden mundial resume la situación así: “Gobierno peruano ofrece anular estado de emergencia a cambio de diálogo”. El gobierno está dando la impresión de claudicar ante el chantaje.
Úrsula Letona ha aprendido que la política es el arte de lo posible. Hoy está haciendo el aprendizaje de la humildad.
Ha presentado un gran proyecto de modificación constitucional. El primero verdaderamente grande de su carrera, que hoy recién empieza. Ya es mejor congresista de lo que ha sido.
El Gobierno no ha tenido participación alguna en la acertada decisión de detener por fin a los abogados por sus desmanes contra la mayor mina del Perú, de la que vive el país. La decisión ha sido del Poder Judicial a pedido de la Fiscalía, y ha sorprendido al Gobierno.
Es necesario tener mucha paciencia y esperar que llegue de Brasil toda la información ofrecida para saber cuánto vale en realidad. Tiene que ser información nueva, porque esa es la razón de ser del acuerdo. Sin ella, el acuerdo no tiene sentido.
El Perú se halla ante un audaz proyecto geopolitico que instrumenta a Evo Morales. Es el embrión de una nueva versión de exportación del castrismo cubano y el chavismo bolivariano. Podría llamarse evo imperialismo. Está ante nuestras narices y no lo vemos.
El escenario es uno de dos orillas. La polarización ha hecho desaparecer el centro político.
En una de ellas están los radicales y su comparsa caviar de tontos útiles. Son los fabricantes del Terror para capturar el poder mediante la reelección. Politizar la lucha anticorrupción es la herramienta.